El aparente objetivo opositor |
Luego del estupor que les causó la derrota del 14 de agosto, la oposición comienza a recomponer su discurso. Pero no hay nada novedoso en él.
Recientemente diferentes referentes de esas fuerzas han afirmado que consideran como prácticamente inevitable que Cristina triunfe en octubre y sea reelecta pero que existe un peligro mayor si cabe que este triunfo y consiste en que el kirchnerismo aproveche la elección para construir una nueva hegemonía al obtener mayoría en ambas cámaras legislativas, lo que dejaría a la oposición en un mero papel de denuncia pero sin poder afectar el curso de los acontecimientos. Para evitarlo la estrategia que proponen consiste en concentrar sus esfuerzos en convencer al electorado de que debe votar en octubre por sus candidatos legislativos de forma de privar al Frente para la Victoria de esa mayoría y poder ejercer el control parlamentario. Quieren o proponen transformar una elección que es presidencial en una legislativa de medio término. Entonces: objetivo opositor: impedir que el oficialismo alcance la mayoría en la Cámara de Diputados.
En la nota se demuestra que tal objetivo es fútil toda vez que el oficialismo no está en condiciones materiales de conquistar el número de diputados necesarios para convertirse en mayoría de la Cámara Baja. Que ese número es de 42 diputados por encima de los que ahora tiene (87) y que dadas las condiciones en las que se hacen ésta y todas las elecciones (Número de diputados por provincia y elección directa bajo la fórmula D´hont) es prácticamente imposible que en las actuales condiciones el FpV alcance esa cifra.
Entonces, ¿Porque plantear un riesgo o problema que se sabe que no existe? ¿Porqué meterle miedo al votante sobre una realidad que es imposible que se de? ¿Es necesario que a todos los miedos con que desde la oposición se atemoriza al votante haya además que agregar este inexistente, el del predominio kirchnerista?
Se concluye en que con esta simulación la oposición persigue simultáneamente varios objetivos: el primero es llevar algún voto más a sus alicaídas urnas, el segundo es darle a su propia tropa un objetivo alcanzable por el cual luchar y el tercero reiniciar lo antes posible, con un discurso homogéneo y que de la impresión de unidad, la campaña para octubre de manera de que los efectos del "baldazo de agua fría" -para usar la expresión de De Angelis, que significó la elección primaria se disipen cuanto antes.
Lo que sigue es la fundamentación detallada de las conclusiones que se ofrecen en la síntesis.
Las elecciones presidenciales 2011 modificarán potencialmente la composición de ambas cámaras ya que hay diputados y senadores que finalizarán su mandato. En las elecciones Primarias ya realizadas el 14 de agosto de 2011, los diferentes partidos y alianzas presentaron sus listas de precandidatos a los cargos a renovar. Estas listas solo pueden ser modificadas debido a muerte, incapacidad o renuncia de alguno/a de sus integrantes debiendo ser reemplazados por el/la siguiente en el orden de la lista.
El total de los cargos a renovar en cada cámara son los siguientes:
Cámara de Diputados: 130 sobre un total de 257 cargos (aprox. la mitad)
La duración del mandato de un Diputado es de 4 años y la elección es directa bajo el sistema o formula D´Hondt.
Cámara de Senadores: 24 sobre un total de 72 (aprox. un tercio)
La duración del mandato es de 6 años y la elección es directa. En esta elección los 24 cargos de Senadores a renovar por distrito son 3 por cada una de las siguientes provincias: Buenos Aires, Formosa, Jujuy, La Rioja, Misiones, San Juan, San Luis y Santa Cruz.
En el Senado el FpV pondrá en juego 15 bancas de las 29 que posee, el PF 5 escaños y el radicalismo 3 (Formosa, Santa Cruz y Jujuy).
En Diputados el FpV pondrá en juego 51 bancas de las 87 actuales, lo que implica el 56%, la UCR 16 sobre 43 (39%), la Coalición Cívica, 12 sobre 18 (66%) el Peronismo Federal (PF) 19 bancas sobre 28 (37%) y el PRO 3 bancas sobre 11 que tiene actualmente (27%).
Es claro que sacando a la Coalición Cívica, que "está en el horno" si repite el 3,3% alcanzado el 14 de agosto, el bloque que más diputados pone en juego es el bloque oficialista del FpV.
