Planeado por Magnetto, ejecutado por Moyano

A dos voces: Moyano y Clarín cantan a dúo

Siendo las 15 horas del jueves 21 de junio y en rápida sucesión, como si estuviese planeado, hablaron por televisión el presidente de la federación empresaria (FADEEAC), Luis Morales, y unos pocos minutos después Hugo Moyano.

Anunciaron un acuerdo entre la entidad empresaria y el gremio de camioneros del 25,5% de aumento salarial a pagar de forma escalonada y en tres cuotas, la última en marzo de 2013. Como conclusión Hugo Moyano anunció que se levantaba el paro que afectaba a la rama de transportes de combustibles, la única de todas las ramas que componen la actividad que había adoptado la medida de fuerza.

Previamente habían difundido la amenaza de un paro nacional por 72 horas que afectaría a todas las ramas, poniendo en serio riesgo el abastecimiento de insumos imprescindibles, más allá del desabastecimiento ya producido de naftas, gasoil y gas que ya afectaba a diversas localidades de país.

Pero las declaraciones de Moyano no terminaron allí, jugando las verdaderas cartas anunció que el próximo miércoles se convocará a un paro nacional, en principio solo del gremio de camioneros, con una marcha a Plaza de Mayo para reclamarle al gobierno nacional que aumente el mínimo no imponible y que les pague asignaciones familiares a todos los trabajadores. Dijo además que el consejo directivo de la CGT habría dado el visto bueno a esta medida. Moyano invitó a todos los trabajadores que se sientan menoscabados por esta situación a unirse a la manifestación, dijo que de reclamo al gobierno.

Se dirigió a la Presidenta exigiéndole que "deje de lado la soberbia", que el 54% obtenido en las elecciones no es una autorización para hacer "lo que se le dé la gana" y que él no está dispuesto a permitirlo.

Queda claro entonces cuál era el verdadero motivo del conflicto, del abandono extemporáneo de la mesa de negociación paritaria y del paro de combustibles. El objetivo era provocar al gobierno a tomar medidas frente a la amenaza del desabastecimiento, para luego presentarse como víctima del "autoritarismo" y pretender colocarse -el solo- en un pie de igualdad con el gobierno en la disputa por el poder, desafiándolo.

En realidad no se necesita demasiada perspicacia para ver que esto formaba parte del plan desde su ruptura pública con el gobierno en el acto de Huracán, el año pasado, a pocos días de las elecciones.

A partir de allí se asiste por parte de Moyano a una escalada primero mediática haciéndose habitué de los programas del monopolio Clarín la que ahora transforma de las palabras en acción con las medidas de fuerza, amenazando e intimidando con una exhibición de musculatura que resulta absolutamente desproporcionada a las banderas que levanta, en apariencia meramente reivindicativas.

Es cierto que ambos reclamos -suba del mínimo no imponible y asignaciones familiares- los viene haciendo desde hace tiempo sin obtener una respuesta favorable por parte del gobierno y que ambos, a primera vista, parecen estar justificados. Sin embargo no es totalmente así.

Moyano es actualmente el secretario general de la CGT y como tal representa a TODOS los trabajadores y no solo a los que pertenecen al gremio de camioneros. La mayoría de los trabajadores agremiados gana sueldos (en blanco) que están por debajo del mínimo no imponible y cobran, en consecuencia, salario familiar. El reclamo de Moyano no los representa.

Lo que se está discutiendo -en el puro terreno de los impuestos o retenciones al trabajo- es el esquema impositivo global con el cual se sostienen las actuales políticas del gobierno. El esquema dista de ser perfecto pero es el que hay, corresponde mejorarlo pero el ámbito adecuado para ello es el Congreso Nacional y no la imposición mediante medidas de fuerza. La razón obvia es que su modificación nos afecta a todos y en especial a los que menos tienen que se verían seriamente perjudicados con la suspensión o limitación de las ayudas sociales directas e indirectas.

Cuando se lo saca de ese ámbito político-institucional y se lo lleva al terreno donde pretende dirimirlo Moyano se está actuando por fuera de las instituciones de la democracia. Moyano podrá reivindicarse como un luchador por los derechos de los trabajadores en los tiempos de la dictadura -como el dice- pero los tiempos y las personas -especialmente él- cambian, a veces para bien y otras para mal.

Moyano ha cambiado para mal, se presta a ser un comodín en el gran juego de aquellos que aspiran a desmontar todo lo bueno que este gobierno ha realizado desde el 2003 para acá.

Si triunfan, los más perjudicados serán los trabajadores que Moyano convoca y dice representar.

Una comunidad se construye sobre la base de la solidaridad de los que están mejor hacia los que están menos mejor o directamente peor. Moyano como secretario de la CGT debería saberlo y representar cabalmente a todos los trabajadores, sobre todo a aquellos a los que su salario no les alcanza para cubrir las necesidades básicas.
Antes de decretar una medida como un paro nacional con una convocatoria a Plaza de Mayo con la que sabe de antemano que no conseguirá nada, debería pensar en ellos.

bastadeodio