Como suponíamos en bastadeodio desde fines del mes de marzo, Macri terminó arrugando y el PRO demostrando su verdadera dimensión: la de un grupo de amigos bastante distanciados entre sí.
Después de cuatro años de mal gobernar la ciudad de cometer un incontable número de errores producto de sus taras ideológicas y de su incompetencia, Macri sigue insistiendo en la cantinela de que ellos, los del PRO, que no vienen de la política (sic) son mejores que los políticos que se asumen como tales.
Pero como no se puede tapar el sol con un dedo fue evidente, inocultable a pesar de la preparación previa, la desazón, el descontento y la falta de motivación del puñado de funcionarios del gobierno y de jóvenes y no tan jóvenes que constituían el pequeño público reunido en Villa Pueyrredón.
En un momento de su pálida arenga su naturaleza mentirosa lo volvió a traicionar, Vean:
El que alimentó la xenofobia y la discriminación afirmó que su gobierno está fundado en el AMOR. Si AMOR a la guita.
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