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sábado, 8 de octubre de 2011

ADEPA y la Libertad de Empresa

Lo importante y lo accesorio para La Nación
La Nación es un medio de comunicación de masas, específicamente un medio de prensa y más específicamente un diario que se autotitula independiente y como algunos otros grupos multimedia con los cuales suele coincidir en intereses empresariales elige libremente entre lo sucedido recientemente, que es lo importante y qué lo secundario a destacar en su primera plana. En su tapa de ayer viernes 7 LN destaca con letras de molde el comunicado de ADEPA (Asociación de Entidades Periodísticas de Argentina).

Así comienza el comunicado:

"Lejos de disiparse, las sombras que en los últimos años se proyectan sobre la libertad de prensa en la Argentina han adquirido nuevas y peligrosas formas, que apuntan a la consagración de un discurso único y al sistemático debilitamiento de la crítica y el disenso como elementos centrales del debate democrático. Porque pese a que formalmente todavía se puede decir lo que se piensa, quien lo hace queda expuesto a la represalia y la persecución."

¿En qué consistirán, según ADEPA, esta represalia y persecución?

1) El agravio personal y la injuria de periodistas y directivos de medios que mantienen su independencia editorial, por parte de funcionarios, de sectores afines al gobierno o de manos anónimas.

2) La arbitraria persecución administrativa dispuesta por diversos organismos públicos para amedrentar y condicionar a aquellos periodistas y directivos.

3) La obstrucción de la libre distribución y comercialización de medios de prensa, impidiendo su circulación o su llegada al público.

4) El propósito de controlar la producción y distribución del papel para la prensa gráfica; y, además, la ausencia de soluciones concretas para facilitar el acceso a este insumo de las publicaciones de menor dimensión económica.

5) La consolidación de un bloque mayoritario de medios periodísticos -gráficos, radiales, televisivos y digitales- a fin de que en todo el territorio nacional sostengan y reproduzcan el discurso gubernamental. Para ello se dispone de enormes recursos públicos provenientes de variadas formas de subsidios y de la asignación arbitraria de la pauta publicitaria del Estado.

6) La manipulación y distorsión de la realidad presente y de la historia, mediante:
- La adulteración de la información económica que deben brindar los organismos oficiales y la presión sobre las consultoras privadas.
- La imposición a la agencia de noticias del Estado Telam de un plan de propaganda para que difunda información progubernamental.
-El financiamiento de producciones televisivas o cinematográficas que atacan a medios de prensa, a sus periodistas y directivos.

Según el punto 1) cualquiera y cualesquiera sea la forma, institución o individuo que critique a un periodista o directivo de los medios que la entidad empresarial protege, está atentando contra la libertad de prensa. Esto, bajo cualquier lógica y en cualquier país democrático es una premisa que atenta contra la libertad de expresión de los ciudadanos, es más, suena casi a amenaza mafiosa.
Esta gente sigue otorgándose en exclusividad y a sí misma el derecho a la crítica, que es absolutamente necesaria en la democracia, pero que, claro, para que sea crítica y no un discurso único, como ellos mismos afirman, deben existir pluralidad de críticas y posibilidades para expresarlas.
Que las críticas e incluso lo que podrían considerarse agravios se entrecruzan más o menos simétricamente es cierto, pero que el llamado "periodismo independiente" sea la víctima exclusiva de ellos está muy, pero muy lejos de ser verdad. Incluso está claro para la mayoría de los propios periodistas que no existe tan cosa como "periodismo independiente" en la Argentina. (ver aquí)

Como no precisa cuáles serían concretamente los actos administrativos de "diversos organismos públicos" el punto 2) se torna abstracto. Nadie lo aclara ni en Clarín, ni en La Nación, de modo que este punto tan importante para evaluar la calidad de los hechos que avalan la grave denuncia queda en la nebulosa.

El punto 3) debe referirse al caso relativamente reciente en que se restringió la salida de una edición del diario Clarín y que, debido a que imprimen en la misma planta, también afectó a La Nación. Como es bien sabido se trató de un reclamo gremial en Clarín que una vez satisfecho no volvió a repetirse. En todo caso el gobierno no tuvo nada que ver en el asunto.
Esa característica, la de confundir al gobierno, más precisamente al ejecutivo, con representaciones gremiales u otros poderes del estado o incluso particulares o simpatizantes refleja una actitud poco objetiva y persecutoria, que detecta conspiraciones por todas partes y que se repite como una obsesión en las denuncias de este tipo. Está demás decir que tales denuncias nunca llegaron a la justicia.

El punto 4) se refiere claramente al caso de Papel Prensa. Pero ¡Por Dios! cómo pueden ser tan hipócritas, si los que controlan desde hace más de 45 años Papel Prensa, gracias a un pacto delictivo con la junta militar de la dictadura, son ellos y mediante ese enorme poder han intentado tener bajo control a toda la prensa escrita provocando el cierre de más de un competidor durante esos años. La verdad es que este reclamo es el más escandaloso de todos. INDIGNANTE.

