El jueves 6 de diciembre fue un día complicado para los porteños. Comenzó con una extraña nube blanquecina que surgió del puerto y que impulsada por el viento rápidamente invadió gran parte de sus inmediaciones provocando enorme susto entre las personas que se dirigían a sus trabajos.
Según los testigos, el aire se volvió irrespirable y maloliente, algunos lo describían como olor a pólvora, otros como a nafta, otros a gas, en los noticieros se comenzó a hablar de que la nube era tóxica y que se había originado en un incendio en un contenedor que estaba siendo cargado. La información disponible era en esos primeros momentos evidentemente confusa.
Las autoridades nacionales respondieron de forma muy rápida. A poco de comenzado el incidente se hizo presente en el lugar el secretario de seguridad, Sergio Berni, quien movilizó a los cuerpos especializados de Policía y Prefectura, para ordenar la evacuación, cercar la zona y combatir el origen del siniestro.
También lo hicieron los responsables por parte del gobierno de la ciudad, esta vez no surgió entre ambos ningún tipo de conflicto y actuaron coordinadamente frente a la situación. El propio ministro de medio ambiente porteño, Diego Santilli, lo puso de manifiesto y, además, indicó como un dato relevante que en la estación atmosférica de la Boca se había registrado una presencia de gas sulfhídrico (o sulfuro) en el aire diez veces superior a lo normal. Quedó claro que ambas jurisdicciones seguían al pié de la letra los protocolos para este tipo de contingencias. No hay que lamentar ninguna víctima. La nube se disipó casi tan pronto que como se formó.
No para Clarín.
Entre los días 6 y 7 de diciembre, el famoso 7D, Clarín online le dedicó doce -sí doce- notas en las que intenta demostrar que el gobierno nacional -y en menor medida el de la ciudad- actuaron de forma irresponsable, agravando sobremanera la situación.
La teoría de Clarín es la siguiente. El contenido del contenedor siniestrado, un compuesto denominado Thiodicarb 35% no es inflamable, pero en contacto con el agua reacciona químicamente liberando al aire su principio activo que es finalmente el compuesto que produjo la nube tóxica.
En consecuencia, al confundir el humo que surgía del container con el producido por un incendio y tratar de apagarlo con agua los bomberos en lugar de solucionar la situación la empeoraron al punto de ser ellos responsables involuntarios de la nube tóxica.
La teoría parece plausible y, de ser cierta, condenaría absolutamente el accionar de los responsables de la seguridad de ambas jurisdicciones. Lástima para Clarín que es totalmente falsa, incluso contradictoria con la información que brinda el mismo diario. Veamos.
El producto en cuestión es de fabricación china y un posible fabricante es la empresa E-Tong Chemical de Shangai. En la hoja de seguridad de esta empresa se puede leer de que se trata.
Consiste fundamentalmente en una suspensión acuosa del producto con el agregado de propilenglicol y de lignosulfonato de sodio como agentes dispersantes y estabilizantes. Su uso es como insecticida.
La misma hoja dice también como actuar en caso de incendio y cuáles serían los principales productos de la combustión. Entre estos está el sulfuro.
La composición de la mezcla, en combinación con una fuente de calor medianamente intensa, puede explicar muy bien tanto la nube de vapor o humo blanquecino formada como los olores percibidos por las personas y la muy alta presencia de sulfuro registrada en el aire.
La semejanza con el olor a gas se debe sin duda a la presencia de azufre en abundancia. El humo a la presencia del propilenglicol y la acción del calor. El sulfuro se forma tanto por la descomposición del propio producto, Thiodicarb, como del lignosulfonato, también, en ambos casos, por mediación del calor.
Al ser la solución del producto estable a temperaturas moderadas (Temperatura de almacenamiento: 0 a 30 ºC, máximo 50 ºC), ser una solución acuosa al 35% y estar indicado que en caso de derrame la práctica correcta indica el lavado con agua (conteniendo el agua sucia), queda descartado que la causa de la nube haya sido el agua tirada por los bomberos, que es la teoría de Clarín reproducida por otros medios, entre ellos el diario La Nación.
El propilenglicol presente en la composición del Thiodicarb, entre otros usos muy variados, es empleado para producir el efecto teatral de humo. En estos casos lo que se hace es pulverizar -en el interior de una máquina de humo- pequeñas cantidades de propilenglicol sobre una superficie caliente. El humo producido, como muchos hemos comprobado, es muy denso y bastante persistente pero casi no tiene olor. Desde luego la situación cambia radicalmente cuando está mezclado con otros compuestos.
Queda a cargo de los peritajes determinar cuál podría haber sido la causa más probable de la combustión del producto. Hay otros treinta contenedores estacionados en el puerto que, en principio, serían similares al siniestrado (igual contenido, origen y destino) y que constituyen una buena oportunidad para investigar este aspecto. Se puede arriesgar que un defecto o daño en uno o varios de los tambores en que viene envasado el producto haya formado -dentro del contenedor cerrado- las condiciones adecuadas para que una chispa u otra fuente de calor intenso -incluso la exposición al sol- desencadenase la ignición.
Para Clarín no, la explicación más sencilla y probable no le sirve para sus fines que son, en este caso y siempre, mostrar la supuesta inoperancia del gobierno y los riesgos a los que se somete a la población por esa causa. Y siempre encuentra "expertos" dispuestos que avalen sus teorías, aún las más rebuscadas o directamente disparatadas.
¿Cuál es la naturaleza de la nube tóxica que nos invade todos los días del año? ¿Quién miente Clarín?
bastadeodio
GRANDE PROFE! Fundamental tener una opicion calificada sobre este hecho luego de haber escuchado y leido a tanto garca y tanto chapucero. Gracias!
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