Desde el 31 de octubre momento en el que el gobierno introdujo los controles de la AFIP a la compra de dólares fueron retirados de los bancos 645 millones de dólares que estaban en depósitos de plazo fijo y cajas de ahorro. Estos eran dólares en manos de ahorristas que no se veían afectados en nada por las medidas del gobierno. Sin embargo, fueron retirados y su destino es incierto, debajo del colchón, remesas al exterior de empresas extranjeras, especulación en el mercado de cambio paralelo, compra de inmuebles, etc, el hecho es que es un ahorro que se le restó al sector productivo. Esto además puso en aprietos de liquidez en moneda extranjera a los bancos pero el Central salió a cubrir el problema y asegurarle la tranquilidad a los ahorristas que podrán disponer de sus dólares si su decisión es retirarlos. Desde luego que este operativo de llevar calma al mercado seguramente tiene un costo fiscal neto, es decir lo pagamos todos.
La pregunta es porqué los ahorristas reaccionaron de esta manera. Desde luego que "los ahorristas" es una simplificación excesiva ya que los hay de muy variados tipos. Pensemos que el grueso son pequeños ahorristas de menos de 100.000 dólares. La explicación más plausible de este comportamiento es el miedo, pero miedo ¿a qué?.
Durante los diez días que siguieron a la medida restrictiva del gobierno se desató una campaña mediática y via mails y Twitter y que encontró rápidamente su caja de resonancia en la "City" porteña, dirigida a provocar específicamente el temor llegando a afirmar que el gobierno planeaba implementar un "corralito de dólares". A mi modo de ver esa campaña, incluida la falsedad deliberada, es una razón suficiente para explicar la conducta de unos cuantos miles de ahorristas que unos días antes confiaban en que sus dineros estaban más seguros en el banco que "debajo del colchón" o arriesgándolos para obtener algún punto más en una financiera o en alguna cueva especulativa.
Es también fácil pronosticar que en los próximos días o semanas gran parte de esos dólares volverán a los bancos a medida que se vea que el mercado de cambios se normaliza y que el llamado dólar paralelo "negro" o "blue" se reduzca en su volumen y tienda con algún lógico spread al valor del "oficial" o regulado por el Central.
La razón principal de esta presunción es que no hay desequilibrios graves que afecten la economía, no hay tensiones disimuladas que justifiquen la huida masiva al dólar como ha ocurrido en el pasado. Lo cierto es que los salarios de muchos ciudadanos han mejorado lo suficiente como para que puedan ahorrar y por una práctica que ya se ha hecho hábito lo hacen en dólares. Algo que en Brasil, por ejemplo, no ocurre. Pero que se le va a hacer, es una herencia más que nos dejaron los desgobiernos y las políticas neoliberales del pasado que estimularon positivamente la dolarización de la economía. Esos fantasmas y prácticas no se han disipado, a lo sumo se guardaron momentáneamente en el placard.
El resultado final de todo esto, incluidas las medidas de control y limitación, será que lavar dinero mediante la compra de dólares ofrecidos generosamente por el Banco Central ya no será posible y que esas operatorias truchas deberán recurrir a mercados también truchos dejando en ellos una buena parte de lo lavado. Una buena medida, un buen resultado, quizás poco explicado, quizás implementado con una inadecuada preparación, pero absolutamente necesaria.
Lamentablemente otras medidas del gobierno en la dirección correcta como son la de analizar con peine fino los subsidios que actualmente otorga el Estado a diversos sectores económicos y consumidores y una acción concreta, el traspaso del subte a la ciudad, que son medidas aplaudidas hasta por la oposición y que apuntan a facilitar el control de ciertas variables económicas quedaron opacadas por este escandalete del mercado del dólar.
Pero la explicación de fondo, el real origen de esta minicorrida o más precisamente de la resurrección de un temor que parecía conjurado radica en la actitud deliberada de un sector -ya muy conocido e identificado- de los medios de comunicación que transformaron una medida correcta, la del control de cambios, en una excusa para meter miedo.
En la misma dirección de crearle problemas al gobierno está la actitud completamente injustificada de unos pocos de los 20 gremios existentes en la empresa Aerolíneas Argentinas y del gremio de la UATRE presidido por "El Momo" Benegas. Todo indica, por las conexiones existentes, que esa es la reacción de Duhalde y de su gente frente a la catastrófica derrota en las elecciones del 14 de octubre que los llevan a su completa desaparición política.
Benegas amenaza con total descaro con realizar piquetes y cortar rutas "en todo el país" -como si se tratase de la oposición a una 125 reciclada- si el Ministerio de Trabajo no convalida un aumento del 35%, en lugar del 25%, ya concedido para los peones rurales. Benegas justamente el que nunca se preocupó realmente por las condiciones materiales en las que trabajan sus afiliados, lo que es un hecho conocido y sobradamente probado, es ahora, justo ahora, un adalid de sus representados. El objetivo evidente es el de recrear un clima de intranquilidad. (ver aquí)
Realmente prueban una cosa que ya sabíamos, son tipos peligrosos y la convivencia democrática con ellos es difícil porque no aceptan sus reglas. Hay situaciones en las que recurrir a la ley y hacerlo bien es la única forma de ponerles un límite. De modo que es de aplaudir la actitud del Ministerio encabezado por Carlos Tomada con respecto a los gremios aeronáuticos o la UATRE -de concretar sus amenazas- que recurren a estas medidas injustificadas desde el punto de vista de la defensa de los intereses de sus representados y solo tienen la clara intencionalidad política de lastimar al gobierno que acaba de ser plesbicitado en las urnas hace solo veinte días.
bastadeodio
Sabés la cantidad de gente que escuché en estos días agitar el tema del corralito, "porque lo escucharon de buena fuente"?
