Asentamiento precario "La Veredita" últimas noticias:
El desalojo de los ocupantes de las veredas y parte de la calle, comenzó en la mañana del 3 de junio con 60 personas y fue completado a la tarde con las restantes en el asentamiento conocido como "La Veredita" situado sobre las calles Riestra entre Portela y Lafuente, linderas a un laboratorio, a un colegio católico y al polideportivo del club Argentinos Juniors.
El operativo se concretó luego de que fracasaran ayer las últimas instancias de mediación ordenadas por la jueza Claudia Alvaro entre el gobierno de la ciudad y los representantes de los ocupantes, quienes llegaron al lugar y levantaron precarias casillas el 24 de noviembre del año pasado en un número aproximado de 400 familias el se fue reduciendo con el tiempo hasta las 150 familias (unas 245 personas, la mitad niños/as menores) de hoy.
A la mañana, rodeados de un fuerte dispositivo policial, un grupo de unas 60 personas aceptó dejar el lugar y ser censadas para recibir un subsidio que en principio era de entre 700 y 1200 pesos en diez cuotas, pero luego se acordó un total de 7000 pesos en diez cuotas (un monto total para el GCABA de 1.050.000 pesos). (Télam)
Las restantes personas que dijeron que iban a resistir, entre ella Yanina Maza, la entrevistada por Jorge Rial y confrontada con María Eugenia Vidal por la radio La Red, finalmente terminaron por aceptar la propuesta del Gobierno de la Ciudad.
A medida que los ocupantes recogían sus pertenencias eran subidos a autobuses escolares e inmediatamente las topadoras arrasaban sus precarias viviendas de madera y cartón.
Es poco y nada lo que la población de la ciudad sabe de estas personas, de sus problemas, sus necesidades. Simplemente son considerados por muchos, que son los que parecen llevar la voz cantante de la sociedad y representarla, okupas, nuevo y despreciable vocablo que significa ocupante ilegal, un delincuente. Y es así como algunos pretenden que sean tratados. Solo con represión y nada de ayuda. Aún ésta incierta ayuda prometida de 700 pesos en diez cuotas, que pueden extenderse en el tiempo o incluso extinguirse en los vericuetos administrativos del Gobierno Macri de la CABA. Es sabido que cuando Macri no quiere hacer algo es muy difícil, no importan las razones, lograr que lo haga.
Anteriormente porteños en situación similar han denunciado el incumplimiento de lo prometido por parte de Macri.
El hecho fundamental que ha dificultado y demorado el desalojo es que la dupla Macri-Vidal se ha negado sistemáticamente a llegar a cualquier solución de fondo al problema fundamental de esta personas: la carencia de una vivienda digna. Han decidido que no califican por su carácter de okupas para los planes de vivienda e incluso al comienzo al igual que sucedió en el indoamericano, la decisión era sacarlos por la fuerza sin más. Solo la intervención judicial y la negativa del gobierno nacional a reprimir los obligó a llevar adelante una solución negociada. Sin embargo la resistencia a dar algo por parte del gobierno municipal impidieron que el desalojo pudiese llevarse a cabo varias veces. Total el sufrimiento y la tensión recaía sobre las personas que allí estaban, la mitad de las cuales son niños, y no sobre los insensibles funcionarios que la provocaban con sus tira y afloje que buscan mostrarlos en una posición de dureza que ellos especulan con que los beneficia en las próximas elecciones.
Veamos parte de la crónica de La Nación del Sábado 04 de junio de 2011 sobre el operativo desalojo, un ejemplo de "objetividad periodística":
"Eran las 6 de ayer cuando 300 efectivos de la Policía Federal y de la Gendarmería rodearon la zona. Una topadora ocupaba la esquina de La Fuente y Riestra junto a varios colectivos escolares, en los que se trasladaría a los ocupantes.
Pasadas las 7 arribaron al lugar 150 efectivos de la Policía Metropolitana y personal del Ministerio de Desarrollo Social porteño, que comenzó a negociar con los ocupantes.
Para las 10, un grupo de aproximadamente 100 personas instaladas sobre Portela ya habían aceptado la oferta del gobierno porteño: un subsidio consistente en una primera cuota de 700 pesos y, si logran acreditar un contrato de alquiler, nueve más.
Pero el resto se negaba a irse pues exigían ser incorporados a un plan de vivienda. "Si nos sacan nos metemos en la casilla con nuestros hijos y la prendemos fuego", llegó a amenazar Carla Manzano, mientras movía el cochecito de su bebe.
"No dormimos en toda la noche por el miedo -dijo Cristina, cuya casilla estaba situada sobre la avenida Riestra-. No tenemos casa, no tenemos dónde ir. Te pagan 700 pesos y te largan a la calle. No podés alquilar nada con esa plata", dijo a La Nacion."
