En abierto desafío a una muy reciente resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación -la máxima instancia nacional en lo que respecta a la interpretación de la ley y a su aplicación y cabeza del Poder Judicial, uno de los tres poderes de la democracia- el gobernador de la provincia de Salta Juan Manuel Urtubey afirmó que los hospitales en esa provincia sólo realizarán abortos no punibles “si la mujer que lo solicita tiene una autorización firmada por un juez”.
Urtubey sostuvo, además, que el fallo de la Corte Suprema de Justicia “es sólo para un caso” y no abarca a todos los casos de mujeres embarazadas como consecuencia de una violación. “Cuando los jueces sean legisladores, podrán cambiar la ley”, agregó soberbio, ignorando el fallo y su contenido.
El máximo Tribunal de la Nación confirmó la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Chubut que, en marzo de 2010, autorizó la realización de un aborto a una joven de 15 años de edad, que había sido violada por su padrastro, y, de eso modo, rechazó el recurso extraordinario que interpusiera el Asesor General Subrogante de la Provincia de Chubut.
El fallo fue de carácter unánime y contó con el voto conjunto del presidente de la Corte Ricardo Lorenzetti, de la vicepresidenta Elena Highton de Nolasco y de los jueces Carlos Fayt, Juan Carlos Maqueda y Eugenio Zaffaroni, y votos individuales de Enrique Petracchi y de Carmen Argibay.
El dictamen sentó un importante precedente a la hora de dar cumplimiento al artículo 86, inc. 2, del Código Penal donde se establece que, en los casos de violación, los abortos no son punibles y deben realizarse si es que la mujer, joven o niña lo requieren, sin que intervenga un juez y con el solo requisito de una declaración jurada de la víctima.
El fallo de la Corte Suprema establece en sus fundamentos que:
1) La Constitución y los tratados de derechos humanos no sólo no prohíben la realización de esta clase de abortos sino que, por el contrario, impiden castigarlos respecto de toda víctima de una violación en atención a los principios de igualdad, dignidad de las personas y de legalidad. De este modo, se puso fin a la incertidumbre relacionada con el alcance del artículo 86, inciso 2º, del Código Penal, en tanto algunas instancias judiciales han entendido que éste sólo se aplica respecto de la víctima de una violación que poseyera alguna discapacidad mental, criterio que llevaba a que la cuestión se judicializara a lo largo del país con resultados adversos y, en algunos casos, con riesgo a la realización del aborto o a la salud de la madre.
2) Los médicos en ningún caso deben requerir autorización judicial para realizar esta clase de abortos, debiendo practicarlos requiriendo exclusivamente la declaración jurada de la víctima, o de su representante legal, en la que manifieste que el embarazo es la consecuencia de una violación.
3) Los jueces tienen la obligación de garantizar derechos y su intervención no puede convertirse en un obstáculo para ejercerlos, por lo que deben abstenerse de judicializar el acceso a estas intervenciones, las que quedan exclusivamente reservadas a lo que decidan la paciente y su médico.
4) Las autoridades nacionales y provinciales deberán garantizar ante casos de aborto no punibles “las condiciones médicas e higiénicas necesarias para llevarlo a cabo de manera rápida, accesible y segura”. Para eso, se exhorta a las autoridades “a implementar, mediante normas del más alto nivel, protocolos hospitalarios para la concreta atención de los abortos no punibles” en pos de reducir las barreras administrativas; a brindar asistencia a las víctimas, quienes deben recibirla “en forma inmediata y expeditiva, (…) para resguardar su salud e integridad física, psíquica, sexual y reproductiva”; y, por último, a elaborar campañas de difusión con “especial foco en sectores vulnerables” para que las víctimas de abusos sexuales conozcan sus derechos.
Previamente a Urtubey se habían manifestado públicamente en contra de la resolución del Tribunal Supremo, altas autoridades de la Iglesia Católica como es el caso de Monseñor Aguer, arzobispo de La Plata y del propio presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor José María Arancedo.
El primero dijo:
“Se ha realizado una interpretación en sentido amplio, laxista (sic), del viejo Artículo 86 del Código Penal, que no castigaba el aborto en el caso de una mujer con una deficiencia mental que había sido violada” y agregó que “la Corte ha interpretado autoritariamente (sic) aquella excusa (sic) extendiendo la no penalización del aborto a todo caso de violación”.
“La justicia argentina jamás se atrevería a castigar con la pena de muerte al violador, pero está castigando con la pena de muerte al fruto de una violación, añadiendo a ese crimen horrendo que es la violación otro horrendo atentado que es la muerte del inocente, porque de eso se trata, de la eliminación de una vida humana inocente”
“Lo más grave –resaltó el arzobispo- es que la Corte Suprema de Justicia de la Nación falle en contra de la Constitución. Alguno podrá pensar que no es la primera vez que lo hace, pero este caso es particularmente significativo porque la Constitución, reformada en 1994, ha incorporado a su texto tratados internacionales que reconocen el derecho a la vida desde el instante de la concepción y, además, las reservas que ha hecho la Argentina en distintas conferencias internacionales, aclaran que se trata del niño por nacer, es decir, de un ser humano que es tal desde el instante de la concepción”.