ResponderEliminarLa gente es muy boluda o no tiene voluntad de cambiar el dial de la radio.
Lo de Aerolineas tiene que ver con ese dirigente que maneja a control remoto De Narváez y hace rato viene jodiendo.
Habría que escracharlo, pero bien.
Y todo junto -al Momo, a los editoriales de La Nación, a Beatriz Sarlo y a la mar en coche; constituyen una única y enorme operación, llevada a cabo por los resentidos de la derrota del 23 de octubre. Y la que nos espera!-
Muy bueno!!!
ResponderEliminarEn cuanto a la "herencia", que escandalosamente nos seguimos haciendo cargo, sucede que a veces es "por causa mayor"... Cuando ahorrás para comprar una propiedad, no te queda otra que hacerlo en dólares... Aunque te resistas y sientas ese "no sé qué"... Sé también que estos ahorristas no acrecientan el porcentaje de los especuladores en general... Como fue un tema que me vino preocupando (felizmente solucionado hace un mes) percibí esa resistencia y ese no sé qué... Es inexplicable que el precio de una propiedad sea en dólares... es más, me irrita!!!
En cuanto a Nuestro Gobierno... Qué aptitud para su actitud!!!!
El Apocalipsis anunciado del dólar... pasan los días y uno aca, de clavo, esperando, y no llega...
ResponderEliminarLo de Aerolíneas me hace acordar al gremio petrolero de Santa Cruz que respondia también a De Narvaez, y que salian con cualquier bardo. Como los docentes (del gremio de la CC, Proyecto Surf y compañía) parando meses y siendo los mejores pagos del país pero reclamando 50% de aumento o no volvian al aula, esos héroes.
Nada de eso supera a Venegas, el agitador del fraudeK, el defensor de esclavistas, peleando por el aumento para la peonada. Sublime.
A Venegas hay que preguntarle por el estatuto del peón rural.
ResponderEliminarSi eso mismo, Ricardo, de eso y del trabajo esclavo. Y perdón por escribir Benegas en lugar de Venegas. Acepto la corrección. Dejé un largo comentario en tu post que me pareció muy bueno espero que lo leas aunque no lo contestes. Un abrazo.
ResponderEliminarLuis el mercado parece estar calmándose más rápido de lo que muchos deseaban es quizá una prueba de que el tembladeral fue más mediático que otra cosa (con la excepción de los retiros que es bien real, pero que de seguro volverán con la frente marchita).
Hilda, la dolarización no es para nada nueva. Los clase media no nos enteramos hasta que los de arriba decidieron en los 70 que permitirnos tener dólares era una buena manera de crear la ilusión de la prosperidad y así hacer sus negocios más tranquilos y la pucha si les funcionó y les funciona aún. Por eso la medida de este gobierno es correcta pero habría, como en el caso de la 125, que haberle puesto un poco más de vaselina.
Dani, lo del corralito es una maniobra típica de los operadores de la city a la cual se prenden gustosos todos los heridos del 23 oct solo para hacer daño. No es que atenten contra Argentina, como dijo Cristina, ellos creen que son la argentina y que los k se la han robado (por lo menos un cacho). Al igual que con el caso de Ricardo dejé un largo comentario en tu post que me gustó mucho. Hace rato que dejé de leer a Row es demasiado pedante para mi gusto y no siempre acierta, aunque ella cree que si invariablemente. Demasiado autobombo.
Unos hijos de puta acostumbrados a especular con muchos dolares; otros, la clase media que cuida sus ahorros, lo cual es entendible, pero propensa a alarmarse y a comprar la primera verdura podrida puesta a todar, y en su gran mayoría no comprometida con nigún otro "proyecto" que exceda su cuenta bancaria. Ayer pusieron en su lugar al famoso dolar paralelo. Y Benegas, una rata de proporciones inconmensurables, por no decir un sorete. Bueno, un sorete!
ResponderEliminarAbrazo Profe
Es cierto, Pibe, la lucha con esta gente no admite pausas. En cuanto al "paralelo" ya casi no existe, si es que alguna vez lo hizo y no fue solo un invento de los medios con alguna ayuda de la city. Lo digo porque hasta ahora -que yo haya leído o escuchado- nunca dijeron nada sobre el volumen de transacciones. Sin ese dato es imposible juzgar su importancia. El spread con el oficial es de menos de 50 centavos. Seguro que si querés lavar 20 millones de pesos y comprar dólares en negro la quita es mucho mayor que ese porcentaje. Es más ruido que nueces. Y los depósitos tardarán quizás pero volverán ya hay calma por la liberación de encajes. La ambición sin embargo no descansa, ni el músculo duerme.
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