Por una Patria Justa, Libre y Soberana

Una Patria Justa, Libre y Soberana - 17 de octubre de 1945 - 17 de octubre de 2015 - Día de la Lealtad - Setenta años

viernes, 31 de agosto de 2012

Crónicas Marcianas

Soledad
No solo se maquillan ciertos políticos para parecer lo que no son y así conseguir algún voto más. También lo hacen, desde luego, las empresas y, por que no, ciertos gobiernos e instituciones.
La NASA no es una excepción. Hay que vender, y si el producto no es suficientemente atractivo, se lo maquilla.

Curiosity está en Marte, y saca fotos, muchas fotos, es necesario para que los de aquí sepan que terreno pisan allí. Pero las fotos que se reciben, especialmente algunas, tienen un interés adicional.
La Nasa como todo gran emprendimiento científico-tecnológico requiere de muchísimo dinero para simplemente subsistir y éste siempre fue un bien escaso, mucho más ahora con la crisis. No basta con el lobby político-industrial, hay que darle elementos que entusiasmen a los votantes (o contribuyentes) y es ahí que entra a tallar de manera ingenuamente visible el maquillaje y, como se trata de fotos, el Photoshop o un  sofisticado equivalente.
Cuando viajamos a Marte, aunque lo hagan solo nuestras máquinas, nuestros pecados van con ellas. También nuestras taras las fabrican y las dirigen.
Un autor genial, Ray Bradbury, lo predijo, lo imaginó con auténtica precisión, pero también con arte.

tapa - años ´50
Los terrícolas habitantes oportunistas de Marte llevaban con ellos, en su piel y sus costumbres, a su planeta de origen y la sociedad marciana del futuro, como no podría ser de otra manera, imitaba a la terrestre, especialmente en sus límites, en sus aspectos más deplorables. Nada de idealización. Esas son sus Crónicas Marcianas. Solo unos pocos marcianos por adopción eran sensibles a la enormidad que significaba pisar el suelo de otro planeta, sumergirse en los abismos del tiempo, en las ausencias, tratar de entender el devenir que se escondía detrás de ese presente rojizo y polvoriento, siempre en penumbra, iluminados por un sol lejano y mortecino, con terribles tempestades...de polvo, con rayos pero sin nubes, a millones de kilómetros de casa. La mayoría solo pretendía ganar dinero y retirarse.

Cortéz recibiendo ofrendas
Acaso no ha sucedido algo parecido cuando el descubrimiento del "nuevo mundo" y eso que éste, a diferencia de Marte, estaba habitado por culturas milenarias. La solución estipulada al conflicto fue que esos bípedos no eran auténticos hombres, por más que a poco que se los viese, en serio, sin el tupido velo de los prejuicios, lo eran e incluso mejores que los propios "colonizadores" en varios aspectos. Lo que sucedió a continuación fue un auténtico genocidio material y cultural, que aún perdura aunque encubierto por los herederos de los vencedores. ¿Pensamos que eso ha cambiado, que los nuevos colonizadores han aprendido de sus errores y son mucho mejores, más humanos que los del siglo XV y XVI?, lamentablemente todo indica que no es así, solo han incrementado su desprecio por las culturas diferentes y perfeccionado sus formas de dominación y exterminio. Buscan vida, si. Se preguntan ¿estamos solos en el universo?, la pregunta no es esa, la pregunta es ¿qué harían los colonizadores si la encontrasen y ésta estuviese a tiro de sus cohetes?, ¿la respetarían, la dejarían ser o harían lo mismo que hicieron y hacen cuando la encuentran en la propia Tierra?. ¿Estamos a salvo del desastre humanitario o del desastre ecológico?. Claramente no es así, ya no hay pequeñas señales, las alarmas suenan de forma estridente, solo hay que escucharlas.
Pero dejemos esos aspectos tan lúgubres de las empresas de conquista pasadas y presentes y pensemos que siempre existirán personas como el fray de las Casas y otros tantos que a lo largo de los tiempos realmente vieron lo que sucedía y se rebelaron en contra de ello. Ellos son la única esperanza de que las cosas pueden ser diferentes. Sigue una pequeña muestra del arte de Ray Bradbury:

Llegaron porque tenían miedo o porque no lo tenían, porque eran felices o desdichados, porque se sentían como los Peregrinos, o porque no se sentían como los Peregrinos. Cada uno de ellos tenía una razón diferente. Abandonaban mujeres odiosas, trabajos odiosos o ciudades odiosas; venían para encontrar algo, dejar algo o conseguir algo; para desenterrar algo, enterrar algo o alejarse de algo.
Venían con sueños ridículos, con sueños nobles o sin sueños. El dedo del gobierno señalaba desde letreros a cuatro colores, en innumerables ciudades:

HAY TRABAJO PARA USTED EN EL CIELO. ¡VISITE MARTE!

