28 junio 2009: La Gran Derrota

Estos días volvió la referencia a la elección legislativa del 2009, en un vano intento quizás de empañar el triunfo del domingo pasado. Se habló de resurrección, como lázaro, del desastre, de quién es la culpa o el mérito, según el caso. Se ha vuelto a hablar de la "gran derrota" del kirchnerismo y, en particular, del propio Néstor. Dos años no son tantos, todos la recordamos con mayor o menor detalle, más o menos influídos por la catarata de contundentes pronósticos y "sesudos" análisis de expertos. Quizás llegó la hora de reabrir ese capítulo y echar una mirada sobre el.
El calificarla de "gran derrota" siempre me molestó, siempre me pareció una exageración.  Simplemente porque los números frios no lo habilitaban. Si una situación similar hubiese sucedido en la europa que algunos toman como modelo se habría hablado de una mala elección, de una pérdida de apoyo pero nunca de derrota. Tampoco sucedería en los EEUU. Bush ganó por un puñado dudoso de votos y no se cuestionó su cuestionable triunfo. Zapatero y el PSE acaban de perder de forma categórica una elección frente al Partido Popular de Rajoy pero conserva el gobierno.

Las elecciones legislativas 2009, que de ellas se trata fueron sin duda importantes porque renovaron la mitad de ambas cámaras legislativas. Pero no fueron visualizadas por los votantes como decisivas. Un dato que apoya esta afirmación es que solo votó el 71,5% del padrón la menor participación desde la vuelta de la democracia (3.000.000 de ciudadanos no votaron). Son en cambio visualizadas como decisivas las presidenciales. Y Cristina ganó las dos en las que se presentó, obteniendo más votos favorables en la segunda -la reelección- que en la primera (casi un 10% o 3.000.000 de votos más) algo que es inédito desde la vuelta de la democracia. En realidad el 23 de octubre de 2011 contiene en si varios récords. Pero volvamos al 2009.

De los 17 distritos en los que se votó el 28 de junio de 2009 el kirchnerismo se impuso en 12 (Chubut, Tucumán, San Juan, Salta, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Formosa, Chaco, La Rioja, Jujuy, Río Negro y Misiones) y perdió en 5 (Buenos Aires, Capital, Mendoza, Córdoba y Santa Fé)

Sin embargo se sigue hablando, aún hoy, de las legislativas del 2009 como la "gran derrota del Kirchnerismo". Derrota que dio pie, en su momento, a las más variadas expresiones que conviene recordar: "Fin de ciclo", "el principio de fin del kirchnerismo", "desastre electoral".
Hagamos un rápido repaso por lo algunas de las cosas que se dijeron:

De Narváez: "Hemos derrotado a la vieja y mala política. Es momento de unir y no de dividir".
Según pudo constatar lanacion.com, a la salida del búnker de Unión Pro, en medio de los festejos por el desempeño de De Narváez, se repartían remeras con la leyenda "Faltan 895 días para que Francisco sea gobernador".

"Asistimos a una derrota total del kirchnerismo y al crecimiento de nuestra fuerza en todo el país", enfatizó Stolbizer al lado de su socia Carrió.
"Kirchner dejó de ser el jefe del peronismo el domingo a la noche: el peronismo no perdona la derrota". Tituló Julio Blanck de Clarín.
"Pino" Solanas afirmó esa noche que con los resultados de los comicios legislativos "se vuelve a encender la llama de la reconstrucción del movimiento nacional"..."lo que está pasando en esta ciudad es que se vuelve a encender la llama de la esperanza, la llama de la reconstrucción del movimiento nacional unitario, amplio, latinoamericanista alrededor de un proyecto emancipador".
"Macri, Cobos y Reutemann son los grandes ganadores de la jornada con la mira en 2011; no obstante, Binner logró un buen caudal de votos". Tituló Clarín
Alberto Fernández felicitó al vicepresidente Cobos y apeló a Serrat: "Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio".
"El gobierno de los Kirchner fue derrotado en los grandes distritos nacionales por más del 70% de los votos", dijo Carrió, haciendo su cuenta particular.

"Un golpe definitivo", tituló Carlos Pagni; "Kirchner condujo a su partido a un derrumbe. Sólo la supervivencia de Carlos Reutemann evitará que el PJ se convierta una colección de náufragos encomendados a dos extraños, Mauricio Macri y De Narváez. Conviene recordar la convulsión que experimentó esa fuerza en 1983. Aunque a diferencia de Lorenzo Miguel o Herminio Iglesias ahora los "mariscales de la derrota" están en el poder."

