Ellos mienten, el cartel afirma una verdad |
El ministro de educación de la ciudad le teme a la politización de los estudiantes y dispuso una línea telefónica 0800-BUCHÓN para que los padres o cualquier otro ciudadano pueda realizar denuncias con respecto a la presencia de agrupaciones políticas en el ámbito escolar.
Esteban Bullrich, consideró que el "adoctrinamiento de alumnos en escuelas por parte de la agrupación 'La Cámpora' es vergonzoso".
La muy grave decisión de Bullrich no fue motivada por la existencia de denuncias en este sentido realizadas en su jurisdicción sino que se apoya en una investigación -tan poco seria como todas las que emprende- del ex periodista Jorge Lanata ahora convertido, en su programa Periodismo Para Todos, en operador mediático al servicio de Clarín y La Nación.
Roberto Baradel, del gremio docente SUTEBA, repudió "la actitud persecutoria y fascista" del gobierno macrista, sostuvo que "estos métodos ya fueron implementados por la dictadura cívico-militar" y adelantó que realizarán "las denuncias correspondientes ante el INADI, la justicia y la Corte Interamericana de derechos humanos".
Macri intenta instalar el miedo y desmovilizar |
Entre las justificaciones esgrimidas por Bullrich estuvo ésta:
"Los jóvenes no son tontos pero, de cualquier manera, no hay que admitir que se usen los fondos de todos nosotros para este tipo de búsqueda de pensamiento único".
La primera respuesta que se me ocurre es que en la decisión hay mucho de paternalismo e incluso de autoritarismo dirigido hacia los alumnos. Es claro que éstos no son tontos, es más se unen inteligentemente y actúan en defensa de sus derechos como estudiantes más allá de banderías partidarias, como bien quedó demostrado en las luchas, huelgas y ocupaciones de escuelas de la ciudad realizadas el pasado año y motivadas por el tremendo estado de deterioro en que las sume la política educativa que el ministro conduce bajo las órdenes de Macri. Castigar a la escuela pública y gratuita y beneficiar a la escuela privada y confesional es su norte. No hay más que ver la evolución en el tiempo de las partidas presupuestarias destinadas a uno y otro fin. Sin embargo, una parte de la sociedad apoya este intento de someter y acallar a los jóvenes. Es fácil adivinar la razón, el futuro es de los jóvenes, someterlos es condición necesaria para la continuidad de los privilegios.
El problema, en el fondo, es que no hay ninguna conexión valedera entre esta decisión de Macri de abrir un canal de denuncias, más propagandística que otra cosa, y la realidad de las escuelas públicas de la capital. Contribuyen a crear un fantasma, la presencia ominosa de "La Cámpora", inducen una preocupación adicional y una presión sobre los padres y los alumnos de una forma absolutamente regresiva, que recuerda al ¿sabe usted en qué anda su hijo? de la dictadura: ¿qué es lo que deberían en todo caso denunciar estos sectores, más las autoridades de la escuela y cualquier ciudadano dispuesto?, ¿que cosas motivarían la denuncia?, ¿toda actividad política?, ¿solo alguna, por ejemplo, una que intervenga La Cámpora?, ¿reclamar porque el gobierno de la ciudad cumpla con los planes de obra para rehabilitar los edificios, puede ser motivo de denuncia?, ¿Cuál sería el procedimiento en caso de recibir una?. Son preguntas sin respuesta por parte del gobierno de la ciudad, solo dan un número para hacer "denuncias".
La segunda observación a la afirmación de Bullrich conecta esta aparente defensa de la pluralidad ideológica en las escuelas con la campaña generada por Clarín y La Nación en la que se pretende instalar la idea de que el gobierno de Cristina Kirchner es autoritario, que no tolera la disidencia, que persigue a los opositores y que, en fin, trata de imponer a la sociedad un pensamiento único.
Finalmente, la pregunta acerca de dónde proviene el dinero con el que supuestamente financian sus actividades los militantes kirchneristas que, dicho sea de paso, no pertenecen todos a La Cámpora -la bestia negra asimilable a los Montoneros de los ´70s pero, por ahora, desarmados- sino a una multitud de agrupaciones políticas internas del FPV, que por otra parte, casi todo el mundo conoce.
La oposición dice que se financian con "nuestro dinero", "con el dinero de nuestros impuestos". Es curioso, al parecer el gobierno nacional es el único que haría esto. Ni Macri, ni ningún otro gobernador lo hacen. Difícil de admitir. En todo caso, cuando un periodista o un político o funcionario cobra por operar en favor de una empresa ¿es pagado con el dinero "privado" de la empresa o con el dinero de todos? y peor ¿Cuánto nos cuesta, a todos, el eventual éxito de sus gestiones?. Mientras no se descubra, el hacer lobby, no es una falta a la ética republicana y si se descubre, el que está en falta suele ser quien lo denuncia, como hemos podido comprobar recientemente. Usar los recursos del Estado para montar un centro de espías -como hizo Macri- no es objeto de reflexión, ni cuestionamiento.
¿De dónde provienen los recursos para financiar la campaña contra el gobierno en la que están empeñados Clarín y La Nación? ¿De sus ingresos legítimos o de haberse aprovechado del Estado para construir una posición dominante, que les ha permitido durante décadas obtener unas ganancias extraordinarias a nuestra costa?.
En el fondo de esta crítica está la intención de acallar al gobierno, de paralizarlo, de impedirle intervenir en la política a través de sus militantes y agrupaciones. Siempre ocurre con los gobiernos que manifiestan en los hechos, o en en un discurso creíble, su voluntad de cambiar las estructuras del privilegio, pasó con Raúl Alfonsín y la juventud radical de ese entonces. En cambio no sucedió lo mismo con De la Rúa y su coordinadora de sushi y champán. Tampoco con la desmovilizadora década menemista, en ese caso -como en el fallido gobierno de la Alianza- la movilización ocurrió por fuera del gobierno, como forma de resistencia -los recordados piquetes- y fue condenada por los mismos medios que hoy condenan a La Cámpora.
Una buena muestra de que el fantasma de La Cámpora lo crean aquellos que se oponen a las transformaciones que se están operando en nuestra juventud, al paulatino resurgimiento de la solidaridad y al abandono de las posturas individualistas y nihilistas que azolaron a la juventud de los '90, son las actividades de militancia barrial que realiza la Cámpora en conjunto con la Federación de Estudiantes Secundarios. Simplemente miren este video, producido por la propia agrupación:
La Cámpora Secundarios en la Jornada Solidaria de la FES en la villa 21-24 15/08/2012
En el post anterior me ocupé de esa muletilla acerca del "pensamiento único", lo sucedido no hace más que confirmar que se trata de una campaña montada para provocar en los padres el miedo y el desánimo y confundir aún más a la opinión de los sectores medios, apelando a sus peores características.
Debemos recordar que entre los antecedentes de esta administración macrista como supuestos defensores de la libertad de pensamiento de los alumnos secundarios de la ciudad, estuvo el hecho de ordenar el año pasado a los directivos de las escuelas que confeccionaran una lista con los alumnos que adhirieran al paro estudiantil acordado libremente simplemente en demanda de mejores condiciones edilicias.
Debemos recordar que entre los antecedentes de esta administración macrista como supuestos defensores de la libertad de pensamiento de los alumnos secundarios de la ciudad, estuvo el hecho de ordenar el año pasado a los directivos de las escuelas que confeccionaran una lista con los alumnos que adhirieran al paro estudiantil acordado libremente simplemente en demanda de mejores condiciones edilicias.
bastadeodio
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