En pocas palabras, el obispo, sin poseer ninguna autoridad sobre cuestiones legales, se coloca por encima de la Corte Suprema como intérprete de la ley y de la Constitución y además sugiere que esta Corte no es la primera vez que falla en contra de la Constitución. Pocas veces se ve actualmente tanta arrogancia, es propia de otras épocas, aunque viniendo de quién viene, no sorprende para nada.
Arancedo, por su parte, interpretó, luego de su entrevista con el presidente de la Corte Ricado Lorenzetti, que el fallo "abre las puertas al aborto" sugiriendo que este puede ser aprovechado para practicar abortos declarando una violación inexistente (el ladrón piensa que todos son de su misma condición) y se manifestó, como máxima autoridad de la Iglesia argentina, claramente en contra del mismo.
Es imposible no conectar -aunque sean contradictorias en apariencia- éstas declaraciones con las igualmente repudiables del ministro de salud de Corrientes cuando afirmó que la asignación universal por embarazo estimulaba a que las jovencitas se hicieran embarazar para cobrar la platita. Ambas comparten el mismo prejuicio, el mismo criterio discriminador, el mismo desprecio, con respecto a los más necesitados. Por que son ellas, en ambos casos, las mujeres violentadas por la violencia machista o la exclusión social, quienes requieren del auxilio y la protección del Estado frente a las carencias y desgracias a las que las somete la desigualdad. Las mujeres y jóvenes de las clases más beneficiadas no se encuentran ante estos dilemas ya que están en condiciones de resolverlos de otra forma mucho más reservada y a salvo de las miradas y los juicios inquisitoriales de estos cavernícolas.
Sin embargo y opiniones aparte, me interesa distinguir las declaraciones contrarias al fallo de los referentes de la Iglesia, de las declaraciones de un gobernante como es el caso de Urtubey.
En democracia todos tienen derecho a opinar, siempre y cuando su opinión no resulte discriminatoria con respecto a una persona o grupo en razón a su sexo, raza, credo, edad o posición social.
Pero los gobernantes, así lo han jurado al asumir el cargo, están obligados a respetar la Constitución Nacional y la división de poderes y de responsabilidades que esta impone. No es una cuestión que se pueda someter a la interpretación, el gobernante no tiene el derecho de imponer al conjunto de la sociedad, lo haya elegido o no, su voluntad, sus opiniones personales o sus costumbres de cualquier tipo.
El señor Urtubey puede y tiene el derecho de coincidir con las autoridades de la Iglesia en sus opiniones con respecto al fallo de la Corte. El gobernante Urtubey no tiene el derecho de dictar normas o realizar actos que impidan el cumplimiento del fallo del máximo tribunal constitucional.
Es tan simpe como eso, nadie lo puede censurar por su opinión, en cambio sus actos de gobierno pueden y deben ser juzgados y condenados en caso de ser actos que van en contra de nuestro ordenamiento institucional.
Una provincia no es una unidad independiente de la Nación, no constituye un principado, si bien tiene o puede tener su propia constitución y su sistema legal, su contenido no puede violar la Constitución Nacional y nuestro ordenamiento institucional. En pocas palabras Urtubey gobernante de Salta está obligado a dictar las resoluciones que hagan posible que el fallo del Supremo se cumpla en el ámbito de su provincia y si no está de acuerdo y se convierte en un objetor de conciencia debe dejar el cargo porque no está en condiciones de ejercerlo.
Su declaración, que va en sentido contrario al que lo obliga la ley, constituirá, a mi modo de ver, de concretarse institucionalmente, un claro ACTO INCONSTITUCIONAL DE REBELDÍA y tendrá que atenerse a las consecuencias civiles, penales y administrativas a las que su irresponsabilidad expone al Estado provincial.
bastadeodio
KuKuxBey debería haber sido acotado a una masturbación de su padre, mire lo que hay qeu aguantar ahora, Profe!
ResponderEliminarSip....
EliminarAlgún boga bloguero podría rebatirme, quizás, pero entiendo que los fallos de la CSJ son para cada caso en particular. Y sientan jurisprudencia.
ResponderEliminarPara que Urtubey esté obligado a cumplir en este caso, el artículo de la Constitución debería ser modificado en el Congreso.
De todas maneras lo que hace el gobernador salteño es patear la pelota, porque sabe que si un juez lo niega en Salta, la persona involucrada puede intentar acceder a instancias superiores y, al llegar a la CSJ, le darían la razón. Tarde, por supuesto.
