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Una Patria Justa, Libre y Soberana - 17 de octubre de 1945 - 17 de octubre de 2015 - Día de la Lealtad - Setenta años

domingo, 4 de septiembre de 2011

Candela y el fetiche yanqui

Sin duda la noticia que ocupa el lugar central en la mayoría de los periódicos, desde que apareció su cuerpito envuelto en una bolsa plástica hasta el día de hoy, es el cruel asesinato de esa piba de 11 años llamada Candela.

Mal intencionadamente el tema se asocia a la "inseguridad" y las relaciones maritales o familiares de la madre de la menor habilitan las teorías sobre la existencia de "mafias" vinculadas al narcotráfico o a "piratas del asfalto". El tema se encuentra metido de lleno en el fango causado por una investigación judicial de sospechosa ineficacia, por lo menos en la preservación del secreto, a cargo del Fiscal General de Morón Federico Nieva Woodgate y el aprovechamiento mediático y político del crimen, tres elementos que están relacionados entre sí como el hambre y las ganas de comer. En este sentido la actitud de De Narváez no puede ser más desafortunada, incluso mezquina."A la provincia la controlan las mafias" dijo

De Narváez "patoteando"
Como se ve la moderación y el llamado al diálogo que siguieron a la derrota del 14, en el caso de este dirigente de extraños vínculos con personajes del narcotráfico, fueron hechos "de la boca para afuera" y pronto volvió a las andadas tratando de hacer responsables al gobierno provincial de Daniel Scioli y al nacional de Cristina Fernández de la muerte de la niñita. Es realmente inmoral. Pero es la vuelta del todo vale para conseguir sus objetivos. Esta actitud la comparte con el núcleo duro de la oposición en crisis. Se verá en octubre si han elegido el camino correcto.

Lo cierto es que hay un tema de fondo, el de la inseguridad en el conurbano bonaerense y en la ciudad de Buenos Aires y el de la existencia de asociaciones delictivas o "mafias" que no se puede negar. Ahora bien, ignorando sus reales causas y apuntando solamente a las consecuencias, por ejemplo, pedir la "pena de muerte" que es un eslogan recurrente, no se solucionará el problema, tampoco lo hará endurecer la ley o bajar la edad de criminalización.

¿Cuáles son las causas de estas nuevas formas de la delincuencia? y, por sobre todas las cosas, ¿Cómo se corrigen?. Ese es el gran tema sobre el cual los políticos honestos tanto del gobierno, que tiene la máxima responsabilidad, como de la oposición, que la comparte, deberían ponerse de acuerdo en serio y dejar de lado toda conveniencia particular. Porque su solución es de interés general o, como a algunos les gusta declamar es en bien de la gente, yo prefiero, en cambio, decir pueblo.

Los años del terror
Para encontrarlas hay que volver atrás en el tiempo. Durante la dictadura del 76 al 83, y en especial hasta la guerra de Malvinas, se produjeron varios cambios muy profundos de naturaleza económica, política y social en aquello que se considera aceptable para la sociedad, los que trajeron como consecuencia cambios en la moral. Por ejemplo, con la excusa de aniquilar a la subversión, el Estado detentó un poder omnímodo sobre la vida, la muerte y las propiedades de todos los habitantes, que dejaron de ser ciudadanos y perdieron todos sus derechos desde el mismo dia 24 de marzo de 1976.
Con este poder en las manos la junta criminal que representaba al Estado mismo, secuestró, torturó, asesinó, se apropió de niños y niñas nacidos en los centros clandestinos de detención. robó propiedades y bienes de desaparecidos e incluso de ciudadanos que nada tenían que ver con las organizaciones guerrilleras o políticas y estos delincuentes, militares y civiles, negociaron con total impunidad esos bienes como si fueran propios. Cinicamente los llamaron "trofeos de guerra" cuando eran el producto de simples robos.

