"Pachorra" Sabella, ¿pensando el futuro? |
Mientras las emociones se van apagando y el recuerdo de los cantitos y las cargadas siguen su camino al cajón de la mesa de luz, la ambición -como dice el tango- trabaja, siempre trabaja.
Resulta que hay muchos que se preguntan con una actuada preocupación si Alejandro Sabella va a seguir o no al frente de la selección nacional.
Varios de los que ahora piden por su continuidad, hasta hace poco pedían su cabeza. Dicen que les preocupa el futuro. Hipócritas.
Se barajan nombres para, si es el caso, sustituirlo con o sin justificación: el "tata" Martino, el "cholo" Simeone, hasta agregan a la lista al "loco" Bielsa. Difícil, por lo menos en estos dos últimos casos que tienen buenos trabajos.
Los resultadistas de siempre, de pronto, dicen valorar el trabajo hecho a conciencia durante años y te muestran como prueba el triunfo de la selección alemana. El subtítulo dice: nos faltó preparación. ¿A qué altura llegaríamos con éstos jugadores de poder trabajar con ellos como lo hicieron los alemanes?. Parece que no vieron el partido que éstos disputaron con Argelia y solo recuerdan el 7 a 1 al poderoso Brasil.
Concluyen uniendo los dos temas en uno: Solución: Sabella debe continuar al frente de la selección. Y si él no quiere, algún otro. Hay que continuar con el trabajo. Bonito pero absolutamente irreal.
Pregunto: ¿De qué selección?. Porque ésta -la que jugó el mundial- dejó de existir en la realidad del Maracaná -no en nuestros corazones y nuestros recuerdos- con la pitada final del mal árbitro que nos tocó en suerte (?) el italiano Nicola Rizzoli, ese que nos recordó a Codesal. Puede parecer que exagero, me explicaré entonces.
A pesar de tener al mejor del mundo, no estamos en el centro de planeta fútbol:
Algunos pocos (y pocas) más enterados de como funciona el negocio del fútbol actual señalaron que ésta selección alemana, al igual que el anterior campeón, la española, están formadas básicamente por los jugadores de los clubes más importantes de las dos ligas más poderosas del planeta. Jugadores que practican juntos todos los días en campeonatos de la más alta competencia deportiva.
Claro que con eso no basta. Alemania se quedó con su cuarto trofeo en cambio la selección española fue eliminada en la fase de grupos porque para ser competitivo se necesita, además de calidad individual y preparación de equipo, juventud en las piernas y en el alma (nos faltó hambre dijo Xavi Alonso a modo de explicación y se lo quisieron comer crudo).
A nuestra selección, en cambio, no le faltó garra, ni siquiera contra los alemanes, habría bastado con que nuestros delanteros trataran con más cariño -el que han mostrado más de una vez- a la caprichosa en los raros momentos decisivos que se presentan normalmente en este tipo de partidos. La tuvimos cerca por lo menos en tres claras ocasiones y fallamos. Ellos en un par y acertaron una. Para entender lo que pasó en el templo del fútbol carioca durante esos 120 minutos en los que acariciamos la gloria hay que volver a escuchar a Sabella y a los jugadores, ellos baten la justa. Así es el deporte fútbol.
Titulares a préstamo:
Nuestros jugadores, los más competitivos, juegan todos en las ligas europeas. Están, si se quiere, a préstamo. Y a los potenciales cracks del futuro se los llevan cada vez más jóvenes. Terminó el mundial y nuestros seleccionados vuelven a sus clubes originales o a otros similares que les ofrecen un mejor prospecto económico o profesional. Cada cuatro años se les permite vestir la camiseta nacional pero solo porque es negocio para todos, clubes, federaciones, intermediarios y, por supuesto, los propios jugadores y técnicos.
Entre mundiales cada participación de un jugador en la selección es un tire y afloje permanente de negociaciones y compromisos que condiciona cualquier plan. Por muchas razones, no siendo la menor de ellas las distancias a recorrer para reunirlos, pensar en mantener este plantel de aquí a Rusia 2018 con algunos retoques es una utopía improbable. El fútbol actual (el negocio global), consume a los grandes jugadores como las luces consumen a las polillas que vuelan a su alrededor.
Despreciamos el trabajo serio y a largo plazo y abrazamos la improvisación:
(Recordando a José Pekerman)
En consecuencia, seguir por este camino -el que la selección recorre desde 1986-, es incompatible con la ilusión de un trabajo a largo plazo, metódico -incluso aburrido- y de muy escaso lucimiento y lucro. Y que -seamos realistas- casi nunca se llevó adelante y el casi es solo uno -José Pekerman- que venía haciéndolo y muy bien con las juveniles. Pero la selección mayor del 2006 no pasó de cuartos y terminó en el quinto puesto. Pekerman renunció. El proceso que el inició en juveniles duró un poco más pero finalmente también se lo dejó morir. Durante su era, de siete mundiales en los que participó la sub 20 ganó cinco lo que convierte a los juveniles argentinos en los más ganadores del planeta. Sin embargo, todavía hay algunos que lo putean por ser tácticamente "demasiado mezquino" y eso a pesar de la evidencia de lo que logró con los pibes y con la selección colombiana. Los juveniles quedaron a cargo de Humberto Grondona y del enorme trabajo de Pekerman y sus continuadores no queda ni rastros. Entonces ¿A quién le conviene? ¿A quién le interesa?