El tema es opinable desde el punto de vista jurídico, pero me parece sin ser un experto que, en este caso, y como el fallo trata de un recurso institucional de otro Estado provincial para una situación que queda bien tipificada y que es rechazado por la Corte, deja muy escaso margen legal para desobedecerlo.
EliminarUna posibilidad en este tema, si se concreta la medida anunciada por Urtubey, haya que buscarla mediante una apelación a nivel provincial para que ésta llegue a la Corte, porque de lo que se trata potencialmente es de una resolución administrativa que se contradice con la jurisprudencia fijada y afecta los derechos de personas restringiéndolos. Los argumentos jurídicos exhibidos hasta ahora por Urtubey son insuficientes e incluso falaces.
El tema es que el fallo de la corte le da proteccion a cualquier médico, por ejemplo. Supongamos que un medico salteño decide hacer un aborto sin mediar orden judicial, con declaracion jurada de la damnificada, y a los chupacirios se les ocurre denunciarlos, el medico sabe que esta avalado por la corte y que por más que lo denuncien, bastará con que apele lo suficiente hasta llegar a la corte, que le dará la razon y lo absolvera.
EliminarY por otro lado, para los jueces no es gratuito fallar contra la jurisprudencia de la corte. De hecho, hacerlo en reiteradas oportunidades puede ser motivo de jury y destitucion segun tengo entendido: no hay mayor muestra de mal desempeño de sus funciones que fallar en contra de la jurisprudencia, y mas si esta fue sentada por la corte suprema.
Ahi esta la importancia del fallo. No va a evitar el accionar de los chupacirios. Pero a partir de ahora sus canalladas no son mas gratuitas, y no ponen en riesgo a los medicos.
Es muy buena la acotación, Leandro.
EliminarEl tema es que también podemos verlo desde el otro lado: no creo que haya muchos médicos que, cual Quijotes, quieran comerse recorridas varias en Tribunales y crucificamientos varios en los medios, con la consiguiente estigmatización social en una sociedad conservadora como la salteña. Es casi un certificado de defunción social y profesional.
La verdadera importancia del fallo radicaría en que el Congreso de la Nación, para no quedar a la derecha de la Corte Suprema, decidiera aprobar el proyecto para legalizar el aborto. Ahí sí que no podría decir nada ningún chupacirios.
Se viene LA CAGGIANO
ResponderEliminarSi señor, Nando, la historia tiende a repetirse, antes con el divorcio, ahora en torno al matrimonio igualitario, los derechos del género y, en este momento el tema más espinoso pero socialmente más relevante porque afecta muy seriamente la vida de muchas mujeres de bajos recursos. Abrazo
EliminarEs que la iglesia se va a oponer a TODO lo que sea levemente diferente a sus principios que fueron amasados con esmero durante siglos... NADA los hará cambiar de parecer ya que, para ellos, las sociedades deben ser estáticas... Es la única manera de seguir dominando...
EliminarUsted es muy culto, muy educado, y muy comprensivo, Profe. Su explicación es excelente y muy clara. ¡Lo de Urtubey y la iglesia católica es una reberenda mierda!, se cagan en la justicia divina y en la de los hombres, debemos desenmascararlos, condenarlos y vituperarlos también... con amor cristiano, claro.
ResponderEliminarAsumo la crítica, Mancuso, la asumo. Y comparto sus sentimientos. Abrazo
EliminarEl tema es desmoralizar a las chicas y sus familias pobres, que tras estar poco informadas siempre sufren la impiedad de un sistema que las tiene en el fondo del tarro.
ResponderEliminarAsí es Daniel, estos temas, que afectan "a la Familia" y a sus concepciones anquilosadas, les sacuden las bases de su poder social, de su control, ellos se consideran los dueños de los vientres. Para algunos, quizás muchos aún, son límites que no están dispuestos a ceder. No vale aquí la argumentación, el convencimiento, solo queda hacer prevalecer el número, la mayoría.
EliminarA veces, los mismos médicos que pactan con la familia el precio de un aborto, realizan, previa a la intervención, una ecografía donde le muestran a las pacientes lo que ellos llaman "el corazón latiendo del bebé".
EliminarEsta aberración, la cometen contra chicas habitualmente menores y de escasos recursos donde la familia suele hacer "vaquitas" para pagar los $5000 que cobran.
Estos profesionales sin escrúpulos, no sólo les mienten a las pibas al ocultarles información, en cuanto a no decir "qué es lo que late", qué diferencia hay entre un embrión, un feto y un niño, sino que, en caso que la chica llore, tenga un ataque de pánico y diga cualquier cosa contraria a la intervención, la suspende y cobra los honorarios.
Supongo que después ese médico irá a la iglesia a depositar su prebenda y confesarse.
