Por una Patria Justa, Libre y Soberana

Una Patria Justa, Libre y Soberana - 17 de octubre de 1945 - 17 de octubre de 2015 - Día de la Lealtad - Setenta años

miércoles, 11 de julio de 2012

Se frena el crecimiento de la economía

Evolución del PBI argentino - Fuente FMI
El crecimiento de la economía argentina experimenta en los últimos meses una evidente desaceleración. Eso es ya un hecho. Pero no significa recesión que es otra cosa mucho más grave. Como la línea editorial de la prensa opositora consiste en presentar los problemas siempre como más graves de lo que en realidad son intentando quizás provocar una suerte de profecía autocumplida, algunos, como el editorialista estrella del diario La Nación, Joaquín Morales Solá, ya no hablan de enfriamiento o desaceleración de la economía, sino directamente de recesión.
La manipulación de los datos de la realidad que ejerce JMS es manifiesta. Por muchas razones, la primera porque recesión implica desde el punto de vista técnico una caída del PBI, es decir, un decrecimiento de por lo menos dos trimestres consecutivos. Pero además implica, lo que es mucho más importante, un aumento del desempleo por la caída prolongada en la actividad industrial, una caída del consumo, en suma para no cansar, un achicamiento sostenido en el tiempo de la economía. Como es evidente, esto, por lo menos por ahora, no ocurre. Si hay signos de una desaceleración, que son reconocidos por el gobierno que toma medidas coyunturales y de fondo dirigidas a moderar el impacto negativo de la disminución del crecimiento.

Lo que está en discusión son las causas de esa situación: Cuánto impacta la crisis europea, cuánto el estancamiento de Brasil y cuánto el acierto o desacierto de la política económica que lleva adelante el gobierno.

Las opiniones de los economistas sobre las causas, se dividen, esquemáticamente, en dos grupos.

Por un lado, están quienes se ubican en las antípodas de la política del gobierno, economistas ortodoxos vinculados al establishment y de orientación neoliberal con diferentes matices.
Para ellos la desaceleración se debe principalmente a errores de política por parte del gobierno y el contexto externo desfavorable, aunque existe, le sirve al gobierno, según éstos, de excusa. Estos economistas encuentran su medio de expresión en la prensa opositora y el sentido de su intervención es conocido, dar malas noticias, señalar todo aquello que está mal o puede ir mal y magnificarlo. La razón de tal comportamiento obstinadamente negativo es obvia, se están tocando sus intereses y perciben que la dirección que ha elegido el gobierno los compromete aún más de cara al futuro.

Un buen ejemplo de cómo se puede manipular la información para forzar una conclusión es el caso de la nota -aparentemente muy técnica- aparecida el día lunes en el diario La Nación: "Cinco señales que muestran una fuerte desaceleración en el crecimiento económico". Estas cinco señales serían:
1) Caída en la venta de automotores, 2) Caída de las exportaciones al Brasil, 3) Ralentización del crecimiento de la recaudación fiscal, 4) Caída en la Construcción, 5) Caída en la inversión.
La mayoría de los datos que ofrece para corroborar estas afirmaciones son de serie corta o cortísima y están cuidadosamente seleccionados, graficados y titulados para producir en el lector la sensación de desastre próximo.
Lo relevante -y lo que celosamente oculta el informe- es que estas cinco señales -en realidad pueden identificarse más- no ocurren solamente en la economía argentina sino que son comunes a todas las economías de la región, como bien lo muestra el Informe de Situación Macroeconómica elaborado por la CEPAL. En este informe no se convierte una situación que en sí es compleja en otra inmejorable o, por el contrario, terrorífica. Se identifican los problemas y sus causas  y se concluye que la mejor alternativa para enfrentarlos es justamente la aplicación de políticas contracíclicas que sostengan el consumo interno que es la base fundamental del espectacular crecimiento económico experimentado en el quinquenio pasado. Todo lo contrario a las propuestas de reducción del gasto fiscal y devaluación de la moneda en las que insisten los economistas del stablishment. Del informe citado extraigo algunos datos (tablas I y II), para mejor ilustrar el fenómeno y apreciar su carácter regional y no solo local. Corresponden a los cuatro trimestres de 2011 y el primero de 2012.