Por ello el juicio a los culpables de la apropiación de niños y niñas y de las torturas y el asesinato de personas detenidas de forma clandestina debe ser seguido por el juicio a los civiles que participaron del aquelarre dictatorial y se beneficiaron de sus productos. Beneficios indebidos que algunos aún gozan.

Se que esto suena utópico, especialmente si se tiene en cuenta que muchos de los que están en esta situación aún conservan un poder nada despreciable y están enquistados en todos los estamentos: empresarial, sindical, judicial, eclesiástico, etc. Pero sin este proceso debidamente garantizado no se habrá hecho justicia, no se habrá restaurado completamente el estado de derecho y no se habrán recuperado los valores morales perdidos. Estos crímenes de lesa humanidad no pueden ser objeto de admistía u olvido.

Sin embargo hay que agregar que la situación descripta no es exclusiva de nuestro país, aunque en él haya tomado ribetes especialmente graves. El mandato, si así se quiere decir, provino del norte, de los EEUU, que en esa época y luego de tener éxito en el derrocamiento de Allende, promovieron la instalación en toda américa latina de dictaduras militares. Incluso orientaron los métodos criminales que estas dictaduras aplicaron. Todo esto está debidamente documentado, porque si algo hay que reconocerles a los yanquis es que documentan todo. Baste recordar las cintas de las conversaciones entre John Kennedy y Einsenhower durante la crisis de los misiles de Cuba o las famosas cintas del watergate de Nixon.

Durante los noventa e incluso antes, desde los mismos EEUU se propició la vuelta a una democracia controlada y orientada hacia la supremacía de la economía por sobre la política y, por supuesto, la orientación de esa política económica era el neo liberalismo propiciado por Reagan y administrado por el FMI.

Menem y "Su", muy jóvenes
Si los setenta significaron la pérdida de valores como la defensa de la vida y del estado de derecho, también implicaron la destrucción del tejido productivo industrial con una enorme pérdida de empleos disimulada en parte por el endeudamiento externo, los noventa significaron, entre otras cosas, la pérdida de valores tales como la importancia de lo colectivo, el reemplazo de una solidaridad profunda por el simulacro de las colectas faranduleras que eran tan comunes en la TV de esos años. Incluso se acuñó por esos años el feo término -que aún conserva su significado- de "farandulización de la política".
Esa festichola estuvo acompañada por la de las privatizaciones que llevaron a la enajenación del patrimonio nacional acumulado por generaciones, junto con un irresponsable endeudamiento externo que condujo al país al estrangulamiento financiero y al default, anticipando en una década la crisis global de las economías de los países desarrollados. Al igual que en la dictadura, este proceso que llevó al país a la bancarrota y a millones de argentinos a la pobreza extrema y a la desesperación, tuvo además de responsables políticos, Menem, Cavallo, De la Rúa, etc, sus correspondientes apoyos empresariales, judiciales y eclesiásticos.

Tampoco en esto estuvimos aislados y de igual forma en que los EEUU propiciaron las dictaduras criminales también lo hicieron con el exacerbado individualismo y egoísmo social de los noventa. Pero de una forma mucho más mediada por la globalización. Al punto que hoy, el gobierno de Obama y especialmente su pueblo sienten la presión del establishment por imponerles recetas neoliberales similares a las de los noventa que seguramente provocaran recesión y desempleo entre las clases populares pero a la vez harán a los ricos más ricos en términos absolutos.

Todas estas pérdidas de valores humanos y patrimoniales se han ido depositando como capas geológicas sobre el alma y la vida cotidiana de los argentinos. Están ahí aunque no siempre las percibamos. Estuvieron allí, por ejemplo, durante los incidentes del Indoamericano, tanto en las reacciones de algunos de los vecinos de Villa Soldati, como en las del máximo responsable institucional de la ciudad Mauricio Macri. Están ahí en la decadencia del hospital y la educación públicas. Estuvieron presentes también en las calles de Hurlingham.

Y están detrás de la muerte de Candela y también del irresponsable aprovechamiento mediático y político que provocó.