En ese momento se conoció el amparo otorgado por la jueza Elena Liberatori. La resolución dispuesta por la jueza en lo contencioso administrativo porteño hizo lugar a una medida cautelar interpuesta por Lisandro Teskiewicz, abogado de 116 de los ocupantes ilegales de La Veredita y ordenaba que las familias recibieran 7200 pesos en una única cuota y ordenó incluirlos "en el programa de admisión para familias en situación de calle, en la modalidad prevista en el artículo 2 del decreto 167/11". La jueza ordenó además "la adopción de medidas de acompañamiento necesarias y la remoción de obstáculos a fin de que los actores puedan acceder a una solución estable y duradera en relación a una vivienda digna".
El abogado Teskiewicz explicó que esa medida significa que el Gobierno porteño deberá disponer de "un asistente social por familia para que las acompañe a realizar los trámites destinados a obtener la viviendas transitorias y luego el crédito para una definitiva".
Mientras el Ministerio de Desarrollo Social porteño apelaba el amparo, la Policía Metropolitana -junto con fiscal de la causa, Luis Duacastella- ingresaba por la avenida Riestra. Apenas los ocupantes aceptaban los subsidios, personal del gobierno de la ciudad destruía las casillas.
Además de la ministra Vidal, participaron del operativo el ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, y el jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco, quien confirmó a La Nacion que para las 18.30 el predio estuvo "completamente desocupado".
"Estoy muy conforme con el operativo y con el accionar de casi 200 agentes de la Policía Metropolitana, que se supieron manejar en un predio tan grande y sin dejar ningún herido", afirmó Burzaco.
Fuentes de la cartera que dirige Vidal especificaron que no se les entregó subsidios a aquellos que ya habían recibido algún plan social en otra ocasión y tampoco a las personas que no estaban en el censo que se realizó anteriormente.
Las familias que resistían el desalojo, finalmente subieron a los colectivos escolares llevando todas sus pertenencias. Luego del paso de las topadoras y los camiones, cuadrillas del Ministerio de Espacio Público porteño recolectaron todos los desechos que quedaron en el lugar.
Digamos que el operativo finalmente fue un éxito. Todos felices.
No, No todos. La ONG Ciudadana Defendamos Buenos Aires junto a su titular el abogado Javier Miglino, tienen una opinión diferente. Consideraron que darles subsidios a los okupas es un mensaje positivo para las "Mafias de los Usurpadores y de los Punteros políticos". Además agregaron, "Pero no es aconsejable y es presuntamente delictivo, porque configura un grave apartamiento de las normas legales e incluso está muy cerca de la figura de extorsión la sobreactuación de la jueza en lo administrativo y tributario Elena Liberatori, que ordenó que se entregue un subsidio especial e incluso una vivienda a cada uno de los usurpadores", denunciaron.
Mauricio Macri y su compañera de fórmula, la ministra de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal, consiguieron el viernes que dos topadoras barrieran al asentamiento “La Veredita”, de Villa Soldati. Al hacerlo, no solo no tuvieron en cuenta, sino que apelaron el amparo resuelto por la jueza María Elena Liberatori, quien fundó su decisión en los informes de un grupo de investigadoras de la UBA y el CONICET que se oponían a que el desalojo se realizara en las condiciones en que finalmente se ejecutó. Vale la pena detenerse en las conclusiones de estos trabajos y sobre todo debería tenerlos en cuenta la ministra Vidal.
Para el estudio de la UBA (Realizado por un equipo interdisciplinario integrado por las antropólogas María Carman, Vanina Lekerman, Paula Yacovino y Lucía Levis; de las trabajadoras sociales Belén Demoy y Romina Olejarczyk, y de la socióloga Natalia Jauri) se puede concluir que:
"Sobre los créditos hipotecarios del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) y el Programa de Subsidios Habitacionales que maneja la ministra Vidal, afirmaron que “existen estudios que diagnostican y analizan la ineficiencia en la ejecución de ambas operatorias”. Detallaron cómo el IVC fue restringiendo el acceso a su política crediticia hasta volverla inaccesible a familias como las que habitaban en La Veredita, que carecen de ingresos mínimos para calificar como postulantes, no se encuentran en condiciones de abonar las sumas exigidas en concepto de seña ni de afrontar los meses de tramitación que requiere la operatoria. En cuanto a los subsidios, consideraron que “ofrecen una mera estrategia de intervención inmediata con soluciones rápidas”, pero que se agota a los seis meses, sin prever mecanismos que permitan soluciones sustentables ni el seguimiento de las familias una vez finalizado el beneficio."