¿Cuál es la función primordial de la AFA: Administrar el negocio o promover el deporte fútbol?
Por último, qué tiene la AFA -con su dirigencia más dedicada a cuidar el negocio que a pensar el futuro del deporte argentino más popular- para ofrecerle a Sabella que lo convenza de continuar como seleccionador y preparador de un hipotético nuevo plantel construido sobre la base de jugadores que compiten acá y no allá. O de jugadores que compiten allá pero que estarán disponibles de tanto en tanto. Si se elige por lo primero -que es lo más sensato si se quiere trabajar seriamente- me imagino la reacción de los contreras de siempre cuando vean en la lista de convocados a esos jugadores y no a los astros argentinos del firmamento futbolístico mundial. Basta recordar el coro de viudas cuando Sabella decidió excluir a Tévez. Privilegió al grupo sobre las individualidades.
Si se quiere dar continuidad a los valores que mostró esta selección de Sabella, como bien señala Pablo Vignone en un excelente artículo de Página12 del 16-7, más que discutir nombres, hace falta dejar la era de la boludez atrás y consensuar un plan maestro que le de sentido, algo que casi nunca hemos tenido y que no parece que ésta AFA actual esté en condiciones o con vocación de elaborar.
Conclusión pesimista:
Cuando se acepta participar en el gran juego que significa integrarse al negocio del fútbol global -desde la periferia- se lo hace según sus reglas y no es posible evitar las consecuencias no deseadas de la elección. Además, hoy no existen condiciones ni siquiera mentales en el ambiente local para un viraje de tal naturaleza que intente cambiar esas reglas. Se lo consideraría cosa de viejos nostálgicos. Casi suicida, porque lo único que importa en realidad es salir campeones. A pesar de las edulcoradas alabanzas a los valores deportivos del actual seleccionado, que los tiene, eso seguro.
Si lo hiciéramos seguramente nuestro fútbol local, nuestras jóvenes promesas saldrían ganando, nuestros chicos a los que les falta casi todo tendrían una oportunidad más para alejarse de lo malo y explorar sus capacidades.
Finish. Los dejo con la chacarera Huelga de Amores del disco La era de la boludez (1993) del power trío Divididos que, a pesar de los años transcurridos y los contextos cambiantes, me parece perfectamente a propósito del tema que trato y de muchos otros que por nuestra condición impuesta-autoimpuesta se sufren con reiterada frecuencia.
Que puedo y agregar Profe. Soy un Peckermaniano incorregible. Si fuera el presidente de la AFA iría a Colombia o adonde esté y acampo en la puerta de su casa hasta sacarle el sí. Eso sí, cuando acepte y firme le reprocho no haberlo llevado a Pupi al Mundial y tener que cambiar de 4 en cada partido. Pero no habiendo quien llene todos nuestros gustos, dado que es imposible, me quedo con él antes que con cualquiera del resto.
ResponderEliminarYo me vi todos los partidos del mundial, me encantó la selección colombiana y mereció eliminar a Brasil, el partido se lo robaron. Cada vez que lo veía a Pekerman sentía una molestia en el pecho, porque siempre me gustó su trabajo, tejer un equipo no es únicamente "llevarse bien con los jugadores", es necesario pero no suficiente y el profe sabe y tiene in mente un proyecto de equipo, de juego. Pero está enojado y con justa razón. Quizás, si hay tiempo, cuando esta conducción de AFA se vaya, deje atrás lo pasado y pueda volver. Es un deseo de muy difícil satisfacción.
EliminarSi tomamos los mundiales desde el '94 al actual vemos que:
ResponderEliminarBrasil ganó 2 y uno de ellos con un equipo basante mediocre a pesar de la dupla Bebeto-Romario
Nosotros en cambio nos dedicamos a pelotudear por que a mi entender en estos campeonatos (excluído el del '98) teníamos al menos plantel como para jugar algunas finales con lo cual la chance de campeonar sería de entre una y dos.
En consecuencia dentro del rol que nos cabe en la División Internacional del Trabajo en el Fútbol tuvimos la misma potencialidad que Brasil, por lo tanto se puede. La única razón que lo impediría sería una seca de jugadores "de nivel" que muy problemente sobrevenga tal como parece ser el caso verde amarelho.
Es algo con lo cuál hay que lidiar y que, inclusive, se está reproduciendo en el rugby ya que para los test matches de mediados y fin de año, nuestra selección NO puede contar con los jugadores que se desempeñan en Europa. De hecho a algunos los clubes le han impedido participar inclusive en el digamos "4 naciones" aunque se está dosificando esta suerte de cepo para con este campeonato en el cual seguimos en calida de invitados bai de uei
En cuanto a lo de Pekerman, si bien respeto su "ideología" y disfruté de los campeonatos juveniles, creo que la competición en mayores no es su punto
Saludos
Coincido totalmente Profe, hay que seguir laburando en ese sentido . Lo que no se puede permitir son los panqueques o los "hinchas circunstanciales" que sacan chapa de futboleros en los mundiales y tanto mal le hacen a nuestro futbol. A ellos les digo: si tienen cola de paja, háganse un quincho en el orto. Vamos Argentina carajo
ResponderEliminar