Los políticos opositores deben comprender que la actitud de responsabilizar siempre al gobierno es de dudoso rédito político y no contribuye en nada a la solución del problema. Es contradictorio, por ejemplo, oponerse a León Arslanian cuando estaba a cargo de la seguridad en la provincia de Buenos Aires y limarlo políticamente por "garantista" y luego reclamar por el fin de la entente criminal policial.

Pero además y simultáneamente hay que atacar seriamente dos problemas. Uno es la pobreza y sobre este tema a pesar del impacto muy positivo de la A.U.H. queda mucho por hacer en cuanto a trabajo y vivienda dignas, por ejemplo, el generar polos de desarrollo en el interior del enorme país que tenemos que impulsen una redistribución demográfica de la población apoyándola con beneficios impositivos, vivienda y oportunidades de capacitación en el trabajo.

Pero entre estas cosas debemos dejar atrás el fetiche yanqui, la idea equivocada que los dirigentes, políticos y sociales de ese país ven mejor y más lejos en el tiempo lo que nos conviene a nosotros. Esa es la gran enseñanza de la historia remarcada por esta crisis global provocada en gran medida por los propios EEUU y su ansia desmedida de controlar el mundo, cuando es incapaz de controlar su propio territorio y asegurarle el bienestar a sus habitantes.

Hay suficientes muestras de que esto es así y que no necesitamos, es más, no nos debe interesar ni un poquito así -por lo menos por ahora- lo que estos supuestos genios tengan para decirnos sea esto a favor o en contra. Si nos comprenden mejor, bienvenido sea, si se muestran solidarios mejor aún, pero no lo necesitamos ni lo esperamos, mucho menos de sus dirigentes sean estos políticos o empresarios.

Ilustración del artículo del NYT
Recientemente se ha publicado en algunos diarios de la capital, no en todos por supuesto, un artículo de un periodista yanqui un tal Ian Mount que es autor del libro "El viñedo en el Fin del Mundo: Enólogos Maverick y el Renacimiento del Malbec."
El tipo sabe de vinos, evidentemente visitó Mendoza y aparenta conocer -hasta ahí- a la argentina. Escribió una nota editorial en el New York Times que ha causado cierto revuelo porque sugiere que los EEUU podrían aprender algo positivo de cómo Argentina superó la crisis de la deuda del 2001.
Este es el objetivo fundamental de su nota, sin embargo, hacia el final pone en apretadísima síntesis una serie de objeciones sobre como se lleva adelante la política gubernamental que revelan la "visión desde el imperio" de la línea editorial del NYT.

A pesar de ello, de los diarios locales solo Página12, Tiempo Argentino, La Prensa y los diarios económicos Ámbito y el Cronista, le dieron difusión al editorial. Desde luego no tuvo la más mínima mención en La Nación o Clarín. Pesaron más las alabanzas que las críticas. Como si la ominosa sombra de Papel Prensa dictase la línea editorial de ambos diarios pretendidamente "independientes".

bastadeodio                                                         

7 comentarios:

  1. Impecable Profe. Concuerdo con los orígenes y la gestación de estos flagelos, pero sobre todo con el hecho de que es un tema de urgente resolución. Mafias, participación y protección policial, y el tema de la trata de personas, que no es este el caso, pero avanza y nada indica que vaya a detenerse, cuya desarticulación debe ser priotitaria en la agenda estatal, más allá de cualquier sesgo político.

    Abrazo

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  2. Un gran post Profe. Y como fuiste articulando los hechos. Pensar que estas cosas se han llevado puesta nada menos que parte de nuestras vidas (ni hablar de los que directamente debieron entregar la suya), que podría haber sido más feliz, habiéndola anticipado a la satisfacción de bolsillos insaciables (para qué tanta codicia?) y que no han dudado ni dudan en sestener sus procedimientos aberrantes en pos de su desmedido afán.

