Ciudad Universitaria - UBA |
Realmente estoy impresionado mal por la forma en que esta gente, la del PRO y buena parte de la oposición, confunde oponerse a las políticas del gobierno con denigrar al país, a su gente y a sus instituciones, en cada oportunidad que se les presenta. Tanto dentro del país como estando fuera de él, lo que es todavía más grave. Al parecer el mal ejemplo de Cavallo cuando fue a decir a sus amigos de Washington que Argentina se caía a pedazos y que no había que prestarle ni un dólar y que fue el tiro de gracia al ya muy comprometido gobierno de Raúl Alfonsín, ha sido tomado como una virtud y lo emulan a diario.
Entre las muchas críticas y ningún reconocimiento que Frigerio le dedicó al gobierno nacional figuró una a las universidades nacionales, mejor dicho argentinas, porque no hizo ninguna matización, lo que no dejó de sorprenderme, porque como es sabido las universidades son autónomas, no todas son sostenidas por el Estado y el gobierno incide sobre su orientación y calificación de manera indirecta.
Es un hecho conocido que este gobierno está cerca de triplicar el presupuesto que el país destina a Educación, Investigación y Desarrollo, que ha elevado a la categoría de ministerio el área gubernamental correspondiente (I+D) y que se ha instalado por consenso un sistema de evaluación de las instituciones académicas y científicas similar al existente en los países desarrollados al que las universidades pueden adherir. Que el sistema de financiación de la investigación ha mejorado de forma sustancial tanto cualitativa como cuantitativamente, es algo que los científicos y tecnólogos del país reconocen de forma mayoritaria cada vez que se los consulta. Del "andá a lavar los platos" de un rabioso Cavallo porque los que saben lo contradecían, a la situación actual media un verdadero abismo. Un resultado de las políticas de los noventa ha sido la fragmentación del sistema educativo y la elevada privatización de la educación en todos los niveles junto con el paralelo retiro del Estado de sus funciones tradicionales. Estos años de 2003 hasta aquí han sido de recuperación del rol del Estado en la educación aumentando el financiamiento del sistema en su conjunto y mejorando sustancialmente su infraestructura con un criterio federal de inclusión y equidad social.
Frigerio dijo que el nivel de nuestras universidades estaba por el suelo, que entre las 100 mejores universidades del mundo figuraban cuatro brasileñas y ninguna argentina, ni siquiera la UBA. No le dedicó mucho tiempo al tema pero su juicio fue lapidario. En calidad educativa en estos diez años hemos retrocedido, dijo y no es el único que lo hace. Los medios cartelizados se han encargado de transformarlo en un lugar común, en una verdad indiscutible. Uno que lleva algún tiempo en esto, no se traga así como así esas afirmaciones, de modo que me puse a averiguar si lo que este tipo decía tenía algún fundamento. Lo que sigue es el resultado de una rápida indagación en internet.
En el mundo se elaboran varios rankings de las universidades, los hay más o menos objetivos, aunque todos están cuestionados. Los hay que hacen explícita su metodología y quienes la mantienen en reserva. A los primeros se los puede analizar y criticar a los segundos ni eso. Frigerio, como es ya costumbre no se preocupó por citar sus fuentes, yo me voy a referir a los datos del Ranking de Shangai elaborado por la universidad Jian Tong de la ciudad del mismo nombre, es uno de los más reconocidos e influyente aunque no está a salvo de críticas.
Según Shangai entre las primeras 100 universidades del mundo no hay ninguna latinoamericana. En este ranking, las primeras 100 están ordenadas una a una pero las siguientes cuatrocientas lo están en grupos de 50 hasta el orden 200 y luego en grupos de cien hasta llegar a las 500 universidades calificadas. La universidad latinoamericana que aparece mejor situada es la Universidad de Sao Paulo, lo hace en el pelotón de 101-150. Las siguientes son la UBA junto con la Autónoma de México (UNAM), están en el segundo pelotón de cincuenta (151-200). La latinoamericana mejor clasificada siguiente es la Universidad de Campinas que aparece en el tercer grupo, 201-300. Todas las universidades españolas figuran entre las trescientas siguientes, 201-300, 301-400 y 401-500, lo que motivó una nota crítica en el diario El País. Entre esas trescientas figuran cinco universidades brasileñas, nueve españolas y las universidades católica y nacional de Chile (401-500).
