Lanata, Longoni: esa basura no es periodismo

No es una máquina alienígena es una cosechadora argentina

Lanata tiene su programa de periodismo para todos, así se llama. Se emite los domingos en el canal del solcito del grupo clarinete. ¿El programa? Por ahora pocas ideas, nada muy interesante con que llenar los minutos de programación que se hacen eternos.

Un único objetivo aparente: hacer el trabajo que le encomendó el patrón; la dignidad, el prestigio, a esta altura de su carrera poco parecen importarle al afamado "trasgresor" al que solo le queda fumar en sitios prohibidos para mantener la imagen.

En el programa del domingo pasado, 29 de abril, armó un sketch humorístico al mejor estilo CQC -pero degradado- colándole, en las reuniones de empresarios realizadas durante la visita a Angola de una delegación argentina promovida por el gobierno nacional, a un supuesto periodista angoleño que se dedicó a "entrevistar" al super malvado Guillermo Moreno. Un clásico. El resultado puede verse en  este video:

  

En realidad toda esa estupidez sobre Moreno no es noticia, no es relevante, no descubre nada que no se sepa o que ya se haya dicho.
El numerito montado por Lanata y colaboradores viene a confirmar una cosa que cada vez más gente tiene clara: Moreno, a diferencia del Niño Mauricio Macri, cuando viaja al exterior trabaja. Moreno trabaja, siempre. Y es amigable, afable, se divierte y crea un clima amable. Nada condenable, hace lo que debe hacer un secretario de comercio exterior estando en el exterior.

Lo peor, lo más rastrero, lo más asqueroso, no es esa parte de la nota, que es una pobre imitación del estilo de otros programas, pero -que bien mirada- puede tener en una persona sin prejuicios el efecto contrario al buscado y resultar en un halago para el supuestamente denostado Moreno.

Longoni en la época de la 125, un poco más joven y algo hippie

La basura vino de la mano de otro empleado de Clarín, también un periodista de amplia experiencia de nombre Matías Longoni (minuto 9,20 en adelante del video), que además es especialista del pasquín en el tema agrario. Entre otras cosas es autor de un libro titulado "Fuera de Control" dedicado a atacar al director de la AFIP, Echegaray. Se considera "progresista" pero el tipo es, como corresponde a un soldado, salvajemente anti K.
Para los interesados en este señor pueden encontrar algo más de info, aquí y aquí.
Y alguien que opina(¿ba?) diferente aquí.

Más excremento clarinete derramado sin piedad sobre lectores y/o espectadores. El periodista Longoni dice que hizo una investigación. No se sabe que fue lo que investigó, lo cierto es que por lo que dijo en el programa se deduce que ni siquiera gugleó el key: "cosechadoras argentinas" en el buscador. De otra forma no podría haber afirmado que "en el país no se fabrican cosechadoras, la mayoría se importa" y que la empresa investigada por él (llamada Grupo Senor) "bien puede ser una tapadera para desviar fondos del estado", como también se llega a afirmar en la nota aparecida en el pasquín donde trabaja. Y el señor es especialista en temas agropecuarios, en eso se escuda para mentir descaradamente. La mentira del experto se hace creíble solo por su supuesta autoridad. 

En la realidad sucede todo lo contrario a lo "informado" por este sujeto, en la Argentina se fabrican muchas cosechadoras y otras maquinarias agrícolas, incluso se exportan. Aquí se puede encontrar un listado y descripción de las principales empresas nacionales que se dedican a fabricar maquinaria agrícola pesada.  La nota a la que refiero al lector puede parecer un poco antigua pero tiene el interés de una mirada histórica sobre el sector. Y dado el crecimiento del mismo en los últimos años es de suponer que la situación actual incluso puede ser mejor que la del 2006.

Confirma este supuesto el hecho que el conocido fabricante estadounidense John Deere inaugurase en octubre del año pasado -con la presencia de Débora Giorgi- una fábrica de cosechadoras en Granadero Baigorria dedicada a producir para el mercado interno y la exportación. La inversión realizada es de 130 millones de dólares. El proyecto genera 300 puestos de trabajo directos y 1000 indirectos.

