Charlando sobre las Primarias

Este no pretende ser un verdadero análisis de los resultados de las P.A.S.O., eso lo dejo para los sesudos politólogos y encuestadores que abundan en el país, lo mismo que los economistas, lo que no impide que de no mediar grandes dirigentes como Néstor y Cristina, el mismo caiga en crisis tan profundas y recurrentes como la del 2001.

Es bueno siempre tener presente que de esa crisis, que todos los que estamos en condiciones de votar recordamos, no salimos por milagro, porque tenemos el campo más productivo del mundo o porque siempre sobrevivimos porque somos muy piolas. Salimos y estamos donde estamos porque, gracias a quien sea, apareció en el panorama político nacional esta pareja, esta sociedad política de a dos venida de Santa Cruz, con las ideas y los valores muy firmes y muy decididos a no dejarlos en la puerta de Balcarce 50. Esa es la clave, Cristina lo decía ayer nomás: recuperar la primacía de la política sobre los poderes económicos. Primero, o a la vez, porque los Kirchner no le rehuían a ninguna pelea, hubo que recuperar la primacía de la política sobre el poder militar y se hizo. Había que poner a la Justicia de pié y se hizo, se renovó la Suprema Corte y se preservó su independencia, se reabrieron las causas por las violaciones a los DDHH y se condenó a varios de los responsables en juicios históricos que hoy continúan, se recuperaron para sus familias legítimas más de cien nietos privados de su identidad de origen.
La lucha contra el poder económico y su pata mediática se está librando y lo importante es percibir que ese poder que parecía omnímodo, desde lo material y hasta desde lo teórico comunicacional, está comenzando a mostrar sus limitaciones. Ya no pueden fabricar e imponer candidatos a placer. Ya no pueden conformar la "realidad" a su gusto.

Le escuché decir anoche a ese joven "genio" de TN Sergio Lapegue, el de "enciende y apaga la luz", lo siguiente. Cuando era evidente el aplastante triunfo de Cristina el señorito llegó a la conclusión que "la gente" había votado sin saber lo que votaba, que no había tenido en cuenta la corrupción, ni la inflación, ni la inseguridad y bueno que eso explicaba el (lamentable) resultado. Lapegue no es el único que se cree sus propias mentiras, lo mismo les sucedió a los grandes protegidos de TN de esta elección, Duhalde y Alfonsín. Ambos fracasaron. El pueblo les dio un sonoro cachetazo para sacarlos de su sueño ¿Se despertarán?.

Ese panorama de desconcierto era palpable en la mayoría de los bunkers quizás con la única excepción del de Binner donde por lo menos podían exhibir el módico logro de ser la fuerza que más ha crecido en estas últimas semanas. Está claro que eso tiene valor si se mantiene, si revela una tendencia, pero ello no será fácil. El FpV deja poco lugar para una fuerza de centro izquierda, la esperanza de Binner parece ser ampliar su base hacia la derecha incluyendo a sectores "del campo" pero estos no son ni tan homogéneos ni tan antikirchneristas como lo eran en las épocas de la 125 y el 10% de su cosecha indica las limitaciones de esa estrategia. Ni siquiera le ganó a Cristina en su propia provincia muy rural por cierto.

Los festejos en el resto, en los que los hubo porque algunos se llamaron a un prudente silencio, fue forzado y paradójico, hasta patético por momentos. Hoy los comentarios de Duhalde sobre "las banderas de la subversión" que llevarían los simpatizantes del gobierno han sido prolijamente borrados de los resúmenes informativos, quizás pase lo mismo con la absurda bravata de Ricardo Alfonsín de presentar a De Narváez como el próximo gobernador de la provincia de Buenos Aires, cuando la diferencia entre el y Daniel Scioli que va por la reelección es de 30 puntos. Nadie en su sano juicio se lo cree. El tema es si este señor se debe o no presentar. Pero bueno ese es un problema que deben tener todos los candidatos de la oposición. Sin embargo, deben hacerlo porque esa es la regla, por respeto a la democracia y a los ciudadanos pocos o muchos que los apoyaron.

Dicen que Pino Solanas se retiró del bunker a poco pasadas las seis de la tarde, hora del cierre de los comicios, lo hizo sin hacer declaraciones y pronto el local quedó vacío. Pino que durante toda la campaña se paseo por los medios como si él fuese el candidato y no Alcira Argumedo, la que verdaderamente necesitaba con avidez ser conocida por los votantes. En fin otra muestra más del vedetismo y la soberbia del cineasta que están en el origen de la debacle de Proyecto Sur. Algunos le echaban la culpa a Altamira el que con su campaña twitera en favor de alcanzar el 1,5% les había robado votos. Otros -más objetivos- culpaban al abandono por parte de Pino de la candidatura presidencial lo que los habría desarticulado. Todos afirmaban que el de Proyecto Sur es un proyecto nacional y "que si no se llega al piso, seguiremos peleando, trasmitiendo nuestras ideas."

Duhalde es un caso aparte, hace su negocio de meterle miedo a la gente, miedo a la inflación, miedo a la inseguridad, miedo al estallido social, miedo. Todo aquello que provoque miedo él lo convoca, ayer mismo cuando esperaba los votos de la provincia que lo distanciaran de Ricardo Alfonsín, los que finalmente nunca llegaron (sus vasos comunicantes o no funcionaron o le mintieron) acudió a otra de las imágenes del miedo las asociadas a "la subversión". El problema, para él, es que tanto miedo se le volvió, como en el cuento del lobo, en contra y no despegó. No unió al peronismo antik y quizás contribuyó bastante a su desunión. En esta confederación de pequeños caudillos en el que se han convertido los residuos del peronismo federal Duhalde no es la figura de unidad. Anoche mismo Rodriguez Sá le pegaba duro a él, no a Cristina. Por lo menos él era el único profeta en su tierra.

Macri ausente paseando por Europa, de crucero por el Mediterráneo. Vivo el hombre, se evitó el mal trago de asistir al triunfo de Cristina en la Ciudad. Hay que reconocer que antes de irse habló de ello, del "voto cruzado", lo anticipó. Cristina en su conferencia de prensa de hoy, lunes 15, muy relajada, brillante y bellísima, tuvo una mención para él. Comentó que cuando Macri la llamó para felicitarla, desde el crucero, ella le preguntó "como estaba vestido" a lo que él respondió "con bermudas" en referencia al episodio de mal gusto de "los calzoncillos" en el que él incurrió luego del triunfo en Capital cuando otro era el clima político que se respiraba y los puntos de la oposición se cotizaban alto.

Sobre el resto que decir. La Coalición Cívica con el 3,3% de los votos es una fuerza residual en vías de desaparición. Seguramente se creará la falsa idea de que esto no es así porque Elisa Carrió -que ahora se tira de los pelos de bronca- es una de las preferidas por los medios y cuando se recupere luego de su paso por algún spá seguramente volverá a la carga. Lo que no se sabe es que hará el resto de los integrantes de una fuerza en la que que quedan muchos, pero muchos, menos asientos para ocupar que interesados en hacerlo. La actitud de alguno de ellos, como Adrián Pérez, habla a las claras del descontento.

bastadeodio