"El kirchnerismo ha concluido anoche como ciclo político. El tiempo que le resta es el de un paisaje resbaladizo, en el que Kirchner hará lo que pueda –o lo que quiera– para preservar una inestable gobernabilidad...los conflictos de la Argentina se abatirán sobre él y su esposa velozmente. Toda derrota opera sólo para diezmar el poder...El núcleo duro del poder se había derrumbado. Kirchner, Daniel Scioli, Sergio Massa, Alberto Balestrini y casi todos los intendentes del conurbano cayeron en un paisaje calcinado por esperanzas derrotadas." Escribió Joaquín Morales Solá. (Fuente)

Nestor Kirchner salió a reconocer la derrota y dijo:

"Queridos, compañeros, compañeras, amigos, amigas, hemos perdido, por muy poquito. Hemos luchado con toda dignidad. Estamos muy satisfechos."

Ahora, continuó, el gobierno piensa "retomar el camino y profundizar el gobierno. Estamos totalmente preparados para seguir trabajando."
"Estamos con más ganas que nunca, listos para trabajar por la Argentina, Con amor, con fuerza, como buenos demócratas. Y de corazón transmitimos el deseo de la presidenta, de Cristina, de felicitar a todos los ganadores que hubo en la Argentina."

"Grandes, grandes ganadores no hay. Hubo una elección equilibrada en todo el país", dijo ante un pregunta periodística." Luego, ante otra pregunta apuntó que "las elecciones en todo el país fueron más dificiles para los oficialismos, incluida Capital Federal".

"Los que ganaron, tendrán que tener serenidad para profundizar la gobernabilidad y dar la tranquilidad y seguridad que necesitan los argentinos ante la crisis internacional".

Cuando otro periodista le preguntó que le había dicho la presidenta, se limitó a responder: "la presidenta me dio un beso. A veces un gesto de amor vale más que cien palabras".  

¿Esa euforia opositora se justificaba? ¿Se justifica, aún hoy hablar, como lo hacen, de gran derrota del oficialismo en esa elección, la legislativa de 2009?. Hay que analizar los datos de la realidad. Partiremos de la base que nos da el año 2007 el de la elección de Cristina Fernández de Kirchner como presidenta sin necesitar de una segunda vuelta:

Presidenciales 2007:

PJ-FPV: Cristina Fernández de Kirchner           8.651.066 45,29%
ARI-CC: Elisa Carrió                                          4.401.981 23,04%
UNA-PJ: Roberto Lavagna                                 3.229.648 16,91%
FUL-PJ: Alberto Rodriguez Saa                         1.458.955  7,64%
MPS   : Fernando Solanas                                     301.265  1,58%
RECREAR: Ricardo Lopez Murphy                       273.015  1,43%

En las legislativas del 2009, los resultados a nivel país de las principales fuerzas fueron:

PJ-FPV:                                5.871.345 31,20%
ACyS  :                                 5.763.342 30,70%
PRO-PF:                              3.519.843 18.70%
PJDis :                                 1.518.572  8,00%

Y si consideramos el principal distrito de país, la Provincia de Buenos Aires, en las que el candidato de la Alianza PRO, Peronismo Federal, De narváez que encabezaba la lista, le ganó nada menos que a Néstor Kirchner. Los resultados, en ese caso, fueron:

PRO-PF:                                2.504.252 34,56%
PJ-FPV:                                  2.325.076 32.30%
ACyS  :                                   1.555.825 21,48%

Como se vé una muy ligera ventaja del FPV sobre el ACyS (Radicalismo, ARI y Socialismo) de 0,5% que en realidad constituye un empate.
Y una ligera ventaja (2,2%) del candidato a diputado De Narváez (Alianza PRO-PF) por sobre el propio Néstor Kirchner.
Si bien la diferencia en votos como puede verse es pequeña y no permite hablar de ganadores y perdedores definidos; por las peculiaridades del sistema proporcional de elección de los representantes el FPV sufrió una pérdida considerable y ciertos sectores de la oposición una ganancia desmesurada.

De las 60 bancas que puso en juego en el 2007 el FPV renueva solo 42, por lo que pierde 18 bancas. Sus aliados que renovaban 9 solo logran conservar 5, pierden 4. En la suma el oficialismo queda con 115 diputados pierde 22 bancas se queda como primera minoría y pierde la mayoría simple que tenía (137 diputados). La mayoría simple (quorum propio) requiere 129 diputados.
El Acuerdo Cívico y Social, una alianza entre el ARI, la UCR y el socialismo, gana 15 bancas y se constituye en la segunda minoría con 102 diputados. El PRO se convierte en la tercera minoría con 25 diputados, el PJ "disidente", la cuarta con 17 y restan 24 bancas diversas.

En el Senado el FPV queda con 36 bancas (pierde 4), el Acuerdo Cívico y Social con 23 (gana 7), el PJ "disidente" con las 9 que ya tenía y restan 4 bancas de otros. El FPV queda a solo una banca de tener la mayoría relativa (quorum propio).

Conclusiones con respecto a "la gran derrota" del 2009:

1) Si se consideran los votos obtenidos por cada fuerza con representación a nivel nacional el FPV obtiene el primer lugar, seguido muy de cerca por el ACyS apenas separado por 0,5%. Lo que se denomina un empate técnico. La alianza entre el PRO y el Peronismo Federal queda en tercer lugar a 12,5 puntos por debajo del primero.
NO hay tal derrota sino un empate técnico.

