Es posible que la escena (¿espontánea o montada?) ocurrida en la reunión de la Comisión de Asuntos Constitucionales - como ocurre con las similares "disputas" del programa de Tinelli - ocupe , durante un tiempo, el lugar del clip más visto tanto en la tele como en internet.
Ese es el hecho comunicacional. El tema me parece relevante y digno de análisis y puede sintetizarse mediante una doble pregunta: La primera es ¿Cuál es el contexto que puede servir como antecedente para comprender, racionalmente, las actitudes exhibidas por unos y otros? y, la segunda, ¿Cómo se inscriben éstas acciones en el marco o formando parte de una estrategia o táctica política?. En palabras más llanas, qué elementos nos facilitan entender lo sucedido y, tal vez, avizorar lo que vendrá. Ese, entonces, es el sentido, la intensión, de este análisis.
Veamos. En lo inmediato me resulta imposible separar los hechos de la estrategia que se dio cierto sector de "la oposición", en especial el liderado por Carrió, frente al debate del presupuesto.
En efecto, y en primer lugar, el presupuesto 2011 enviado por el ejecutivo , fue discutido en la comisión respectiva durante algo más de un mes y obtuvo dictamen de mayoría. Como tal ingresó a su complicado tratamiento en el recinto, su difícil aprobación dependía de que se concretaran algunos acuerdos previos con algunos diputados aislados del ex grupo AYYY!, éstos eran una parte del bloque radical, del PRO, del PF y, posiblemente, otros más. Tales acuerdos, podemos suponer, consistían en facilitar el quorum y, tal vez, ausentarse en la votación o, incluso, votar a favor. Es posible pensar, y algunos/as de ellos/as lo han expresado, que ésta actitud se inscribe en una concepción que prioriza la "gobernabilidad" actual, por encima de las tácticas inspiradas en las futuras elecciones 2011. Esta estrategia puede ser definida como institucionalmente responsable.
En segundo lugar existen, también dentro de la "oposición", quienes se oponen a esta estrategia de una forma casi tan virulenta a como lo hacen con respecto al gobierno. Este sector aparece, cuando "las papas queman" habitualmente liderado por Elisa Carrió - nuestra reina del serpentario - La estrategia de esta señora, subordinada de manera descarada a los poderes fácticos "liberal restauradores", consiste en destruir sistemáticamente toda alternativa política que implique una consolidación de los proyectos políticos de los adversarios, tanto sean éstos los del radicalismo como del justicialismo (ojo, no sólo del llamado "kirchnerismo"). Recordemos las palabras de Raúl Alfonsín sobre ella: "esta señora es la peor enemiga del radicalismo". Carrió, como expresión política, es la más clara, sistemática y coherente oposición a lo que podríamos denominar "el campo nacional y popular". En pos de sus fines, como corresponde, no tiene pruritos en pactar con lo que para nosotros , los Nac&Pop, es el mismísimo diablo.
Además, esta señora, antes de tomarse las recientes "vacaciones" en el spa y bastante antes de que el presupuesto 2011 ingresase a comisión ya había avisado de que ésta sería su gran batalla dirigida "a dejar al gobierno sin nada".
De modo que Carrió y quienes la acompañan en esta campaña destructora , sea de forma visible o solapada, provocaron, buscaron, con denuncias sin fundamento o incluso falsas, abortar y finalmente tuvieron éxito (aunque quizá solo lo sea en apariencia) la posible estrategia del gobierno (en realidad, solo de lo que sería su plan A, la aprobación sin modificaciones, ya que el plan B, es decir, la extensión del presupuesto actual representa un torreón legalmente inexpugnable).
La "guinda en el amargo postre" es, finalmente y desde lo comunicacional, la cachetada de Camaño a Carlos Kunkel la que, a mi modo de ver, lo que pretende es ocultar, o por lo menos, minimizar, el hecho fundamental de que la misma Comisión de Asuntos Constitucionales que ella preside (!) se había expedido, por mayoría, en no tomar en consideración, por falta de pruebas, las "denuncias" sobre los "intentos de soborno" por parte del gobierno a legisladores de la oposición. Este hecho fundamental - expresa, a mi juicio con mucha claridad, la contradicción existente entre las estrategias políticas representadas por los polos gobernabilidad vs destitución.
