Mi abuela materna, Beba, tenía afasia nominal a raíz de un derrame cerebral, como se decía en ese entonces, cuando -ya hace muchos años- los médicos, eran médicos y los pacientes o los periodistas televisivos, utilizaban su propio lenguaje -menos preciso, pero mucho mejor empleado que el actual- para referirse a las cosas que (nos) pasaban cotidianamente.
No es que en los ´60 y ´70 todos fuesen ángeles o lingüistas expertos, sucedía que solo, y mayormente, llamaban a las cosas por su nombre. Las astucias y los eufemismos que invaden actualmente los espacios comunicacionales eran mucho menos habituales. Si quieren, era el final de la edad de la inocencia comunicacional anterior a la creación de la CNN.
Esa afasia -la de mi abuela Beba- consistía en bastante más que solo confundir los nombres de las cosas, como podría sugerir el título. Mi abuela -antes de enfermar una gran lectora- se había quedado sin lectura, con muy pocas palabras y encima, confundidas. Como mucho del público actual pero sin mediar un derrame cerebral que lo explique.
Cuando mi abuela quería decir que alguien era incorrecto, mentiroso, poco confiable o directamente malo y rechazable, decía simplemente y con mucho énfasis: ¡Mefistófeles!
Juro que me siento, frustrado, con dificultad para hallar la palabra justa que me permita expresar mi indignación. Parecido a como se debía sentir la abuela Beba.
La conducta de Macri y todos -absolutamente todos- sus secuaces del PRO en el gobierno de la ciudad es, a mi modo de ver y sentir, definitivamente impúdica. Esos tipos y tipas, luego de rompernos -metafóricamente hablando- bien el culo, se ríen en nuestra cara, como haría, el también metafórico, Mefistófeles de mi abuela.
Porque ahí está el fondo de la cuestión, lo que más me indigna: nos joden bien y se ríen in our face.
Creo, a esta altura, completamente innecesario explicar en qué y porqué nos joden. La primera -en qué- lo es por su obviedad y dar una respuesta unívoca a la segunda de las preguntas supera, a mi modo de ver, cualquier tipo de lógica o intento sensato y honesto de explicación.
La respuesta posible que me atrevo a ensayar se parece mucho a la maldad o incapacidad en estado puro para amar algo -medianamente trascendente- que parece acosar a los miembros de esta secta -el pro- y a otras sectas tan mefistofélicas como él. Quizás es porque como en la metáfora de dios y el diablo, el primero representa el bien en estado puro y el segundo el mal absoluto. Y de lo que se trata es de la eterna batalla entre ambos. Pero no sirve, porque sabemos que en la realidad las cosas nunca son tan claras y distintas y que éstos son personajes de fantasía. Útiles, pero no más de lo que lo son los minotauros o los ícaros.
Lo que sucede es que a pesar de volar tan bajo en sus ideales y sin riesgo de quemarse, estar tan atragantados de frases vacías de todo contenido en sus discursos, estas ideas y discursos y, sobre todo, sus caras, ¡mi dios!, sus caras, son reproducidas hasta el hartazgo por los medios amigos (de ellos claro) que lo banal, lo engañoso parece volverse plausible y hasta deseable.
Por ejemplo, dicen a coro mediático: ¡Nos tiran el Subte por la cabeza!, yo digo: Ojalá se pudiese, estaría buenísimo que venga un Goliat (o unos cuantos) y lo hiciere y a ver qué pasa.
O, dicen de los metrodelegados: "su paro es político" y yo me digo: y su inacción, su indiferencia, hasta diría satisfacción, por la desventura en la que nos sumergen a los que transitamos o vivimos en la ciudad, que es sino "política" porque o es eso o es el mismo diablo metiendo su cola, ¿me entienden?. Eso es política y, como siempre, política es optar por a quién se beneficia y a quién se jode en términos relativos, porque la manta es corta y el frío mucho.
Los medios reproducen millones de veces esta estúpida frase: "estos dos -por los gobiernos de la Nación y la ciudad- se disputan el Subte pero en el medio estamos nosotros, los usuarios", falta agregar, lo no dicho: ¡qué malvados son!.
La frasesita da por sentado algo que está muy lejos de la verdad. No se discute por eso. Macri quería el Subte, el PRO lo tenía presente en su programa electoral y en sus discursos. El gobierno nacional estaba de acuerdo en realizar el traspaso de lo único que tenía en su poder, la administración. Ambos se reunieron, luego de un ida y vuelta por parte del PRO, es cierto, pero lo hicieron y firmaron un acuerdo. El gobierno de la ciudad lo puso en marcha cuando aumentó -por sí solo- la tarifa. ¿Que más hay que saber para rechazar por falsa esa idea de dos peleando por algo?. Hay uno que quiere que se cumpla el acuerdo firmado y el otro que quiere violarlo, transformarlo en papel mojado. Eso es todo. La responsabilidad es en su totalidad de Macri y sus secuaces.
