El Proyecto PRO se va por la alcantarilla

Hoy Macri habló, pero no aclaró lo que todo el mundo quiere saber: ¿Será o no será candidato a presidente?.
Si puso, finalmente, fecha a las elecciones en la CABA serán el 10 de Julio la primera vuelta y el 31 de Julio la segunda, de los candidatos del PRO para ese fundamental convite nada dijo. Toda la oposición ya tiene cada uno su candidato conocido, por lo menos uno.

¡Ah!, en la primera parte de su, como decirlo charla, desvaída exposición, porque conferencia de prensa no fue, no vaya a ser que le hagan preguntas molestas, ensayó, con visible poca fuerza, rostro resignado y muy lejos de trasmitir convencimiento, una especie de discursillo político de muy poca originalidad apuntando a lo nacional y haciendo afirmaciones, frases sueltas, tales como:
"Estamos viviendo el peor momento de nuestra democracia desde el año 83"
"Con una cultura de la agresión, de la intolerancia, de la prepotencia"
"Hoy convoco a toda la oposición a que nos reunamos buscando coincidir y generar un espacio que devuelva la esperanza y la tranquilidad a esa mayoría de los argentinos que quiere un cambio"

No dijo nada que realmente encendiera los ánimos de una alicaída oposición. Lo que es una pésima actitud para alguien que aspira a comandarla. Nueva Oportunidad Perdida. Claro, en su descargo hay que reconocer que no está para nada claro, ni para nosotros ni para él, a qué tropa estaría arengando.

Basándome en lo que si dijo, las fechas de la elección en la CABA, me atrevo a barruntar que al día de hoy lo más probable es que el PRO juegue a lo que considera más seguro y repita fórmula en la elección local: Macri-Michetti. Lo que supone asumir una clara posición defensiva que saben que no es inexpugnable, todo lo contrario, le temen al "efecto Cristina" y por eso ponen a la elección local lo más lejos posible de la nacional apostando que así pueden conservar alguna ventaja.

En realidad no hay tal ventaja. Hoy, en intención de voto en la CABA, Macri y Cristina tienen según encuestas del PRO un 40% de intención de voto cada uno, muy lejos de los buenos resultados del 2007. La indefinición sobre los candidatos, entonces, solo pretende demorar, limitar el "esmerilado", el desgaste que inevitablemente va a sufrir el propio Macri debido a las justificadas críticas que va a merecer su notoriamente pésima gestión del gobierno. Va a estar bueno ver lo que dicen en los debates de la campaña el arco de los opositores no peronistas al desgobierno del PRO, a ver como nadan en ese mar de compromisos tan cerca de las costas de la elección nacional. Más de uno tendrá que elegir entre la lealtad hacia quienes dicen representar y las "tentaciones" y "amenazas" a las que los someterá el macrismo y el poder de los medios hegemónicos. Su peso en una prácticamente segura segunda vuelta entre el PRO y el FPV será decisivo para la supervivencia del PRO.
El Proyecto PRO de convertirse en una fuerza de alcance nacional se está escurriendo lentamente por las alcantarillas mal mantenidas de la CABA.

bastadeodio