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  3. Es muy cierto lo que decís Daniel, duele pensar en los años perdidos, en las felicidades no cumplidas, en las ausencias irrecuperables. Anoche mismo, después de escribir el post, leía el testimonio de Catalina de Sanctis una nieta recuperada, sobre eso: los años perdidos, me impresionó que esa piba de 10 años mediados los 80, percibiese que algo andaba mal con ella y su familia y que al mirarse en el espejo se viese "cara de nada". Me pareció una impresionante metáfora de lo que fue el robo de la identidad y que ella experimentó en "carne propia" y pagó con ausencias y años perdidos. Pero finalmente y eso es lo que importa esta política remoralizadora del Estado que inició Néstor recogiendo el testimonio siempre presente de las Madres y las Abuelas, le permitió a ella, a Catalina, recuperar no sin dificultades parte de lo que podría haber sido su pasado, vestigios si se quiere pero algo que le era tan propio que su "cara de nada" desapareció y comenzó a sellarse la herida del alma. Les recomiendo leerla, fervorosamente, el link lo puse en la columna de la derecha.
    Un saludo a ambos, Daniel y El Pibe, que últimamente pone post "serios", no deje el humor y la ironía, Pibe, que se le dan muy bien.

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  4. Impecable aporte Profe, sin su permiso, acabo de recomendarlo en mi blog y se lo subí a mi página de feisbú.

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  5. Muy bueno profe, digamos...una clasesita breve de los últimos 35 años políticos de la Argentina.
    Se agradece!

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  6. Coincido con los comentaristas: un gran post, profe. No puedo agregar mucho, sólo decir que el individualismo es la manera que encontraron para sujetarnos. Ya lo decía Perón, con eso de que la organización vence al tiempo.

    Respecto a los opositores: apelan a la mala memoria y a la memoria selectiva que propician los medios masivos.

    Abrazos.

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  7. Así es Ricardo, el individualismo, el miedo y la desconfianza hacia las instituciones sean éstas estatales, partidos políticos u ONGs, por ejemplo, es la base del control social. Los únicos que pretendidamente se salvan de esa desconfianza, esos miedos, son los medios de comunicación del stablishment los que la alimentan permanentemente. De esa manera nos tienen, desunidos, confundidos y manejables. Y cuando todo esto no alcanza, porque los "ciudadanos" reaccionamos, sacan los lobos a la calle para hacer de las suyas, confirmar los temores y aislar las reacciones. Por eso cuando en el 2001 se les pudrió el esquema y en el medio del caos del poder "la gente" comenzó a sentirse "pueblo" y empezó a reunirse en asambleas y salió a la calle con objetivos incompatibles con ese control, vino el bombero a apagar el incendio con más "seguridad" y los lobos que soltó se llevaron puestos a Maxi Kosteky y Santillán. Y los medios muy hijos de puta instalaron la idea que a Duhalde le "tiraron" dos muertos y que por eso dejó el poder. Lo dejó porque el laburo estaba hecho y había que adecentar el engaño. Les salió gallareta porque el que apareció providencialmente fue Néstor que les hizo un gran corte de manga y cambió el rumbo de la política gubernamental. Encrucijadas de la Historia que muestran la importancia de los individuos. Hoy esos cambios del 2003, esas convicciones, están dando sus frutos no solo aquí en nuestro querido país, sino en muchos de los vecinos de Sudamérica. Y algunos, ciegos, estúpidos o malintencionados dicen que sudamérica a pesar del éxito económico que experimenta y a su "bandera a medio construir", "vive al borde del error histórico", como si aquí no pudiésemos entender lo que sucede en el mundo, como si no fuésemos suficientemente maduros para decidir nuestro destino. Hay que ver los hijos de puta que hay en los medios de comunicación. Esto que comento y que me hizo hervir la sangre leerlo, no lo leí en un diario o en un pasquín político, sino en un artículo de la última Ñ que trataba sobre el "fenómeno" Chino.

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