El lanzamiento sin problemas del Ariane-5 que llevaba en su interior al primer satélite geoestacionario de comunicaciones fabricado totalmente en nuestro país fue una noticia espectacular, algo bueno e importante y, además, imposible de ocultar.
Hizo recular a mucha gente mediocre que se dio cuenta de que al menospreciar el evento estaba metiendo la pata "hasta el caracú" pero que, podemos sospechar, se cuida solo porque está en campaña.
Sin embargo, la mala entraña de algunos, la envidia y la mezquindad que cargan en su interior les impide disfrutar sin complejos lo que sin duda es una muy buena noticia, que nos habla de la capacidad de los técnicos y científicos argentinos pero también de la importancia de la continuidad de las políticas del Estado en este campo.
A nadie se le escapa que este tipos de logros requieren de tiempo y de esfuerzos continuados. Tan importantes son en sí mismos cuanto a que dejan la capacidad instalada (conocimiento e instalaciones) para aspirar a más.
Nada de esto parecen advertir los miserables. No son capaces de ver la enorme diferencia tecnológica entre construir un satélite de órbita baja para observación terrena, como el SAC-1, y la de instalar en una órbita geoestacionaria a 36.000 kilómetros de altura y en una posición espacial específica, una carga útil de una tonelada y media. Colocarlo allí es en sí mismo una proeza técnica que -algunos se van a reír, por ignorantes- según los expertos es más cercana a la requerida para ejecutar misiones interplanetarias que la de poner satélites en órbita.
La dificultad técnica mayor reside en la ejecución correcta de la inyección en la órbita elíptica inicial (a cargo del lanzador, en este caso el Ariane 5) y la posterior maniobra de apogeo realizada por el control desde tierra con los propios motores del satélite, la que tiene por objetivo pasar de la órbita elíptica inicial a una circular geoestacionaria y en una posición espacial -en relación al ecuador- previamente definida (en este caso la posición 71,8º Oeste).
Nadie construye un satélite que no tenga partes de otros proveedores. Ni siquiera eso sucede -en ninguna fábrica del mundo- con el moderno equipamiento electrónico de uso doméstico o profesional. Es de imbéciles o de mal intencionados comparar la fabricación del ARSAT-1 con las fábricas de ensamblaje electrónico de Tierra del Fuego. Lo que hace de un aparato de estas característica "nacional" es el hecho de que fue totalmente diseñado, construido y testeado en nuestro país bajo la dirección técnica de una empresa nacional: INVAP. Lo reconocen las más importantes agencias aeroespaciales del mundo. El ARSAT-1 es un producto "made in argentina" sin el menor atisbo de duda.
Falta concluir la etapa más crítica del proyecto: operar con éxito al satélite desde la estación terrena de Benavídez para llevarlo a su órbita definitiva, realizar las comprobaciones de protocolo y luego poner a punto su operación normal de prestar el servicio para el cual fue diseñado y construido. Solo cabe desearle a los directivos y trabajadores de la empresa ARSAT que su trabajo culmine en un éxito total.
¡¡¡Tres hurras por los dirigentes, científicos y técnicos argentinos!!!
notas al margen:
1) Hay, a pesar de todo, un "consuelo", no son miserables solo en este caso, lo son en todo. Miran la realidad desde una óptica mezquina, deformante y racista. Si no me creen o piensan que exagero, peguen un vistazo a esta otra nota que nada que ver con la política (aparentemente).
2) En el diario Página12 del lunes 20-10-2014, Eduardo Aliverti escribe una nota titulada "Contraste", en ella menciona la nota de Diego Cabot de La Nación: "La curiosa historia del satélite argentino" pero, a mi juicio, interpretándola de forma errónea.
La intención más que clara de la nota de Cabot es la disminuir el logro. Traza una historia incompleta e inexacta de la intervención de Guillermo Moreno (El Gran Maestre del Mal, el Cuco) en el tema de los satélites de comunicaciones (que repite, incompletas, consideraciones ya escritas en su libro "El buen salvaje: Guillermo Moreno. La política del garrote", Sudamericana, 2008) dirigida a embarrar la cancha sin aportar información sustancial sobre el ARSAT-1 con el cual esos sucesos (los del satélite canadiense llamado Anik E2) no se vinculan más que colateralmente. Recomiendo contrastar la historia relatada por Cabot con el contenido de la nota de Adrián Paenza publicada también en Página12, mucho más detallada e informada.
3) El día sábado 18, la Estación de Control de Benavídez, realizó con éxito las primeras maniobras de encendido de los motores para la corrección de la órbita elíptica actual y llevar finalmente el ARSAT-1 a su órbita y posición definitivas, la 71,8º Oeste, y no como afirma Cabot -la 81- ya que ésta será ocupada por el ARSAT-2 que actualmente está en las etapas finales de ensamblado y testeo. Se puede seguir la evolución día a día del ARSAT-1 aquí.
4) En el muy interesante blog Argentina en el Espacio, publican una nota del ingeniero Enrique Martínez donde analiza las implicancias en política científico tecnológica del logro de ARSAT. Para la discusión.
bastadeodio
Fijate que tenés que filtrar constantemente cualquier tipo de información que los hegemónicos tiren a la marchanta para la gilada. Cuando no se trata de puras mentiras, es a través de una perspectiva sesgada, incompleta o tergiversada ex profeso, generalmente, haciendo gala de una indisimulable mala fe.
ResponderEliminarLa idea de Cristina de que este logro inmenso posiblemente no se hubiera producido si ella no hubiese sido electa en 2007 ó re-electa en 2011, no es más que emplear el sentido común. Ninguno de los partiquinos del elenco opositor hizo el menor esfuerzo en el sentido de apoyar a los gobiernos nacionales y populares a partir de 2003 para apuntalar esos proyectos (bah, casi ningún proyecto), esas apuestas al futuro de todos, esa recuperación de la autoestima nacional. Quienes pusieron en manos y decisión de empresas privadas el manejo y la administración de nuestro acceso al espacio y a las comunicaciones, jamás tuvieron en mente a la inclusión. Negocios. Simples y puros negocios. ¿Y el interés y la soberanía nacional? Bien, gracias.
Por eso sangran por sus ridículas heridas y al no poder convencer a nadie de que las vacas y las heladeras vuelan, tratan de cascotear con una honda a la hazaña que sonríe a 36.000 Km de distancia.
Saludos
Tilo, casi toda la información disponible sobre un tema, de una u otra manera, está manipulada y tiene que ser cotejada y filtrada. La información ya no vale nada en sí misma -por eso se "regala"- sino que vale por el efecto que se pretende producir. Esa intencionalidad está incluida en la información misma. Eso es lo que hay que decodificar. Para esos productores de manipulación masiva "la gilada" somos potencialmente todos los subordinados del planeta. Eso creen, pero están equivocados, no somos giles. El soma, 1984, Orwell, funcionando a pleno.
EliminarMuy bueno (y por cierto, me gustó la nota de Enrique Mario Martínez-siempre es un lujo leerlo- y el blog " Argentina en el espacio", ya lo agregué a mis marcadores)
ResponderEliminarGracias :-)
Gracias Iris, coincidimos en ambas referencias.
EliminarOrgulloso del Arsat, los invito a ver este videíto, que preparé para mis alumnos:
ResponderEliminarhttp://youtu.be/DNe2AGxilDw
Saludos, nunca menos.-
Muy bueno el video, lo recomiendo. Si tuviese alumnos (estoy jubilado) se los pasaría, sin duda.
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