¿Hay que (pre)ocuparse de Eduardo Duhalde?

Eduardo Duhalde, el que pregona el odio y la revancha

Sostengo que cuanto más se habla de él, en particular cuando se le supone una capacidad para confabular mayor que la que realmente posee, solo le estamos haciendo propaganda gratis. Alimentando su ego de enano cabezón y terco como una mula. Si se junta toda la inteligencia del cabezón líder más la de todos sus secuaces reunidos (incluido el novísimo goldenboy), el cociente intelectual promedio no llega a mover el amperímetro (pensemos que hay varios/as que tiran ostensiblemente para abajo el promedio). Su proyecto REAL ya lo conocemos y, resumiendo, es el del FRACASO.
Duhalde fue gobernador del principal territorio y fracasó, fue presidente y fracasó. Muchos todavía lo recuerdan generosamente con esa cantinela de: fue un tipo limitado que "supo poner orden" en un país sumido en el caos en que lo dejo el riojano hoy gagá y que el radicalismo solo profundizó. Se largó rápido cuando percibió que el caos político que el mismo había alimentado con su sentido del orden carente de política (vista como proyecto de construcción colectiva), se le estaba volviendo en contra y comenzaba a hacer de las muertes en las calles algo inevitable. 

HOY es apenas el mascarón de proa de Magnetto y Cía, y por supuesto, recibe el apoyo, por ahora, de Macri y del PRO tranfu-peronista. Ahora cree que haciendo gala de peronismo "auténtico", de ortodoxia, dando vivas a Perón y Eva, ya está. El problema es que con la extraña excepción de R. Puerta, nadie del peronismo federal (¡Qué sentido del humor tienen algunos para poner nombres!) parecen seguir al líder.

Es posible que el peor error que podríamos cometer quienes creemos y defendemos al proyecto Nacional y Popular de Néstor y de Cristina, sea renunciar a la ortodoxia peronista, cederle ese lugar y esas banderas a los lópez rega, las isabelitas, las chiches, los barrionuevos, los vandor, los eternos traidores de adentro que quieren torcer el destino de Justicia social (hoy trabajo y distribución), soberanía (hoy unidad latinoamericana) e igualdad (hoy inclusión social) que tuvo y tiene la doctrina de Perón y Evita. Ser kirchnerista no es contradictorio con ser peronista es solo una actualización para el siglo XXI. Reparemos en nuestro mapa social, el de los sectores que hoy integran lo que se llama, a veces despectivamente,  kirchnerismo, poseemos de lejos la mayor representatividad social y política y tenemos un proyecto de Nación que propone contener a todos, trabajadores y empresarios nacionales, jóvenes y mayores, profesionales y estudiantes, ortodoxos de género y heterodoxos, trabajadores de la cultura y famosos y todo ello sin odio, con alegría.

ELLOS, en cambio, los traidores a la doctrina como el cabezón, su archienemigo el riojano, los entristas de todo pelaje, los infiltrados por derecha y por izquierda, los quinta columna gorila, SON ELLOS LOS QUE NO TIENEN UN PROYECTO PARA EL FUTURO, SOLO PROPONEN UNA VUELTA A UN PASADO DE DIVISIÓN, DE ENTREGA Y DE FRACASO Y, LO QUE ES MAS TERRIBLE, DE OLVIDO. (que otra cosa puede representar Cecilia Pando en la presentación de la candidatura)