El grado de frustración y desorientación que exhibe la oposición TODA, desde los medios, pasando por los políticos hasta llegar a los comentaristas, a sueldo o por vocación, que enchastran los foros del oligopolio mediático, desborda ya para todos lados.
Incapacitados siquiera para festejar los eventos que les son potencialmente favorables, se dedican con empeño digno de mejor causa a quejarse e insultar a todo aquello que a su sobre saturado sentido del olfato político les huela a KK.
Concentrados como están en tirar denuncias improbables o inventadas de corrupción y hacer recaer en el gobierno toda la responsabilidad sobre la inflación, la inseguridad o cualquier otro mal que nos aqueje, caen con frecuencia en sus propias trampas y rebajan todos los temas puestos a discusión.
Se me puede decir que eso es lo que realmente quieren. Podría ser, pero no lo creo. Aceptarlo sería igual a dar por cierto que los electores son todos estúpidos o ignorantes a los que nada les importa. El descontrol les puede jugar una mala pasada. Como pasó recientemente, se desbocaron, Sanz el primero, miraron las encuestas y recularon. La respuesta política de Cristina también tuvo que ver con ese recule.
El juez de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni. renunció, cumpliendo con la palabra empeñada (¡uno que cumple!) y con lo que manda la Constitución Nacional de 1994. A pesar de que bien podría haberse amparado en la acordada de sus colegas supremos, esa que protege a Fayt y a todos los jueces octogenarios de la dictadura -que están clavados en sus sillas hasta que la muerte los separe- con el solo objetivo de garantizarle los negocios y la impunidad a sus mandantes en las sombras, a media luz y a plena luz del día. Como ocurrió recientemente con la reposición por parte de la CSJN -con la firma de cuatro de sus miembros (excluido Zaffaroni)- de la cautelar que le impide a la AFIP cobrar la deuda que tiene con ella el diario La Nación.
La carta que el juez renunciante le envía a la presidenta esta llena de contenido político y ético, como no podría ser de otra manera siendo como es el más destacado jurista vivo de nuestro país. Reconocido internacionalmente y cuestionado solo por los pigmeos locales. Es una pieza que, entre tanta basura circulante, merece ser leída.
Una muestra de este enanismo intelectual y ético la dio recientemente el "constitucionalista" a sueldo de Clarín, Daniel Sabsay, "el sacado de IDEA". Resulta ser que Sabsay es un constitucionalista "ad hoc", un "constitucionalista autodidacta", ya que su Tesis de Doctorado -obtenido en París- versaba no sobre Derecho Constitucional sino Comercial, según indica su propio CV.
Cabe señalar también que, según figura en la base de datos de la propia Facultad de Derecho de la UBA, dicha Tesis de posgrado nunca fue presentada. ¿Será porque su nota no es para enorgullecerse o porque nunca dio el paso final que es defenderla ante un tribunal?
Pero lo que me parece que supera todo lo imaginable en cuanto al grado de emboludecimiento -valga la expresión- opositor es haber transformado en noticia la elección de la tipografía "Comic Sans Soucí" por parte de quien redactó la carta de renuncia.
Eso me supera. Que en vez de debatir el contenido de la carta -en particular los fundamentos de su renuncia- se discuta el tipo de letra utilizada y si dirigió la misma a Cristina en lugar de hacerlo a Lorenzetti.
La verdad, me dan un poco de asco moral y de vergüenza ajena.
foto (reproducida -sin advertir el doble mensaje- por el diario La Nación en su versión on line).
bastadeodio
No podrían hablar del contenido de la renuncia cuando bancan a Fayt con 96!!!
ResponderEliminarCreo que en la votación de la Nación Nolasco votó en contra.
Felicitaciones al mejor Juez, Eugenio Zafaroni! Lola
Estás en lo cierto, Highton de Nolasco votó en disidencia.
EliminarLa sentencia que repone la cautelar se puede leer completa aquí: http://www.csjn.gov.ar/docus/documentos/verdoc.jsp
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