2) En lo que hace a la Provincia de Buenos Aires, en lo que constituyó la verdadera "sorpresa" de la elección De Narváez se impuso a Néstor Kirchner por la exigua diferencia de 2,23%. Lo que constituye una derrota pero está lejos de conformar una "gran derrota".
Si se comparan los resultados obtenidos por el FPV en el 2007 y en el 2009 resulta una caída de 14 puntos. Se puede concluir, como hizo Néstor, que el resultado es un llamado de atención: que hay que seguir trabajando, retomar el camino y profundizar el rumbo del gobierno. Es lo que se hizo.

3) La real ventaja obtenida por la oposición en el 2009 se produjo a nivel de la composición de la cámara de diputados. Sin embargo el desempeño del llamado Grupo A, coalición de opositores armado "con piolín y pegalotodo" en dicha cámara fue más que gris y absolutamente negativo para su funcionamiento ya que significó, entre otras consecuencias, la ruptura del ACyS. El grupo A decidió que había que imponerle la ley del número al gobierno y tomó por asalto las comisiones legislativas, violando el reglamento, y desplazando de ellas a varios representantes del partido gobernante.

El intento de cogobernar desde su supuesta supremacía en la cámara fue un completo fracaso, producto de la firme decisión del ejecutivo, que lejos de deprimirse con la "derrota" produjo una serie impresionante de iniciativas políticas en lo económico y social que son la base de su arrolladora victoria, esta vez sí vale el calificativo, en las presidenciales del 2011. Al parecer ellos mismos, la oposición y los medios que les dictaban la política a seguir, se creyeron durante un tiempo demasiado largo el verso mediático de la "gran derrota" del oficialismo y del "fin del ciclo kirchnerista" y cuando quisieron despertar el país había cambiado completamente y el escenario político ya no era el mismo del 2009.

La propia Presidenta Cristina Fernández luego de ser reelecta para el cargo por una impresionante mayoría cercana al 54% y con cerca de un 40% de diferencia sobre el pelotón de segundos, en su primera presentación pública de agradecimiento recordó de esta manera aquellos años del 2009.

“Si no lo digo esta noche siento que me va a estallar el corazón: sin las cosas a las que él se atrevió hubiera sido imposible llegar hasta acá. En 2009 se puso al frente en el momento de mayor adversidad de nuestra gestión”, rememoró. Luego recordó las elecciones de 2009 y aseguró que “si él no se hubiera puesto al frente, nuestra derrota en Buenos Aires hubiera sido terrible”.

Observaciones adicionales en octubre de 2011:

1) De las que fueron segunda y tercera fuerzas en las elecciones del 2007 (Lavagna y Carrió) hoy no queda absolutamente nada. Esto muestra una caracterítica de la llamada oposición: la inexistencia de un verdadero proyecto de país alternativo al del FPV y la falta de la capacidad subsecuente para consolidar una fuerza política de oposición que sobreviva a una elección. Los candidatos parecen irse sucediendo ante el electorado como los productos de oferta en las góndolas de los supermercados.

2) De Narváez que, en el 2009 en alianza con el PRO y el PF, obtuvo en la Provincia de Buenos Aires el 34,58% de los votos. En el 2011 en alianza con la UCR vio limitado su caudal de votos a menos de la mitad, 16,12%. Si se consideran los votos de la UCR (casi 10%) que fueron para De Narváez pero que en el futuro pueden ir para otro lado el verdadero caudal de votos de este empresario vuelto sin mucha fortuna y con mucho gasto de recursos a político es más bien incierto.
Hoy por hoy se desconoce cuales son sus alianzas y sus proyectos. Lo que se supone es que cada vez están más acotados porque su imagen se ha ido desgastando. Ya no es más el producto reluciente que era antaño.

3) Las elecciones del 2011 han actuado como un gran ordenador político limpiando la escena de personajes fuertemente mediáticos pero con escasa o nula llegada real al electorado. No los nombraré porque la lista es demasiado larga.

4) El pelotón de las fuerzas que entraron en segundo lugar está encabezado por Binner y su flamante Frente Amplio Progresista. Habrá que ver si logra consolidarlo. Tiene enfrente, a partir del 10 de diciembre de 2011 una gran tarea pero también una gran desventaja, con solo 17 diputados su representatividad estará muy limitada en la nueva cámara de diputados. El radicalismo que entró segundo en el pelotón, conserva una fuerza significativamente mayor de 42 diputados. El PRO y la Coalición Cívica quedan en una posición casi testimonial. Es muy difícil predecir lo que harán individualmente los 27 diputados que conserva el ex Peronismo Federal. Algunos se pasarán al FPV otros al PRO y algunos permanecerán con Duhalde a la espera. En ese pelotón están los 5 diputados que conserva De Narváez el "gran ganador" del 2009. El FPV rearma sus filas del 2007, con 118 diputados propios y 17 aliados le alcanza para formar quorum propio.

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