Los otros puntos a considerar son la distribución de los diputados según los distritos electorales y la influencia del sistema o fórmula D´Hont que tiende a favorecer en términos relativos a los que resultan en segundo lugar. En este caso si la situación se mantiene como en las primarias, como bien se dijo en algún lado, el oro lo ganó Cristina, la plata quedó vacante y el bronce se lo repartieron entre Duhalde y Alfonsín con un cachito para Binner que, dicho sea de paso, es el que más expectativas de crecimiento muestra de aquí a octubre y podría, tal vez, reclamar esa medalla de plata vacante.
La cuestión a dilucidar es si es correcta o verdadera la tesis de la oposición esbozada en estos días que consiste en afirmar que dado que la elección a presidente se la considera definida lo que la oposición se debe proponer evitar es que el Frente para la Victoria se alce con la mayoría en ambas cámaras, lo que, según esta tesis sería muy peligroso para la República y las Instuciones. Pinedo lo expresó diciendo que "cada vez que el kirchnerismo tuvo la totalidad del poder estrelló la calesita".
Es claro entonces que la estrategia de la oposición, obligada a la dispersión por la imposibilidad de hacer nuevas alianzas, se concentraría en que cada sector obtenga por su lado el mayor número de diputados por distrito de forma de asegurarse tener la mayoría simple en la Cámara de Diputados como existía en los tiempos del Grupo A.
Y para lograr convencer al electorado recurre al miedo agitando la terrible posibilidad de que en el recambio de diputados de octubre el oficialismo se quede con la mayoría. Ahora bien hay dos tipos de mayoría: absoluta y relativa. La mayoría absoluta requiere los dos tercios de la cámara.
Sin embargo, la Cámara, como vimos, tiene 257 miembros de modo que los dos tercios son 171 diputados una cifra que es absolutamente inalcanzable partiendo del hecho de que actualmente el oficialismo tiene 87 bancas de las cuales pone en juego 51 y debería ganar además 84 bancas. Esto ya no es una posibilidad sino un delirio. Entonces mayoría absoluta descartada.
Si dejamos de lado la mayoría absoluta y nos concentramos en la mayoría simple o relativa es decir la mitad más uno de los diputados resulta que la mitad de 257 son 128 más uno serían 129. La pregunta es ¿podría el FpV alcanzar esa cifra de 129 en esta elección? Bueno no solo debería renovar los 51 que pone en juego sino ganar otros 42 diputados cifra bastante menor que en el caso anterior pero igual de inalcanzable y la razón es básicamente la baja representación que tiene la Provincia de Buenos Aires, que a pesar de tener el 40% del padrón del país (tiene casi 16 mill de habitantes) solo contribuye con 35 diputados que renuevan mandato y que se distribuirán entre las listas por el sistema D´Hont. Este es un tema conocido y debatido en el ámbito académico y periodístico (ver aquí)
Los otros distritos de peso, por el número de diputados, son: La Ciudad de Buenos Aires que contribuye con 12 (2,5 millones y está sobrerepresentada), Santa Fé con 10, Córdoba con 9 (con 3 mill está algo subrepresentada en relación a Santa Fé). En todos estos distritos la Presidenta puede ganar en octubre pero es difícil que supere el 35% promedio.
Resumiendo, en los distritos donde Cristina se impone con mayor amplitud (Más del 50%) la contribución de diputados es pequeña en términos relativos (Por regiones, NOA: 4,6 mill de habitantes, NEA 3,6 mill y la Patagonia con 2 mill de habitantes). En la provincia de Buenos Aires (15,6 mill de habitantes), donde Cristina se impondría también por mayoría la contribución de 35 diputados no se corresponde con el número total de votantes y además este número de 35 se reparte según una fórmula que perjudica al primero.
En el resto de los distritos que contribuyen a los cargos de diputados la expectativa del oficialismo debe reducirse a conservar los diputados que pone en juego pero es muy difícil que gane alguno adicional.
La conclusión es obvia no es posible que en esta elección presidencial el oficialismo alcance la mayoría simple en la cámara de Diputados.
El Frente para la Victoria, en consecuencia, continuará con una elevadísima probabilidad en su actual lugar de la primera minoría de la Cámara Baja.
