LOS QUE APOYAN A MOYANO

Como señalé en Planeado por Magnetto, era de dudosa veracidad la afirmación hecha por Moyano en la conferencia de prensa en la que anunció el acuerdo salarial con la patronal de camioneros, acerca de que contaba con el apoyo de la conducción de la CGT para la realización del paro y movilización que convoca para el próximo miércoles.

Moyano anunció allí la fecha del miércoles de forma condicional, como si su fijación definitiva dependiese del acuerdo de la conducción de la central.

El pasado viernes, Schmidt, en conferencia de prensa (foto) anunció el llamamiento como un acuerdo de la conducción cegetista.

La realidad los desmiente. De los 35 gremios que conforman la conducción, Moyano solo cuenta con el apoyo de Julio Piumato de Judiciales, Amadeo Genta (Municipales), Omar Plaini (Canillitas), y el mencionado Juan Carlos Schmidt (Dragado y Balizamiento) los que conforman su núcleo duro de apoyo. Por fuera de la misma se les suma Gerónimo Venegas (Peones Rurales) que integra la CGT Azul y Blanca de Barrionuevo y otros gremios menores, entre ellos ATE y los docentes nucleados en ADEMYS.

Los principales gremios miembros de la conducción le dieron la espalda. Dicen que, a pesar de compartir el pedido de aumento en el mínimo no imponible, no comparten ni la "metodología" ni la "confrontación política" con el gobierno nacional que propone el camionero.
West Ocampo señaló que de los 35 integrantes la mayoría se retiró de la reunión de la conducción dejando a Moyano en franca minoría y sin autoridad para hacer el llamado involucrando a toda la central y a los trabajadores que dice representar.

En otras palabras es evidente que NADIE se chupa el dedo. TODOS saben que la medida decretada por los Moyano es política y no gremial aunque se escuden tras ello.

Resumiendo: la gran mayoría de los gremios más importantes, Sanidad (West Ocampo), Metalúrgicos (Caló), Luz y Fuerza (Lescano), Alimentación (Daer), Comercio (Cavalieri), Construcción (Martínez), Taxis (Viviani), UPCN (Rodríguez), Unión Ferroviaria, La Fraternidad, Tranviarios (UTA), Mecánicos (SMATA), Docentes privados (SADOP), Marítimos (SOMU), Encargados de Edificios (Suterh), Obras Sanitarias y CETERA, entre otros, no apoyan la medida. Tampoco lo hace, desde luego, la CTA que conduce Yasky.

Algunos, como Bancarios, no apoyan el paro pero si la movilización. Barrionuevo (Gastronómicos) tendría la misma postura.

La mayoría de los apoyos explícitos con los que por el momento cuenta Moyano los obtuvo por fuera de la CGT y por fuera de los trabajadores.

Solo enunciarlos pone en evidencia que Moyano nuclea, más que a los trabajadores, a buena parte de la oposición política al gobierno: Macri y la mesa de enlace (aunque son apoyos más políticos o simbólicos que concretos), los intrascendentes troskistas del MST y el PTS, lo que queda de Proyecto Sur y la CTA de Micheli, que adhiere al paro pero que no lo haría a la movilización si no puede participar en la organización de la misma.

Macri parece coincidir en lo fundamental con Moyano y viceversa. Y no solo a nivel de las declaraciones como prueba, entre otros negocios en común, el ingreso de Covelia en el contrato de recolección de basura de la CABA. Macri dijo:

Macri: “Los gobiernos con soberbia no nos conducen a ningún lado. Espero que la Presidenta escuche este llamado de atención”, “Necesitamos gobiernos que escuchen y que trabajen para la gente y cerca de la gente. Hay que dejar de confrontar, recuperar la humildad y terminar con la soberbia”, “La Presidenta tiene que escuchar este reclamo. No puede ser que desde el Gobierno siempre se combata al que piensa distinto. Esa soberbia hace que hoy se pelee hasta con aliados históricos, como la CGT o con Scioli” y remató “Es un llamado de atención para un gobierno que a menos de seis meses de asumir ha generado semejante nivel de intolerancia”. Caradura.

Dejando de lado que -como siempre en sus "discursos"- Macri repite un mismo y único concepto cambiando ligeramente las formas, es por lo menos llamativa su coincidencia con Moyano en las críticas al gobierno y su intención manifiesta de arrastrar (¿acompañar?) a Scioli al campo opositor.

Ninguno de estos feroces opositores parece reparar (¿O sí?) que el mundo está en serios problemas y que esos problemas repercutirán -ya lo están haciendo- negativamente en nuestro país.
En medio de esa situación solo piensan en debilitar al gobierno complicándole la situación económica y social. Como es obvio no le complican la vida al gobierno solamente, nos la complican a todos.

Los productores agrícolas tienen sus silo-bolsas llenas de cereal y no liquidan sus exportaciones ya concretadas especulando con una subida del dólar. Reclaman libre venta para el dólar pero secan a la plaza de ellos ¿De dónde creerán que salen los verdes, o blues, existentes en el mercado?, seguro que lo saben pero piensan que son solo de ellos y no los quieren compartir y por eso lo hacen. Por eso largan a sus coquetas caceroladas que hacen más ruido en las pantallas de televisión que en las calles.