Giorgi dijo en esa ocasión que Argentina va por el camino correcto porque “tenemos un país más industrial con una industria cada vez más federal”, y afirmó que “los argentinos no queremos escuchar más respuestas facilistas con falta de propuestas”.

“John Deere es un ejemplo de cómo otra empresa internacional muestra un cambio en su estrategia respecto de la Argentina: lo que antes importaba ahora lo fabrica acá y lo exporta a otros países”, sostuvo Giorgi. La ministra recordó que “en 1996 esta empresa se tuvo que ir del país y hoy está presentando una inversión millonaria que genera producción y trabajo argentinos”.

No es el único caso, una búsqueda rápida permite enterarse de esto en el 2008, por ejemplo. Es la política del gobierno. Sensata, beneficiosa para los trabajadores y para todos en general: fomentar la producción local, sin excluir a firmas extranjeras que hagan inversiones de riesgo. Genera puestos de trabajo y mejora la balanza comercial, pero sobre todo produce maquinaria, en este caso, adaptada a las necesidades locales.

Tan gruesa es la mentira de "Periodismo para todos" que La Nación, que al comienzo se había hecho eco de la "investigación", reproduce -como siempre con un título que no tiene nada que ver con el contenido- la respuesta justificadamente indignada de la empresa afectada por la falsa investigación periodística.

El resto de la información relevante se puede encontrar en el sitio del Grupo Senor, fácilmente se puede reconocer por lo que allí se informa que no hay engaño como se pretende inferir.

Finalmente cabe decir que en ningún momento, ningún responsable de la firma ni ningún funcionario del gobierno y mucho menos la presidenta, afirmaron que se habían vendido 18 cosechadoras a Angola, lo que sí dijeron es que se había firmado una carta de intención (lo habitual en este tipo de tratos) por la cual los empresarios angoleños se mostraban interesados en la compra, pero que esta operación estaba en sus comienzos (esto surge incluso del testimonio tomado por sorpresa al directivo de la firma, el mismo señor Senor, por los enviados de Clarín, como se puede ver en el video).

Es muy simple saber donde está la verdad, solo hay que poder responder en forma positiva a ciertas preguntas elementales:

La famosa cosechadora ¿Existe? ¿Funciona?
La carta de intención ¿Existe?
La empresa involucrada ¿Tiene la experiencia necesaria?
¿Forma parte de la política explícita del actual gobierno este tipo de apoyos?

La respuesta a todas estas preguntas es un SI rotundo

Burlarse como lo hacen de los intentos de una antigua firma, en este caso del más antiguo fabricante de cosechadoras del país y de latinoamérica, e incluso acusarlo de ser tapadera de ilícitos es, además de una irresponsabilidad absoluta que incluso puede meritar una demanda judicial, algo más grave aún pero nada sorprendente en periodistas que trabajan para ese patrón.

En efecto, estos tipos laboran todas las horas del día (y de la noche) en contra de los intereses nacionales, en contra de todo lo que huela a oportunidad de progreso, de mejora, lo que desean -y para ello trabajan- es para el fracaso del país tras el mezquino intento de hacer tropezar al gobierno y enajenarle el apoyo popular del que goza.

Un comentario final: si nuestros industriales de maquinaria agrícola, teniendo el conocimiento necesario, han visto dificultado su natural desarrollo en un país esencialmente agrario como el nuestro, lo fue por la existencia de políticas neoliberales dirigidas específicamente a dejarlos en la lona para favorecer la importación.
Con estas políticas se destruyeron el capital industrial, el capital humano (el know how) y miles de puestos de trabajo. En resumen, retraso y miseria para muchos y pingües beneficios para unos pocos. Que el rumbo haya cambiado es algo que todos los que nos sentimos argentinos y amamos esta tierra y a su gente no podemos dejar de festejar. En esto Clarín, La Nación y sus empleados deben quedarse solos. No way. 

bastadeodio