De la nueva generación de robots móviles, Curiosity es el de mayor tamaño y complejidad. El primero de esta serie fue el Sojouner (1997) que llegó a Marte a bordo del Pathfinder, un raro experimento de la NASA muy limitado desde el punto de vista científico pero reconocido como un éxito por su bajo costo relativo. En el 2004, le siguieron las gemelas Spirit y Opportunity. Hubo otras naves que aterrizaron con éxito en Marte, como el Polar Lander (1999) y más recientemente la nave Phoenix (2007), pero no eran de la clase rovers, no tenían capacidad de desplazamiento.
Con más de tres metros de largo, más de dos y medio de ancho, poco más de dos metros de altura y un peso cercano a los mil kilos Curiosity, supera en tamaño y complejidad a todas sus antecesoras. Su descenso suave, que utilizó una técnica nunca antes probada (una combinación de retrocohetes y grúa), ha sido uno de los mayores desafíos de ingeniería de la exploración planetaria moderna.
El principal objetivo de la misión es tratar de determinar -sobre la base de la información que le suministren a los científicos las rocas y el suelo del cráter de más de 3500 millones de años de antigüedad en el que descendió- si en algún momento del pasado existieron en Marte condiciones de clima, agua y suelo capaces de albergar alguna forma de vida. No determinar si hay vida hoy mismo, eso no lo puede hacer.
Para llegar desde la Tierra a Marte debió viajar por casi 570 millones de kilómetros, lo que le llevó algo más de ocho meses; el sitio de descenso fue elegido con cuidado por los científicos a partir de la información obtenida de satélites de observación los que llevan ya unos años en órbita sacando fotos de alta resolución de su superficie.
El lugar -elegido por sus condiciones geológicas- es un cráter de impacto llamado Gale, que posee en su centro un pico, el monte Sharp, de algo más de cinco mil metros de altura. Sobre sus laderas es que se prevé se realizarán la mayor parte de las investigaciones de Curiosity. El siguiente video, una animación sin palabras, ilustra los momentos más relevantes del viaje:
El largo viaje y la llegada del Curiosity. Sus tareas en Marte
Su aterrizaje significó un reto especial de ingeniería y cálculo. El siguiente video, también una animación pero relatada, da una idea de la extrema dificultad del descenso ya que -por el tiempo que demoran en llegar los mensajes (14 minutos)- debía ser totalmente automático, es más, los controladores de Tierra, no se enteraron del éxito o del fracaso de esa crucial etapa de la misión hasta pasados siete minutos de su llegada -suave o brusca- a la superficie:
Impresionante descripción del descenso del Curiosity en Marte el 6 de agosto de 2012 a las 2:31 AM hora argentina.
El nuevo explorador obtiene su energía de un generador nuclear, lo que supone una gran ventaja de movilidad comparado con sus inmediatos antecesores, el Spirit y el Opportunity, que debieron permanecer largos días parados sin recorrer ni un centímetro esperando que el viento marciano los liberara, porque sus paneles solares estaban cubiertos de polvo. También su mayor tamaño lo beneficia y es más difícil que le ocurra lo mismo que al Spirit que quedó atrapado e inutilizado por causa de un obstáculo. Su gemela Opportunity tuvo más suerte y aún permanece activa.
El siguiente video es una animación que muestra el sitio donde descendió con éxito Curiosity:
El cráter Gale y el monte Sharp, el sitio de aterrizaje.
En el momento del descenso tres naves de la NASA y una europea, actualmente en órbita, pudieron ser orientadas para seguir el proceso al detalle, lo que es un hecho sin precedentes.
El costo total de la misión Curiosity alcanza los 2500 millones de dólares y como todas las misiones que posaron naves en la superficie de Marte fue planeada y ejecutada por el Jet Propulsion Laboratory (JPL) una división de NASA localizada en el Caltech (California Institute of Technology).
El costo total de la misión Curiosity alcanza los 2500 millones de dólares y como todas las misiones que posaron naves en la superficie de Marte fue planeada y ejecutada por el Jet Propulsion Laboratory (JPL) una división de NASA localizada en el Caltech (California Institute of Technology).
bastadeodio
cómo se nota, Profe, que de chiquito se mataba con los Rasti, y seguro que decía que sería mecánico cuando fuera grande, meta tuerca y tornillito, después, salió filósofo, graciaadió...
ResponderEliminarjajaja, ya te contaré. Abrazo
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