Moyano primero amenaza con paralizar el país, luego recula y lo reduce a una posible movilización por la suba del mínimo no imponible calificando de soberbia a la presidenta. Mientras dice esto, le descuenta a sus afiliados el 3% mensual en concepto de cuota sindical, más del doble de lo que significa el impuesto a las ganancias.
También sabe lo que hace, disimula, se hace el gremialista que defiende el interés de los trabajadores, pero su intención es "política" o incluso peor, obligar al gobierno a "dialogar", lo que en realidad significa que se rinda a sus pretensiones de protección e impunidad. Cosa que este gobierno nunca hará como bien lo muestran los casos de Jaime y Schiavi y hasta el propio caso del vicepresidente Boudou.
Como contracara de la actitud del "corrupto" gobierno kirchnerista, ¡con qué facilidad la prensa opositora, esa que marca la agenda de los medios, olvidó el caso de los medicamentos adulterados o del affaire Covelia en los que están involucrados los Moyano!

AL IGUAL QUE LA MESA DE ENLACE Y LA 125, LOS RECLAMOS DE MOYANO SE APOYAN EN EL EGOÍSMO SOCIAL CARACTERÍSTICO DE LAS CAPAS ALTAS Y MEDIAS Y CONCITAN, EN CONSECUENCIA, EL APOYO DE LOS MISMOS SECTORES QUE ACOMPAÑARON EN SU MOMENTO A LOS AGROGARCAS.

Lo que muchos no advertimos con relación al mal llamado impuesto a las ganancias (cuando en realidad se trata de un impuesto a los ingresos personales) son dos aspectos que merecen ser atendidos. En primer lugar, su carácter progresivo que hace que paguen más los que más ganan y en segundo lugar, su bajo alcance relativo ya que afecta solo al 8% del empleo total y al 17% del empleo registrado. Y si ahora alcanza a sectores que antes estaban excluidos, como docentes y demás empleados de los Estados nacional y provinciales, es porque esos sectores han obtenido en estos años aumentos salariales por encima de la inflación que han mejorado sustancialmente su nivel de ingresos.

Macri. ¡Qué NO decir de Macri, de sus notorias contradicciones e inconsistencias!. Habla de la debilidad de las instituciones pero tiene dos procesos en su contra por usar los recursos del Estado en actividades ilícitas y otro más que involucra a su principal estratega de campaña y se hace el Gil y llama a un abrazo a Tribunales exigiendo una "Justicia Independiente".

La situación no puede ser más delicada. Son momentos en que lo que se requiere es calma, no exacerbación, y prudencia, no precipitación. Donde se requiere unidad para enfrentar los problemas que nos vienen de afuera y templanza para analizar y cambiar aquello que se pueda y deba cambiar. Siempre reconociendo que es al gobierno al que le cabe gobernar y tomar las decisiones correspondientes, que para eso se lo acaba de elegir. Pero, ¿Cómo pedir prudencia a aquellos que saben que tienen espaldas para afrontar los costos de la crisis y que los que la van a pagar son los que menos tienen?. Ya ha pasado y más de una vez.

No sea que lo que está sucediendo es que la variopinta oposición, política y no precisamente política en un sentido institucional de partidos, sino de factores de poder, quiere manifiestamente aprovechar la complicación del momento para debilitar y desestabilizar al gobierno. Y algunos que lo hacen o guardan un notorio silencio supuestamente son aliados que intentan medrar con la indefinición y la ambigüedad. Un amigable picadito por aquí, un silencio inoportuno por allá, son también -aunque cobardes- algunas formas de manifestarse.

No solo buscan debilitar, desestabilizar y comprometer el futuro del gobierno, el que descuento que -como ya lo ha hecho reiteradas veces- hallará la forma de responder adecuadamente a esta ofensiva. El problema es que en el proceso nos joden bastante la vida a todos.

La presentación que algunos de los diputados de la oposición han hecho de un proyecto de ley para modificar el impuesto a las ganancias es un mamarracho que solo puede calificarse de oportunista.
Por ejemplo, Gerardo Morales miente sin que se le mueva un músculo de su cara de piedra cuando afirma que por el mínimo no imponible el gobierno se queda con el 35% del ingreso de los trabajadores cuando, él, Patricia Bullrich y todos los miembros de gobierno de la Alianza les rebajaron de un golpe un 13% los salarios a todos los jubilados y los trabajadores estatales.

No es extraño, el oportunismo y la mentiran forman parte del ADN de TODO el arco opositor, desde el PRO y los restos del peornismo federal hasta el FAP y los residuos de Proyecto Surf, pasando por la bolsa de gatos peleándose que es en este momento la UCR.

Rayando lo patético por lo oportunista y desubicado es el caso de Hermes Binner, que trata de aprovechar la situación creada por Moyano, proponiendo entrar por la ventana a formar parte del gobierno, en un supuesto gobierno de concertación o coalición -como si fuesen la misma cosa- a espaldas de la reciente decisión popular y, en el colmo de la hipocresía, dando como espejo de lo que hay que evitar, al golpe institucional ocurrido en Paraguay, justamente una dramática muestra de cómo se puede forzar la legalidad vigente para violentar la decisión ciudadana expresada en las urnas y a solo nueve meses de una nueva elección.
Suena más a un anuncio de lo que puede suceder si recuperan en algún momento una mayoría parlamentaria relativa, que a un verdadero deseo de que una situación tan grave e indeseable nunca ocurra en nuestro país.

Con dirigentes así, la verdad, es que la tenemos bien jodida. En octubre del año próximo el pueblo debe castigarlos como ya lo hizo en octubre del año pasado. Ese es el mejor camino para consolidar lo logrado y evitar lo peor de la crisis externa que nos amenaza. Para la oposición la campaña para octubre de 2013 comenzó el 11 de diciembre de 2011. El gobierno intenta mantener a flote el barco en un mar tempestuoso y con parte de la tripulación jugándose a dar golpes de palacio, en tanto el pasaje sufre la náusea propia del bamboleo.

bastadeodio