Me impresiona hasta el asco y me hace sentir culpa ajena la forma cínica y soterrada en que la mayoría blanca de mi pueblo contribuye, consciente o inconscientemente, a hacer invisibles a las minorías originarias. (y no solo a ellas, pero ese es otro tema).
Los medios masivos de comunicación juegan un papel muy importante en este proceso. Es patético observar hasta que punto la información que le brindan a la ciudadanía, es confusa, contradictoria, incompleta, sesgada o directamente manipulada con el fin de convertir en culpables a las víctimas, que no son otras que los miembros de la comunidad toba.
Y la responsabilidad no corre solo, como la mayoría de las veces, a cargo de Clarín, La Nación, o, en este caso, del diario El Comercial de Formosa. En general, los restantes medios, aquellos con los que solemos contar para informarnos mejor, también fracasan en dar una información clara que revele que una mínima investigación periodística ha tenido lugar. ¿Es que acaso lo sucedido en Formosa es un tema menor?
Sospecho, y a la vez encuentro buenas razones para explicarlo, que los canales de comunicación con los pueblos originarios sean débiles o directamente no existan. Solo Página 12, en su edición digital, pone un vínculo, que resulta imprescindible para tener información de primera mano sobre este tema. Cuando las víctimas hablan lo mejor es escucharlas.
bastadeodio - 25 de noviembre 2010
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