En lo que hace a los primeros puestos, sobre las primeras 50, 37 son estadounidenses siendo la número uno Harvard, 5 son del Reino Unido, 2 de Japón, Canadá y Francia, respectivamente; 1 sueca, 1 dinamarquesa.
Entre las diez mejores, 8 son de EEUU y 2 del RU, primero Cambridge -puesto 5- y luego Oxford -en el 10-.
Si este ranking revela algo preocupante para nosotros no es que el nivel de la UBA esté por los suelos como dijo Rogelio (n), sino que ésta -probablemente la mayor universidad gratuita y de masas del mundo, lo que la penaliza en los rankings en lugar de beneficiarla- sea la única del país que aparece calificada para merecer un puesto bastante digno entre las "500 mejores".
El ranking QS de las universidades latinoamericanas (lo traigo porque presenta justamente ese corte de los datos, aunque su punto de vista es visiblemente mucho más comercial que el Shangai) arroja los siguientes resultados: El primer puesto vuelve a ser para la universidad de Sao Paulo seguido por la Católica de Chile, la UBA aparece en el puesto diez y la siguiente argentina mejor situada es la UCA en el puesto veinte; le sigue la universidad de Córdoba en el puesto veintidós.
Según el mismo evaluador a nivel global las primeras latinoamericanas son la UNAM y Sao Paulo igualadas en el puesto 169. Campinas en el 235 y Católica de Chile en el 250. A la UBA, QS la relega al puesto 270. Siguen, la universidad Austral (353), Católica Argentina (388). El correspondiente a 2011 es el primer ranking latinoamericano elaborado por QS.
¿De dónde habrá sacado sus datos Rogelio Frigerio?
bastadeodio
Además Profe, con qué criterio y parámetros se arman estos ránking? Quien puede hacer semejante evaluación?
ResponderEliminaren el caso de Shangai están parcialmente explícitos y se los puede ver en el link que pongo, no está un detalle muy importante como son los pesos diferentes que el criterio le da a cada ítem considerado y solo hay comentarios muy generales. de todas formas mi objetivo aquí no es discutir estos criterios, coincido totalmente con vos en que son discutibles y no se puede comparar sin más una universidad de élite y muy cara como Harvard o Cambridge con la UBA que es todo lo contrario. De todas maneras la UBA está lejos de ser lo que debería en función de las demandas del país. Mi interés era desenmascarar el pseudo argumento de Frigerio, no se si lo he logrado. De todas formas y yendo al fondo me preocupa que solo la UBA responda a esos stándars internacionales, de las universidades privadas no me sorprende ya que no hacen investigación, pero hay otras nacionales de larga historia que no figuran.
EliminarLo que dicen cuando tiran el dato de los rankings es esto: hay que dejar de poner guita en las universidades públicas y privatizar la educación superior. Después dirán lo mismo de los hospitales publicidad y citaran algún ranking pedorro.
ResponderEliminarPara decirlo cortito: son unos elitistas hijos de puta que quieren más mano de obra barata por no ser calificada.
Tar cual, Richard, Tar cual.
Eliminar¿Hay algún ranking de universidades públicas? ¿ alguno que considere la razón entre graduados e ingresantes entre los ítem?¿y el número de ingresantes en términos relativos a la población demandante?
ResponderEliminarNo encontré ninguno que hiciese ese corte. Y no es de esperar que lo haya. Esos ranking se dirigen a prestigiar aún más a las universidades de la cúpula y, en consecuencia, premian a una baja relación profesor-alumno y castigan a las universidades públicas de masas. En fin, premian a la élite.
EliminarSi que lo lograste Profe. Estos tipos merodean a ver si encuentran algo por donde entrar y se cuelgan de cualquier cosa. Aún ránkings que no conocen como se establecen ni desde donde se arman (bueno, eso generalmente si).
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