Luego de admitido eso puede uno sentarse a analizar que concesiones razonables se le pueden hacer, desde el gobierno nacional al gobierno de la ciudad, para ayudarlo a gestionar correctamente el traspaso. Eso es todo. Cumplan el acuerdo y hablamos, todo lo demás es cháchara salida de la boca del gran mentiroso que es Mefistófeles.
Nota: Mefistófeles o Mephisto, que representa al diablo, es un personaje central de la conocida obra teatral Fausto del dramaturgo alemán Goethe, y es a quien el protagonista, Fausto, le entrega su alma al firmar, con una gota de su sangre, un pacto mortal.
bastadeodio
Estimado Profe:
ResponderEliminarEn la ciudad de Buenos Aires, junto a algunos sectores de otras zonas de Argentina - afortunadamente limitados - prevalece el criterio individualista que sostienen los autosuficientes, los que tienen asegurada su existencia en menor ó mayor grado SIN la intervención del Estado. Recordá el destacado lugar de Miguel Torres Del Sel en Santa Fe, el salteño Alfredo Olmedo y, oh casualidad, el doble triunfo consecutivo del bicialcalde reacio al transporte urbano bajo tierra que, inexplicablemente, iba a construir 10 Km. de túnel por año, lo cual a estas alturas hubiera DUPLICADO la red existente.
Todos pertenecen a la otra parte, para nada nacional y mucho menos popular. Son los nazionalistas deportivos, como sucede en España actualmente que cosecha grandes éxitos en las canchas y estadios mientras una coneja que se agiganta va recorriendo sus ciudades y aldeas, donde realmente vive "la gente".
La era Macri, inaugurada en 2008, sólo desaparecerá cuando aumente la proporción de sentido comunitario de la ciudad, de interés por el semejante, despegándose un poquito de ese individualismo de mierda que me sirve a mí y jode a todos los demás.
El sólo escuchar a cualquiera de sus funcionarios, además de indignación me produce un profundo desagrado y una enorme desilusión. Hace más de 70 años que tengo el privilegio de vivir en esta magnífica ciudad y cada vez me resulta más difícil aceptar lo que veo y escucho diariamente.
Concuerdo totalmente con tu mensaje, pero la culpa NO LA TIENE EL CHANCHO.
Faltan 119 días para el 7 de diciembre.
Saludos
Tilo, 71 años
Coincido totalmente con tu punto de vista. Abrazo
EliminarTe salió de las tripas, Profe. Muy bueno.
ResponderEliminarPero a este no le da el piné ni para diablillo. Demasiado mequetrefe.
Gracias Daniel, tal vez el Mephisto no sea Macri sino quienes lo sustentan, sean ciertos electores, poderes fácticos o medios de comunicación. Las consecuencias del pacto sellado con sangre sin embargo las pagamos todos. ¿Hasta cuándo?
EliminarEl problema es que Macri sabe bien para quienes juega y no va a mover un dedo para mejorar la situación de los usuarios como no hizo nada para mejorar la situación de los internos del Borda. Por default, si la Nación no hace nada, nadie lo hará.
ResponderEliminarEso lo digo aunque jode bastante fuera de la CABA esa autonomía pagada que un alto porcentaje de los porteños desea y que el alcade subtífugo proclama.
Así es Iris, Macri siempre tira de la manta para cubrir a los mismos, a los que no lo necesitan, los que no pasan frío, sin embargo con ellos no le alcanza por eso es necesario el engaño, el uso de sus "poderes" de convencimiento mediante subterfugios y es en esos pases de "magia" en los que convierte a lo evidente en falso y a lo ilusorio en realidad donde reside su fuerza y su talón de Aquiles.
ResponderEliminarInteresante neologismo ese de sub-tífugo, me gusta, es justo aunque en realidad, huye de todo lo que sea gestionar los recursos para dirigirlos hacia quienes más lo necesitan.
EliminarProfe, no sé si viste la comunicación con santo Biasati ayer a la noche, donde dijo que Pianelli era de DElía y Segovia, no sé, una barbaridad, como decir que era del IRA. Hasta el mismo Biasati lo trató como a un idiota. Y este badulaque quiere ser presidente, es lamentable, no sirve para nada. No podía articular una frase, salvo palabras sueltas como "equipo", que lo usa para todo, incluso se refirio a las formaciones de subte como "equipos". "Necesitamos los "equipos" nuevos. En un momento me sorprendí cagándome de risa, y la verdad que esto es grave. Abrazo
ResponderEliminarNo Pibe, no la vi, pero puedo imaginarla a partir de tu descripción, Tilo tiene razón, la "culpa" no la tiene el chancho sino el que le da de comer. ¿Cuando se avivarán los porteños?, espero que, por el bien de todos, sea más pronto que tarde, es que el problema son los posibles reemplazos de Macri, a cual peor. En fin...
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