Buenos Aires - Avenida de Mayo y 9 de julio - 19-12-2001 |
Sin embargo, lo que más nos hace recordar y establecer lazos entre aquella situación y éstas actuales y, en cierta medida ahora lejanas, es la política, es el fracaso de los partidos tradicionales y la manera en que éstos defraudan las esperanzas de los votantes. Se tenía la terrible sensación que aquellos a quienes elegimos para gobernar habían perdido en esos días el control sobre la economía propia que había pasado a manos de anónimos banqueros, agencias de calificación y directivos del FMI. De ellos dependíamos y de ellos pendía, como en suspenso, nuestro futuro. Hasta trataron de hacernos creer que era inevitable, que tal era la naturaleza de las cosas, de las leyes de la economía.
Considero oportuno recordarlo en este momento en el que las fuerzas -de dentro y de fuera- que nos llevaron al caos del 2001-2002 y sus pretendidos ideólogos están más activas que nunca, no quieren soltar a la presa, no se resignan a ver como la tortilla se les da vuelta. La Argentina, para los voceros de las corporaciones, es un terrible ejemplo de que las decisiones trascendentales pueden ser tomadas de otra manera, que a pesar de que el mundo se ha globalizado, la política nacional puede conservar un elevado margen para las decisiones autónomas, soberanas. Eso no lo pueden soportar, no quieren que el ejemplo cunda. Quieren seguir chupando riqueza sin producirla.
El caso de Grecia es un test clave de lo que puede sobrevenir. Si la izquierda triunfa en las elecciones de junio y el nuevo gobierno se niega a aplicar las duras medidas de ajuste acordadas con el FMI y el BCE, es altamente probable que Grecia termine abandonando el euro, lo que será mostrado como un justo e inevitable castigo a la indisciplina.
A pesar de crecer nuestro país a tasas "chinas" por más de 9 años consecutivos, a pesar de renegociar y honrar escrupulosamente su deuda reduciendo su relación con el PBI a una proporción que envidian los economistas del mundo desarrollado, dicen que nuestro país no es confiable, no es "investiment grade", lo que implica que invertir en él no es seguro y que solo puede acceder al crédito -si lo necesitare- pagando elevadas sobretasas. Muchos -dentro y fuera- festejan y contribuyen a esta incoherencia, a este castigo absurdo e injusto para con el pueblo, porque finalmente es él -siempre son los pueblos- los que pagan las consecuencias de esas acciones. Argentina, como dice Paul Krugman a quien aconsejo leer con atención, tiene mala prensa, (y, muy reciente, aquí) esto es injusto y es deliberado, responde a intereses económicos y políticos definidos. Recordemos, entonces:
17 de diciembre de 2001 (parte del extracto, publicado por Perfil, del libro "Dos semanas, cinco presidentes", de Damian Nabot)
"Los pálidos ojos azules de Jacob Frenkel parpadean nerviosos detrás de sus lentes sin marco. Sujeta el tubo del teléfono con el puño apretado y masculla sus ruegos en inglés.
—Es importante que el FMI entienda que…
La fugaz señal telefónica que atraviesa el planeta desde Buenos Aires hasta Washington sostiene las esperanzas de un gobierno, la política y la economía reducidas a una súplica. Solo las palabras de Frenkel quiebran el silencio del salón.
—Horst (le dice a Köhler director del FMI), las medidas que ha tomado el gobierno argentino... –intenta explicar el banquero-...
Buenos Aires - Plaza de los dos Congresos - diciembre 20 |
...Al otro lado de la línea, en su despacho de 19th Street, el director gerente del Fondo Monetario Internacional escucha impávido....
... -Horst, el desembolso que espera la Argentina...prosigue insistente el banquero, sentado frente a un escritorio de la Casa Rosada.
A su lado escuchan el presidente Fernando de la Rúa y el ministro de Economía, Domingo Cavallo. Miran a Frenkel mientras intentan discernir en los movimientos mínimos de sus gestos si triunfa o fracasa, si una promesa abrirá una rendija para ilusionarse con la llegada de los 1.260 millones de dólares que anhela la Argentina. O si, por el contrario, Köhler colgará con un saludo diplomático a su amigo Frenkel, asesor del banco estadounidense Merrill Lynch, mandadero del mundo de las finanzas, lobista de alquiler, y el fin de la charla cerrará las puertas a cualquier ensueño....
...Presidente, ministros, legisladores, periodistas, inversores, una marea absorta por conocer el veredicto del Fondo Monetario Internacional. El pulgar del emperador hacia arriba o hacia abajo. Turquía acaba de recibir diecinueve mil millones. La Argentina ruega por 1.260 millones de dólares...
...El silencio cruje en el despacho presidencial. Frenkel levanta la mirada hacia De la Rúa y Cavallo, que lo observan anhelantes.
—¿Y bien? –pregunta el presidente.
La respuesta tarda unos segundos en llegar.
Las Ratas huyen de la bronca popular - diciembre 20, 2001 |
NO OLVIDAR, NO PERDONAR, 31 COMPATRIOTAS ASESINADOS POR RECLAMAR SUS DERECHOS, MEMORIA Y JUSTICIA, JUICIO Y CÁRCEL PARA LOS RESPONSABLES
RECORDAR, NO RETROCEDER, ¡QUE NO VUELVA A REPETIRSE!
Nota: tal vez un lector atento habrá notado que personalmente no empleo la palabra "crisis". Ocurre que no creo que lo que se está viviendo en el mundo sea eso, una situación en gran medida inesperada e indeseada que pone en tensión a nuestra vida y a la cual es urgente responder, no se sabe bien cómo. Creo que lo que se llama "crisis" es en realidad una situación deliberadamente provocada, buscada y obtenida por aquellos que se han hecho con el control de la economía mundial e incluso de los gobiernos. Estos, a diferencia de los anteriores enemigos de la humanidad -como Hitler- no son fácilmente identificables, pero su intención de dominio mundial, su inclinación al autoritarismo y su falta de respeto por la democracia y por los derechos de los pueblos es la misma. Hay que buscarlos entre quienes se enriquecen más y más y acrecientan su poder más y más en medio de todo este embrollo, que como todos, significa, dolor, sacrificio e incluso la vida para la mayoría de sus víctimas, los pueblos.
bastadeodio
Muy bueno!!!!! Suscribo cada palabra…
ResponderEliminarCuando dicen que “La culpa es del mercado”, me acuerdo de Videla tratando de explicar qué es un desaparecido…
Qué presentes tengo esos días!!!! Qué lacerante fue ese período!!!!
Recordemos, no olvidemos!!!! Nosotros “estamos marcados”, no vanos a olvidar –salvo los de siempre- pero los que nos siguen tienen el derecho de conocer nuestra experiencia… No debemos privarlos.
Un abrazo