Una fábula política desmoralizante
Por el profe - mayo 23 de 2011
La hormiguita gracielita era de lo más común, negra y culona, como todas. Andaba en fila meneándose, pero ella se distinguía del resto por ser mucho más errática en sus desplazamientos. La causa de su extraño comportamiento era desconocida pero siempre encontraba en su rutinario camino cositas que la atraían y le hacían intuir que había todo un mundo más allá del hormiguero. Una mirada de sentido común diría que lo que le pasaba es que boludeando se apartaba tanto que se perdía y quedaba sola. De modo que, al principio casi sin darse cuenta, cambiaba de una fila de hormiguitas a otra. Naturalmente surgían problemas en cada cambio que hacía. Las hormiguitas se tocan con sus antenitas y así se reconocen. Bueno, cada vez que se "perdía" y se sumaba a una fila e intentaba el ritual del toqueteo y la aproximación, tenía que exagerar cada vez más la danza y mover el culo con más énfasis. Lo extraño, lo antinatural es que esas migraciones suelen terminar con la muerte del migrante. La "charla" no dura nada. Las hormigas la reconocen como extraña, la rodean y...Lo raro con gracielita es que la charla se mantenía durante mucho más tiempo.
Es difícil saber que se dicen estos animalitos en esas circunstancias, pero se podía adivinar que lo que gracielita hacía era hablar pestes de las hormigas de la fila de la cual venía, lo que incluía denuncias gravísimas y espectaculares que corrían a la velocidad de la luz por la nueva fila. Esa actitud de denuncia, no importa que éstas fuesen inventadas y que nunca llegasen a nada -ni una sola hormiguita castigada y echada de su hormiguero- le hizo fama de Justa, de Honesta y disfrutaba con eso. Pasarse de fila se fue convirtiendo en una costumbre y ya se sabe que en la repetición se encuentra el arte. Además descubrió que era una forma de zafar de trabajar, como todas las obreras, en el caluroso y húmedo fondo del hormiguero. Dicen que ese truco de la denuncia lo aprendió de la reina de su segundo hormiguero. Famosa ella, tanto que suele exhibir sus habilidades por el extranjero acompañada siempre por algunas obreras aprendices.
Así andaba nuestra hormiguita encontrando y desencontrando, danzando y denunciando, cuando preocupada porque cada vez le costaba más encontrar una fila amigable, se topó con el zorro colorado.
Es poco lo que se conoce de este animal que habita en las zonas más pitucas de la provincia. Countries y cosas así pero que caza por todas partes. Se sabe que es extremadamente vivo, que tiene muchos recursos y que, encima, tiene la protección de los protectores que lo dejan ir de aquí para allá haciendo toda clase de negocios muy redituables. En fin, ahí donde se lo ve con esa pinta de galán de telenovela colombiana, es un animal rapaz, un auténtico depredador. Preocupado por su imagen contrató expertos, compró medios de comunicación para contrarrestar las sospechas y los rumores y convencer al resto de los animalitos de cuán manso y solidario es y que no hay por que temerle.
El encuentro entre ambos fue eléctrico saltaron chispas, amor a primera vista, la llave y la cerradura, ambos calzaban como anillo al dedo y el zorro colorado en un arrebato de pasión se la comió y todo ese aura de Justa, de Honesta que había cultivado la hormiguita gracielita se depositó sobre la superficie del zorro como una nueva piel.
Al zorro le vino muy bien esa renovación instantánea de imagen. Algunos dicen que por uno de esos fenómenos extra naturales la hormiguita no murió. Como en la película La Mosca sus genes se fundieron. Eso es lo que dicen los que saben. Yo creo que, sea como sea, metáfora o realidad, que ese fue el fin de la hormiguita. Si sobrevive a la fusión y alguna vez quiere regresar a su antigua vida ya nadie, pero nadie, le va a creer una denuncia y estará condenada por siempre a andar solita.
bastadeodio
Logradísima fábula desmoralizante.
ResponderEliminarProfe que historia!
ResponderEliminarPara mi que el zorro a la hormiguita la termina cagando...
continuara?
Magistral Profe! Una fábula moderna con todos los ingredientes... Usted es nuestro Esopo justicialista!!!
ResponderEliminarUn abrazo!
Otra que esopo, el zopo justicialista y a mucha rahon.
ResponderEliminarCané no se la come, sos muy materialista, solo así la cagaría. en realidad, pienso, que se la folla y claro la termina cagando y dejándole el culo aplastado y las antenitas arrugadas.
Richard sos el único que me toma en serio y se desmoralizó. Ya entendí lo mio no son las fabulas. Las Fábulas tampoco. La Política siempre la Política. Se fue el Pato y ahora que acemo sin manager te imaginas lo que puede hacer JPC en las 5 que faltan. Tiemblo
Dejesé de joder Profe, está buena la fábula, y encima me hizo acordar de "La mosca", la de Cronnenberg, que es la única que vi.
ResponderEliminarPD: Terrible lo de Carrizo, pidámosle al Niño que le haga doble mano a él también!!
Abrazo!