Cuervo graznando |
Hay razones muy profundas para que en estos dos casos los tribunales se hayan manifestado -siempre en sus términos, claro- de manera tan contundente. También hay entre ambos curiosas simetrías.
Clarín pretende presentarse a la sociedad como una víctima de la persecución del gobierno nacional. En ello emplea todo su poder económico, mediático y político. La resistencia a la aplicación efectiva de Ley de Medios -enmascarada como una defensa de la "libertad de expresión"- es su principal bandera de combate. Su estrategia -compleja y desestabilizadora del orden democrático y de la paz social- tiene aspectos políticos, mediáticos y judiciales.
Pero tal vez apurado por los plazos y unas tácticas judiciales que se volvieron poco eficaces, sintiéndose "contra las cuerdas", como se dice en el lenguaje pugilístico, trató de salir del encierro con un golpe bajo extremo que recuerda a los famosos mordiscos de Mike Tyson a Evander Holyfield y que consistió en acusar penalmente a periodistas por sus opiniones vertidas como tales. Miró a su propio rincón, luego al ringside y no encontró más reacción que desaprobación o asombrado silencio. Ofreció disculpas pero ya era tarde, el daño estaba hecho y los restos de credibilidad como paladín de la defensa de la libertad de expresión fueron a dar a la lona. Van a necesitar algo más que una curita para cicatrizar la herida.
La Corte habló esta semana y lo hizo como debe ser. Rechazó por "absolutamente improcedente" el pedido de ampliación de la cautelar presentado por el grupo y ordenó a la Cámara respectiva decidir de manera urgente sobre la cuestión de fondo, de hecho prácticamente la intervino indicando el procedimiento a seguir y asignando jueces al efecto. El compromiso de la Corte con el Estado de Derecho quedó bien claro y, de paso, dejó traslucir sin caer en la parcialidad su "enojo" con la estrategia judicial del grupo y su forma misma de accionar subrepticiamente sobre el poder judicial. Los Supremos son ciudadanos no tan comunes pero que aún así viven y respiran en este mundo y tiene -estos sí, a diferencia de otros anteriores- principios y trayectorias que defender.
Los fondos buitre. Se les llama así en el mundo, no solo en Argentina y mucho menos solo por parte de su presidenta. Sin embargo hay algunos en nuestro país que creen necesario rebautizarlos como "bonistas" liberándolos de la connotación negativa del apodo. No son tan malos, solo son acreedores, dicen. Entusiasmados con el fallo disparatado del juez Griesa, propusieron negociar y darles a los buitres apátridas lo que piden o poco menos. Salieron a festejar por anticipado el K.O. del gobierno y la caída del país en un supuesto "default técnico". Otro golpe bajo, otra advertencia del árbitro, esta vez bajo la forma del rápido y breve fallo del tribunal de apelaciones de NY. La presidenta -rápida de reflejos discursivos- rebautizó a los buitres autóctonos como caranchos.
Noviembre ha sido un mes complejo -por no decir terrible- para el gobierno que, sin embargo, termina bien. Tanto en lo interno como en lo externo se acumularon de forma sorprendente los problemas y los desafíos. Lo extraordinario es que esté saliendo de esa situación sin perder la calma ni violar el reglamento, con buenas artes, dando pelea de frente y con honestidad; las malas artes, los golpes bajos, corrieron exclusivamente por cuenta de sus adversarios.
El combate está lejos de concluir, desde el ringside rápidamente surgieron expresiones de apoyo al "latifundio mediático" local en problemas, como denominó recientemente Ignacio Ramonet a los grupos mediáticos concentrados de Latinoamérica. La más reciente -adelantando en un mes el tradicional mensaje navideño- provino de la jerarquía de la iglesia católica en la forma de "Reflexiones..." del plenario del episcopado.
Hay un dicho popular que les cae como anillo al dedo: "cría cuervos y te sacarán los ojos". La herencia hispánica católica ultraconservadora de la jerarquía es un peso tremendo en la historia nacional y una fuente permanente de conflictos y desavenencias. Sin embargo, con esa habilidad tan especial de simulación que tienen, pretenden dejar atrás su pasado de colaboración con la dictadura cívico-militar más atroz del siglo XX y continuar arreando a "su" rebaño para el lado de los enemigos de la Nación, incluso hipócritamente lo hacen invocando su defensa. Un comportamiento similar al de los caranchos, solo que, propio de los cuervos, tiene una apariencia más sofisticada, más inteligente.
Solo con una sorprendente dosis de hipocresía se puede convocar a evitar la división de la sociedad en dos bandos irreconciliables haciendo propios los argumentos de una de las partes y negando toda legitimidad a la otra.
En realidad lo que se pretende es echar más leña al fuego de la división. Un mensaje navideño totalmente inadecuado que solo busca hacer más fértil el terreno para nuevos conflictos.
bastadeodio
Muy de acuerdo con la lectura de este noviembre tan difícil pero que, como aquí se dice, “termina bien”. El Gobierno peleó con “estilo” y garra, afuera (Nueva York, Ghana) y adentro (la Corte, “Clarín”) y podemos respirar. Sobre la jerarquía de la iglesia católica y sus mensajes me gustaría saber cuál es el impacto que producen en la opinión pública, hoy. Me parece que al electorado kirchnerista, que ya aprobó la ley de matrimonio igualitario, esta declaración no le mueve un pelo.
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