Y los hombres se lanzaban al espacio. Al principio sólo unos pocos, unas docenas, porque casi todos se sentían enfermos aun antes que el cohete dejara la Tierra. Y a esta enfermedad la llamaban la soledad,...
Los Colonos

El cohete se posó en un prado verde. Afuera, en el prado, había un ciervo de hierro. Más allá, se alzaba una alta casa victoriana, silenciosa a la luz del sol, toda cubierta de volutas y molduras rococó, con ventanas de vidrios coloreados: azules y rosas y verdes y amarillos. En el porche crecían unos geranios, y una vieja hamaca colgaba del techo y se balanceaba, hacia atrás, hacia delante, hacia atrás, hacia delante, mecida por la brisa. La casa estaba coronada por una cúpula, con ventanas de vidrios rectangulares y un techo de caperuza. Por la ventana se podía ver una pieza de música titulada Hermoso Ohio, en un atril.
Alrededor del cohete y en las cuatro direcciones se extendía el pueblo, verde y tranquilo bajo el cielo primaveral de Marte. Había casas blancas y de ladrillos rojos, y álamos altos que se movían en el viento, y arces y castaños, todos altos.
En el campanario de la iglesia dormían unas campanas doradas.
Los hombres del cohete miraron fuera y vieron todo esto. Luego se miraron unos a otros y miraron otra vez fuera, pálidos, tomándose de los codos, como si no pudieran respirar.
-Demonios -dijo Lustig en voz baja, frotándose torpemente los ojos-. Demonios.
-No puede ser -dijo Samuel Hinkston.
Se oyó la voz del químico.
-Atmósfera enrarecida, señor, pero segura. Hay suficiente oxígeno.
-Entonces saldremos -dijo Lustig.
-Esperen -replicó el capitán John Black-. ¿Qué es esto en realidad?
-Es un pueblo, con aire enrarecido, pero respirable, señor.
-Y es un pueblo idéntico a los pueblos de la Tierra -dijo Hinkston el arqueólogo-.
Increíble. No puede ser, pero es.

La tercera expedición

Marte. Ni hablar del frío tremendo, de la extrema debilidad del aire. Nada agradable, nada vistoso, como intentar descubrir formas y colores en una habitación en penumbras dentro de un traje de buzo.

Marte tal y como lo ve Curiosity


La misma imagen "intervenida"
La dos fotos tienen la misma resolución y, en realidad, son una sola, del mismo paisaje; para verlas completas (1375x1148 pix) debés hacer clic con botón derecho y abrir en otra ventana. En la foto de arriba, sin trucajes, el paisaje es fotografiado con la luz natural marciana y es una aproximación a lo que veríamos de estar allí, en la segunda imagen del mismo paisaje se ha modificado digitalmente el contraste, la iluminación y otros parámetros de color para que reproduzca aproximadamente las condiciones de iluminación existentes en la Tierra. La primera tiene mayor valor informativo, la segunda si bien el algunos aspectos muy específicos puede mejorar esta información eliminando el "ruido de fondo", no es una buena aproximación a lo que veríamos de estar allí. Vos que por ahí tenes en el fondo de tu corazón un colono marciano encerrado, ¿Cuál preferís?

bastadeodio                                                                   

4 comentarios:

  1. La primera, de una.
    Ando coleccionando las fotos que encuentro del Curiosity. Leía muchos libros de astronomía cuando chico, je.

    ResponderEliminar
  2. Ne quedo con la primera, de puro curiosity. La segunda parece la canchita de Garay y Combate de los Pozos.

    abrazo Profe!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. te imaginás jugar al fóbal en Marte ahí si que la pelota no baja nunca y hacer un gol sería un milagro incluso para cualquiera de los diegos, salvo que se juegue con un arco de tres kilómetros de altura. lo que sería la red, mamita querida!

      Eliminar
    2. me refiero de pelota parada, obvio

      Eliminar