El punto 5) simplemente es falso, es mentira que el gobierno nacional este reproduciendo un monopolio de medios pro gubernamentales. Lo cierto es que está haciendo un enorme esfuerzo en aplicar, en lo que a él le compete, la ley de medios audiovisuales que tiene por objetivo el de democratizar la palabra y el acceso a la producción y circulación de la información en todo el territorio nacional, atendiendo principalmente a las minorías postergadas, aquellos que nunca pudieron hacer escuchar su voz en su propia lengua. Esa ley, que tanto no les gusta y sobre la que hicieron una campaña llena de mentiras intentando evitar su aprobación, tiene una absoluta legitimidad de fondo y de origen y el gobierno lo único que hace es aplicarla, lo que es su obligación. Es evidente que lo que a ellos les hubiese gustado es que la ley NUNCA hubiese sido aprobada. Una vez que lo fue, hacen dos cosas, primero: obstaculizar judicialmente la aplicación del artículo que más les molesta y que es el referido a la desinversión que afecta principalmente al grupo Clarín y segundo: ante cada iniciativa del gobierno para convertir su letra en una realidad palpable para la población y un progreso (como es el caso de la Televisión Digital Terrestre o TDT o el Futbol para Todos) acusan al gobierno de querer crear un monopolio estatal. La tecnología TDT es abierta, basta ver la grilla de canales.

Pero claro cuando el Estado compuesto por tres poderes, señores, tres no uno, cumple con una obligación que le impone la máxima ley que es la Constitución Nacional y al hacerlo restringe algunos de los derechos que estas minorías consideran inviolables, se está atentando contra la libertad. La realidad es que se está poniendo fin a un abuso de poder de estas minorías sobre las mayorías.
Cumplir con esa función equilibradora es una obligación constitucional por parte del Estado, aunque a fuerza de estirarla, estrujarla o directamente violarla a la pobre Constitución hallan empezado a creer estas minorías "que todo el campo es orégano". Nuevamente están equivocados y el único camino para que puedan volver las cosas atrás es el de las urnas.

Y nos queda el punto 6) el más ridículo de todos los puntos del comunicado (dicho esto con todo respeto hacia ADEPA). Pero antes una observación imprescindible:

En su nota en La Nación, Mariano De Vedia introduce un imperceptible cambio en la redacción de este punto que refleja las pretensiones de los Mitre pero que también hace más explícita la intención de este párrafo. El lo expresa así:

"La manipulación y distorsión de la realidad presente e histórica" (La Nación, octubre 7 de 2011)

En primer lugar, señores de ADEPA y señor De Vedia, no existe algo así como la "realidad histórica" eso ya no lo sostiene nadie, lo único real en la historia son los documentos, los testimonios, los artefactos, las huellas que permanecen sobre las personas y la tierra misma y estas cosas no hablan por sí solas. El trabajo del historiador consiste en tratar de que estas huellas del pasado nos digan algo coherente en el presente.

Está bien, señores de ADEPA, en una época, ya hace más de 100 años ustedes, es decir sus antepasados, señor De Vedia, ganaron sus batallas, contra el indio, contra los inmigrantes y sus ideologías foráneas, contra los gauchos y contra todo aquel que osase levantarse contra el régimen.
Sobre la base de esa sangre derramada, de esa enorme injusticia real construyeron un país a su medida, para pocos que gustaban de fastuosas fiestas a las cuales invitaban a la realeza europea venida a menos y sin reinos, mientras consumían chispeante champán francés.
Y en el tiempo libre, mucho, que les dejaban las cuantiosas ganancias que les daba de manera natural la generosa naturaleza sin demasiado esfuerzo por su parte, encontraron un espacio para escribir una historia que de REAL no tiene nada, es su historia, es la suya, es la escrita por los representantes intelectuales de una clase decadente que por el mero vicio del disfrute no dudó en malograr un país que prometía libertad y trabajo al mundo entero, con generosidad pero también con inteligencia, con visión de futuro.

Ese punto el de la historia, señores de ADEPA, me terminó por cansar. Me sublevó la pretensión decimonónica de que ustedes son La Historia, cuando solo han escrito una fábula y encima una que deja una pésima enseñanza moral.

En cuanto a los restantes ítems de ese punto 6, le dejo la crítica al amable lector porque yo ya me cansé. Me cansó el comunicado de ADEPA. Me cansó lo mal redactado que está, su falta de lógica interna. Pero sobre todo me cansaron sus mentiras. Lo juro.

bastadeodio                                                         

2 comentarios:

  1. Bueno, en ese punto 6 les faltó:
    -"el financiamiento de una tropa de blogueros sumisos a su prédica"
    Juajua.

    Como sangran y proyectan. Un placer eso de la "manipulación presente.. e histórica!!! de nuestra realidad.
    Habráse visto tipos más caraduras y cínicos que estos hijos de Mitre.

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  2. Esa pretensión, la ser dueños de la historia, es la marca de su totalitarismo.
    Por eso repugna el juicio que los descendientes de Mitre pretenden hacerle a Osvaldo Bayer.
    Repugna pero es una oportunidad para hacerlos callar una vez más.
    Qué lindo Daniel que la historia se halla puesto nuevamente en movimiento, luego de décadas de autoritarismo y superficialidad.

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