En el Senado no se espera que esta elección pueda producir tampoco grandes modificaciones. Es posible que el FpV mejore en algo sus números y que en alianzas circunstanciales con otros partidos provinciales pueda lograr obtener con más facilidad sus objetivos legislativos,como ha venido sucediendo hasta ahora.
Entonces ¿Cuáles pueden ser las razones por las cuales la oposición plantea esta estrategia basada en el miedo a algo que no puede ocurrir?
La primera razón es que hacer esto es simplemente la continuidad de lo que han estado haciendo y lo repiten aunque no les ha dado ningún resultado: Meter Miedo con el Cuco Kirchnerista.
La segunda razón y me inclino a pensar que es la verdadera razón, es que luego de la derrota electoral y sabiendo que el objetivo de vencer a Cristina se ha vuelto inalcanzable el peligro que corren es la desazón, la pérdida de entusiasmo e incluso el abandono de sus militantes, simpatizantes y seguidores. Para evitarlo es necesario plantear un objetivo alcanzable, es más, uno que de antemano se sabe alcanzable y luego felicitarse por haberlo alcanzado y además haber conjurado la terrible amenaza del predominio kirchnerista.
Una vez aclarado este punto fundamental las preguntas de verdad pasan a ser:
¿Continuará la oposición llevando adelante las tácticas obstructivas que guiaron al Grupo A? ¿Continuará la parálisis del Poder Legislativo que tanto daño le ha hecho al país y a las instituciones?.
Ellos, los opositores, que se dicen Republicanos y defensores de las Instituciones ¿continuarán convirtiendo a la Cámara de Diputados en un apéndice de los grupos de presión mediática y/o económica?
Algunas de esas son las verdaderas preguntas que responden a verdaderos y fundados temores por las desagradables y costosas experiencias vividas en la Cámara Baja durante el año pasado, que llevaron a ese ámbito que debe legislar a una inoperancia total. Su único objetivo era colocar a la Nación en una situación de empate político entre la oposición y el gobierno que le impidiese a éste gobernar, los ejemplos de Martín Redrado y de la designación de Marco del Pont son suficientemente elocuentes en ese sentido, así como el hecho de que tomaran por asalto las comisiones parlamentarias ignorando el reglamento y quitándole representatividad de manera ilegítima al oficialismo. Todas estas maniobras poco éticas y violatorias de la más elemental institucionalidad democrática pienso que han sido valoradas como tales por un segmento importante del pueblo argentino y que eso explica en parte el tremendo castigo en las urnas que sufrieron el 14 de agosto.
bastadeodio
Profe;
ResponderEliminardesde mi concepción ideológica; la lucha política es la lucha por la hegemonía (Gramsci - Evita: -"O hablamos nosotros o hablan ellos")
Todo muy lindo el republicanismo, pero no estamos en Dinamarca.
Y no te digo lo que sucederá en Dinamarca cuando la asalten masivamente las "hordas de inmigrantes"
Vamos a hacerla más fácil. Si mañana me despierto con que el 75% votamos en la misma dirección; voy a estar confiado (y estimo que ese 75% también) en encarar las tantísimas cosas que hay que hacer para el bienestar y la evolución del pueblo, desde el mejor lugar; sin interés mediante que venga a frenar tan noble empresa.
No es Dinamarca, pero en Islandia la de Bjork si que pasó, tenían una vida tranquila y ordenada de siglos hasta que llegaron las empresas de energía extranjeras a explotar el calor subterráneo y luego los bancos para prestarles el dinero para financiar las obras y financiar el consumo europeo y, todo ocurrió en unos breves 6 años, les cambiaron la vida y los arruinaron. Ahora se están despertando y quieren corregir en lo posible el daño. Coincido completamente contigo mi intención no va en contra de la hegemonía si proviene de la voluntad popular, lo que traté de desnudar es la manipulación de la realidad que es la práctica habitual de la oposición. Mienten, Mienten y nos quieren hacer volver al pasado neo liberal. That´s all.
ResponderEliminarGran post, profe.
ResponderEliminarCoincido con las conclusiones: necesitan meter miedo, levantar la moral de la tropa y dar vuelta la página lo antes posible.
Voy a leer el artículo de Flacso.
Ahí en mi blog cité a otro bloguero que hace un desagregado de cómo podría quedar el Congreso de repetirse en octubre los números de las PASO.
Abrazo.