Sin la menor duda Hilda, por eso lo hacen. Cero riesgo, todo ganancia. De este tipo de basura hay mucha y se cuelan por todos lados. Son hipócritas, ladrones de la vida, que simulan un personaje para intentar manipular a sus víctimas y muchas veces lo logran, por eso persisten y porque nadie los desenmascara y muchos lo toleran y se lo permiten.
EliminarEl tema debe ir al Congreso, y sería muy bueno que la bancada oficialista y aliada se pronunciaran al respecto y dejarse de caretearla. El otro día Rossi en 678 no se manifestó ante una pregunta directa sobre el tema, y eso es bastante lamentable y no es congruente con la disposición tan progresista e inclusiva de nuestro gobierno
ResponderEliminarTenés toda la razón, el problema y el tema de fondo que hay que discutir y ganar es la despenalización del aborto. Si frente a ese tema se recula, estos otros problemas seguirán surgiendo.
EliminarPero este proyecto para poder concretarse necesita de mucho más apoyo y movilización que todas las reformas anteriores juntas, como la de matrimonio igualitario o la de identidad de género. La pregunta es si hay fuerzas sociales y organizaciones tan convocantes como aquellas para movilizarse detrás de este objetivo. Aún entre las consideradas fuerzas progresistas muchos -y muchas- tienen reparos con despenalizar la interrupción voluntaria del embarazo por parte de la mujer. Como le digo más arriba a Daniel todavía hay muchos -y lamentablemente muchas- en nuestra sociedad que no quieren ceder el control sobre los vientres el que es todo un símbolo y una realidad del sometimiento de la mujer.
De último momento: Urtubey firmó un decreto que reglamenta los procedimientos para el aborto no punible, liberando a los médicos de la responsabilidad. Es posible que sus asesores le Hayan advertido sobre los riesgos institucionales de enfrentar de esa manera a un fallo de la Corte.
ResponderEliminarDe otra forma no se entiende que se manifieste como lo hizo y a las pocas horas se retracte.
Finalmente, en esto reculó aunque en otras cosas en las cuales no está la Corte de por medio y no revisten la misma gravedad institucional, aunque sí de fondo, como es el caso de los programas del Ministerio de Salud o el caso de la materia religión en las escuelas de la provincia se mantenga en su posición.
Es que su lengua fue mas veloz que su razonamiento...
Eliminar¿problema de nuestras derechas?
Parece que pinta así, su caso y el de Macri tienen mucho en común, una enorme metida de pata. Así de limitados se ven.
EliminarMás o menos ya fui comentando, me queda algo en el tintero (me modernizo, en la memoria de la PC)...
ResponderEliminarNo hay nada que hacer, por más que me esmero no logro entender a las autoridades de la iglesia Católica -tampoco comprendo a los fundamentalistas...
Ya no se trata de asimilar eso “del niño por nacer” (que para mí, es un dislate) sino entender el significado mismo de las palabras que el uso legitima... Esta gente, además, se arroga el derecho de “interpretar” todo, ellos entienden de una punta a la otra del abanico de conocimientos... ¿Será que la bendición de su Dios les otorga esos beneficios y habilidades?
Por empezar me quedó “picando” eso de la excusa...
Las mujeres que tienen una excelente excusa para abortar son las deficientes violadas. No me queda claro si, la excusa es ser deficiente o haber sido violada.
Yo los veo muy parecidos a los toreros, acorralan a la víctima hasta que la matan...
Excelente entrada Profe. Coincido en las conclusiones.
Un abrazo
Me parece muy buena la imagen que sacaste de tu galera, si le quitamos la aureola de valentía que tienen los toreros y que, en cierta medida está justificada. El torero basa su arte en el engaño, en la capa y en el quite y en la irrefrenable necesidad del toro. De igual manera la Iglesia basa su influencia moral y su poder sobre las personas necesitadas con engaños y subterfugios, para finalmente robarles su vida, su libertad. No solo la Iglesia Católica, todas las Iglesias. Los que usan y abusan de las excusas son ellos. Ciertos "partidos políticos" y comunicadores sociales son tan fundamentalistas como las iglesias y tan perniciosos como ellas.
EliminarPasa que estoy muy sensibilizada con el tema... Hace menos de dos meses tuve que explicarle a una piba que me dijo "que Diosito me perdone"... tuve que explicarle, decía -y me angustio- que si su diosito era todo bondad, querría su bien... y su bien pasaba por planificar su vida y no porque el azar se la tirara a la basura... fue muy duro Profe, muy duro... Muy duro ver a sus hermanos discutiendo, resolviendo, peleando, juntando plata...
EliminarFue peor volverla a ver, con las secuelas psicológicas que arrastraba a pesar de las entrevistas casi diarias con una psicóloga...
Afortunadamente, en forma lenta se está recuperando...