Resultados de la Elecciones Primarias (II)

Las caras de la derrota

Es muy interesante, hasta divertido, observar la catarsis colectiva que siguió a las PASO.
En la oposición con diferencias de matices prevaleció en la noche del domingo, cuando se conocieron los primeros resultados oficiales significativos el estupor, la sorpresa y las respuestas fueron acordes a ese estado, extemporáneas, como la mención de Duhalde a las "banderas de la subversión" o la de Ricardo Alfonsín presentando a De Narváez como el próximo gobernador de la provincia de Buenos Aires, que destacamos en bastadeodio. Carrió o Solanas abandonando sus bunkers y en el primer caso dejándolo solo a Adrián Pérez para enfrentarse a los periodistas, pertenecen a esa misma categoría aunque le agregan un elemento de irresponsabilidad, de cobardía inadmisibles en un dirigente político de un sector.

No se salvaron de ese estupor y de las reacciones extemporáneas la prensa "canalla" que se dedicó sin contención de ningún tipo a denostar a la oposición haciéndola la culpable exclusiva de la derrota y me refiero en particular a la triada formada por Clarín, La Nación y Perfil. Basta recorrer estos diarios en sus ediciones del "día después", el lunes 15, para comprobarlo.

Tampoco se salvaron de esta reacción los dirigentes de la Mesa de Enlace. De Angelis calificó al resultado de "baldazo de agua fría", algo más reflexivo Hugo Biolcati de la Sociedad Rural confesó que el resultado "nos obliga a repensar un poco todo".

La reacción de estos dirigentes se comprende porque el oficialismo, es decir la denostada Cristina, les ganó en su propio terreno: el de los productores agrarios y el de los pueblos y ciudades vinculados a esa producción. Baste ver que el actual ministro de agricultura Julián Domingez candidato a diputado nacional por el FpV apabulló con su 53,7% de votos a Mario LLambías que como candidato por la Coalición Cívica sacó apenas un 3,54%. Es más, LLambías es de Ayacucho y en su ciudad natal solo alcanzó un magro 4,6%.

Pero además Cristina ganó en todas las principales ciudades del país, menos Rosario donde perdió por solo 3 puntos de diferencia: Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en La Plata, en Mar del Plata, en Bahía Blanca, en Córdoba capital, en Santa Fe capital, en San Miguel de Tucumán y en Mendoza capital. En estas mismas ciudades en el 2007 Cristina había perdido frente a Elisa Carrió que por ello salió segunda con el 23% lo que le dio pié para afirmar aquello de la "representatividad segmentada". Pues bien en esta elección Carrió saco el 3,3% casi al borde de la pérdida total de representatividad ni segmentada ni de ningún tipo. Ayer lo reconocía al hacerse la única culpable de la derrota de la CC y afirmar "que ya no tenía ningún poder", sin embargo es difícil creerle, como en la parábola del mentiroso, es más factible imaginarla -luego de un cierto tiempo de silencio- recorriendo los programas de TN y afines repitiendo sus frases altisonantes y sus pseudo denuncias.

Los diarios de hoy y las reflexiones de algunos dirigentes indican en cierta medida un cambio de actitud. Por un lado reconocen errores en la estrategia de alianzas. Algunos comunicadores se preguntan ¿Cómo es posible que Alfonsín, Binner, Carrió y Solanas no hayan podido ir juntos en un gran "frente progresista"? Estos mismos comunicadores o los medios para los que trabajan fueron los que empujaron a Ricardito a hacer una alianza con la derecha representada por Macri, De Narváez y Duhalde y encontraron eco en Sanz, Aguad y Cobos, pero tienen poca memoria al parecer. Y siguiendo la misma lógica se preguntan ¿Cómo es posible que Duhalde y Rodriguez Sáa no hayan podido ir juntos? olvidándose que ellos si tuvieron un intento frustrado de interna en la cual se hicieron mil y una trampas.
Pino Solanas habló y acusó a Víctor de Gennaro de ser el culpable del fracaso de la alianza con Binner y agregó "Me dejaron solo, me traicionaron. No me pegaron en los tobillos, me pegaron en el hígado", además atribuyó en parte la derrota al éxito de la campaña "un milagro para Altamira" en twitter, que dice le restó votos que eran para él.  Pobre Pino sigue apabullado y en el límite del ridículo cuando se repara en que hace solo dos años saco en Capital el 25% de los votos.

Por otro lado comienzan a tomar conciencia de que la elección de octubre está definida y que es muy poco probable, casi imposible, que Cristina no se imponga en primera vuelta. En consecuencia proponen un cambio de estrategia que los lleva a disputar los cargos a legisladores que se pondrán en juego en esa elección. Si no podemos tener el ejecutivo, vamos por el legislativo sería la consigna general. Esto implica toda una estrategia para convencer al electorado de que es necesario cortar boleta, es decir, que voten a Cristina para presidenta, pero que para los cargos legislativos los voten a ellos (que estarán para la ocasión tanto o más fragmentados). A la vista del resultado de estas primarias tal estrategia parece mas bien una quimera.

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