El episodio parece repetir, pero bajo la forma de comedia o esperpento, el "drama" de la 125. Tanto allí como ahora, aparece la doble moral, la doble vara para juzgar las conductas de unos y otros. Del mismo modo que los exabruptos de De Angelis, por ejemplo, pretendían ser la justa respuesta a una supuesta soberbia del gobierno, el cachetazo se justificaría en que Kunkel es un "provocador sistemático" y "la tenía cansada".
Es ilustrativo de lo que aquí se pretende señalar (por lo claro, aunque su argumento sea totalmente anacrónico y falso), lo afirmado por el analista político de "La Nación" http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1326092 , Carlos Roberts. Para él éste episodio no es más que una muestra de la continuidad de los enfrentamientos entre los "antiguos y actuales montos" y los antiguos y actuales peronistas "auténticos". Un, digamos, Ezeiza 2.0, en pequeño. En los "productos" de éstos señores "analistas" lo que perdura es la inmutabilidad de sus esquemas, pero también la clara intensionalidad de recrear, artificialmente y sin ninguna base en los hechos, una sensación de gobernabilidad amenazada y de catástrofe inminente. Pero, por sobre todo, muestra cuáles serían los "remedios" para superarla. Estos, obviamente, serían similares, eso sugiere, a los empleados, por ejemplo, en Ezeiza, frente al regreso del general Perón. Asistimos a que el "gorilaje" interpreta la historia peronista a su manera y reclama o añora un "Peronismo (Federal)" más "auténtico" y "combativo", tipo Osinde, digamos (quizá Duhalde, a pesar de su verborragia, les parece tibio y poco comprometido con la acción directa).
Dejo para el final "lo que vendrá". En relación a esto, me gusta mucho la distinción, que ya hace bastante tiempo y antes que nadie, establecieron los Kirchner, Néstor y Cristina, entre el "país real" y el "país virtual". Ellos lo extrajeron de su seguramente amarga experiencia con la 125. Esta distinción hace pié en lo comunicacional, por un lado, y en la acción transformadora de la política, por el otro. A los Kirchner les llevó quizás más tiempo de lo deseable darse cuenta de la importancia de la lucha comunicacional, aunque uno lo entiende si se toma en cuenta su historia anterior de militancia. Pero ellos finalmente comprendieron la importancia de esa faceta de la política, salieron al ruedo, comenzaron a dar contundentes respuestas y la situación comenzó a cambiar para bien del campo popular y del proyecto.
Mientras tanto, "el país real" mejoraba, sin pausa, todos sus índices (ojo, mejorar es eso, no todo está bien, aún queda muuucho por hacer pero tenemos la convicción de estar en el buen camino). No es ni el momento, ni el lugar para detallar una lista inigualable de logros objetivos, solo decir que "Los Kirchner", no han defraudado ni a su historia ni a las expectativas que han despertado y están generando en la militancia y en el pueblo en general.
La "guerra" comunicacional será, sin duda, durísima, y lo que sucedió recientemente es solo una muy pequeña muestra de lo que vendrá (El Jefe de Gabinete lo ha expresado con claridad en 6,7,8). Se recomienda fervorosamente no bajar los brazos en este tema.
En las otras batallas, las reales, contra la pobreza, la desigualdad, la falta de educación y de futuro para nuestros niños y adolescentes, la de la identidad latinoamericana, la de la soberanía política, la de la verdad y la auténtica justicia y tantas otras, vamos bien, pero no permitamos que el descuido de la otra batalla, la "virtual" les permita, a los adversarios, ocultar los logros y enturbiar una visión de futuro que, por primera vez, en muchos años, se presenta como esperanzadora aún para ya viejos militantes de la causa.
bastadeodio. 19 de noviembre de 2010
bienvenido compañero !!!
ResponderEliminarun abrazo
Adal
me llevo su link para mi blog