La socióloga María Florencia Rodríguez, magíster de FLACSO y becaria del CONICET, quien coincidió en los aspectos centrales del estudio de la UBA, consideró que “en tanto se responsabilice y judicialice a las familias empobrecidas (…) y no al Estado por la ausencia de opciones habitacionales concretas, no habrá solución sostenible ni posible que pueda modificar este escenario”. (Fuente: Tiempo Argentino)
Comentarios finales:
"Una niña, tan anónima como su destino, juntó sus útiles en su mochilita escolar rosa con rueditas. Estaba haciendo los deberes cuando la topadora del macrismo comenzó a derrumbar las precarias viviendas. Hoy está en un lugar incierto y lejos de su colegio en el que debía reencontrarse con sus compañeritos. ¿Le importa esta imagen a un dirigente o a un votante de la ultraderecha?" (do Campo Spada, 2011, tvmundus.wordpress.com)
Evidentemente no, los pobres para el PRO "No son Bienvenidos", incluso podemos suponer que se alegran, que consideran que se ha hecho justicia al desalojarlos, aunque hubiese sido preferible no dar ni siquiera subsidios "con nuestro dinero". No se preguntan, por ejemplo, que representan ese insignificante millón de pesos, aún no abonado, que le costó en subsidios al GCABA el desalojo, comparado con los 250 millones de dólares que el mismo gobierno le pagará al grupo Clarín por las netbooks más caras del mercado.
Solo cabe una esperanza, una ilusión y un objetivo de lucha: desalojarlos del Gobierno de la Ciudad por los votos para restituirle a la política social su verdadera finalidad la de acudir con generosidad y eficacia en auxilio de los que más lo necesitan. Hay una clara mayoría de los porteños que apoyan la justicia social, no dejemos que unos pocos retrógrados tengan la voz cantante e impongan sus políticas discriminatorias.
(Fuentes consultadas: Télam, Tiempo Argentino, La Nación, Sur, El Argentino, Ambito.com, Infobae.com, elnoticialista.blogspot, defendamosbuenosaires.blogspot ,tvmundus.wordpress.com).
bastadeodio
tomo una frase de tu investigado e ilustrador posteo: "La carencia de una vivienda digna".
ResponderEliminarLa carencia de una vivienda digna, en ese contexto, es la carencia de un trabajo en blanco y bien remunerado.
¿Por qué? podría uno preguntarse, ¿miles de personas en situación sumamente precaria se amontonan en CABA?
Respuesta: porque hay algo de trabajo. Por eso van a CABA y no a Formosa, ponele.
La ciudad necesita mano de obra en negro, barata y poco quejosa, no sindicalizada y de ser posible extranjera indocumentada.
Esa es la realidad. Por eso la villa 21, y el bajo Flores.
Ahora, aquellos que dan trabajo en negro mal remunerado a indocumentados, son los mismos que votaron a Macri.
Es un círculo que se retroalimenta.
Esa gente no puede pagar alquileres de CABA y necesita seguir viviendo en CABA para trabajar. No es que viven en La Veredita y van a trabajar a San Francisco Solano, vamos, Macri, dejá de mirar para otro lado.
La gente necesita una vivienda digna, que viene de la mano de un trabajo digno, y de tener documentos en regla.
Considero no errarle si digo que hoy CABA debe tener la mayor cantidad de mano de obra en negro, indocumentada y no sindicalizada.
Es una serpiente que se come la cola, pero juega a ser un erizo.
El mismo porteño que vota a Macri es el que tiene a esas personas empleadas en negro, y es el mismo que se queja de las villas, La Veredita, etc.
Es un círculo imposible de desarticular.
Saludos, Profe
Muy bueno, profesor. Imprescindible su trabajo,tanto como tener una esperanza, una ilusión y un objetivo de lucha.
ResponderEliminarGracias.
Muchas gracias argentinolibre por tus palabras, realmente, me estimulan a seguir adelante. viniendo de un maestro como usted.
ResponderEliminarAlmita que decirte mas que gracias, tus aportes son un post en sí mismos y deben ser leídos como parte integrante de las publicaciones que hacemos. Tus comentarios están llenos de inteligencia, conocimiento y sensibilidad. Es un honor que nos leas.
Un abrazo a ambos compañeros
Gracias por el abrazo, fundamentalmente ;)
ResponderEliminarMe atrevo a decir que la erogación que representan estos subsidios, es menor al gasto ocasionado por la colocación de las absurdas plantitas en dos cuadras de canteros... Me refiero a esas que al mes se secan porque no tienen el cuidado mínimo...
ResponderEliminarLas personas son despreciadas en forma permanente, sus casas son aplastadas por topadoras. Pienso en el niño que observa eso... tendrá la imagen de la destrucción en su retina de por vida. Los que fueron víctimas de un terremoto, recibirán ayuda psicológica, estos niños tendrán como contención un micro escolar rumbo a ninguna parte... Los acorralan y después se asustan de las reacciones...
Bien Hilda. Has dado en el centro de la cuestión y con que exacta y cruda mirada. En sintonía con la imagen que da Do Campo.
ResponderEliminarProfe; tu post, un lujo! Esta gente chorrea de desprecio. Ese exacto punto es el que hay que poner en el eje a ver si la gente de nuestra ciudad sacude su sensibilidad.
Hilda eso mismo pensaba yo, amiga, colega y compañera, cuántas veces hemos visto esas caras en nuestros alumnos esa desesperanza que por algún lado debe salir. Esas experiencias vividas por esos niños que formaban más de la mitad de la población la angustia de las madres la violencia de las topadoras el ruido los empujones son imborrables se necesita mucho amor y mucho cuidado para cicatrizar esas heridas del alma.
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