TABLA I: VARIACIÓN DEL PBI: La caída en el ritmo de crecimiento es común a todos los países de la región con independencia de sus peculiaridades productivas. Con la excepción del Paraguay que tiene una tasa negativa el resto de las economías crecen aunque lo hacen con ritmos diferentes. Como se puede apreciar Argentina experimentó un crecimiento récord en 2011 (8,9% promedio) el mayor de américa latina. Esto afecta la comparación interanual de los indicadores porque al tomar de base un año récord la desaceleración aparece magnificada.

país
I
II
III
IV
I
ARG
9,9
9,1
9,3
7,3
4,8
BRA
4,2
3,3
2,1
1,4
0,8
CHI
9,9
6,6
4,8
4,2
5,6
MEX
4,8
3,4
4,6
4,2
5,6
PAR
5,6
4,1
2,5
2,4
-3,1
VEN
4,8
2,6
4,4
4,8
5,6
PROM
5,5
4,2
4,2
3,6
3,3

TABLA II: ACTIVIDAD INDUSTRIAL: La caída de la actividad industrial es muy marcada en nuestro principal socio comercial, Brasil. La tendencia declinante en el período 2011-2012 es general.

país
I
II
III
IV
I
ARG
9,3
8,4
5,7
3,4
2,3
BRA
2,7
0,5
-0,1
-2,3
-3,1
CHI
14,4
7,5
4,4
2,0
3,7
MEX
5,4
3,4
3,5
3,2
4,6
URU
6,5
4,0
4,5
-11,8
-4,5
VEN
8,4
1,6
2,5
3,3
0,7

Por otro lado, están los economistas heterodoxos que en general acompañan las políticas gubernamentales, quienes señalan que este fenómeno está asociado principalmente al impacto local de la crisis internacional. A favor de éstos se encuentra el hecho de que el fenómeno de la lentificación del crecimiento, entre otras condiciones adversas, no es privativo de nuestro país, ni siquiera de nuestra región, ya que afecta también a China y a India.
Nuestro principal socio comercial en la región, el Brasil, por poner el principal ejemplo y que más nos afecta, ha sufrido una merma en su crecimiento económico aún mayor que el nuestro. Durante el primer trimestre de 2012, el PIB de Brasil tuvo un crecimiento interanual de sólo 0,8%, valor que contrasta con el incremento de 4,2% que tuvo en igual trimestre del año anterior. Pero eso no es todo:

Somos Brasil dependientes:
El 20% de las exportaciones argentinas totales (y el 40% de nuestras exportaciones industriales) tiene como destino Brasil. En algunos sectores, la interdependencia es aun mayor; por ejemplo, en la rama automotriz, las exportaciones sufrieron una caída interanual de 46% en mayo.

Frente al hecho de la desaceleración, la ortodoxia receta "el ajuste" que significa, entre otras cosas, reducir los gastos del gobierno, en especial los sociales, "enfriar" la economía bajando el consumo y "generar confianza" en los inversores. Es la receta que aplica en Europa la troika formada por el BCE, el FMI y las autoridades de la CE. Tiene un altísimo costo social que hace que cada vez sea más resistida por las sociedades a las que se aplica ya que junto con la devaluación -que también reclaman- implican una gigantesca transferencia instantánea de recursos de los sectores menos favorecidos a los más ricos. Lo más importante es que lejos de alejar el fantasma de la recesión lo convoca. Ya lo hemos padecido. La experiencia debería bastar para huirle a esa alternativa como a la peste.

Políticas contracíclicas:
El gobierno argentino, por el contrario, se apartó de este camino y enfrentó la crisis de 2009 a partir de políticas fiscales activas, entre las que se ha destacado la Asignación Universal por Hijo (AUH), que garantiza un ingreso a más de 3,5 millones de niños y adolescentes, hijos de trabajadores desocupados o informales. Es generalmente reconocida pero no es la única. La cuestionada política de subsidios al consumo, los préstamos del Bicentenario, las obras de infraestructura, la renovación del Belgrano cargas, son tantas que resultaría agotador solo enumerarlas.
En la actualidad el camino elegido va en la misma dirección, en ella se enmarcan el reciente lanzamiento tanto de la Línea de Créditos para Jubilados, como del Plan de Viviendas, una medida ambiciosa y de un impacto potencial muy grande, en particular en la construcción y sus industrias conexas.
Según noticias muy recientes el gobierno planea realizar una inversión de mil millones de pesos para mejorar el transporte ferroviario, especialmente las líneas Sarmiento y Mitre cuya concesión se le quitase recientemente a TBA.
En igual dirección irían los aumentos en el monto de la AUH y de las jubilaciones. Todas políticas económicas que no sólo tienen un efecto positivo en el PIB que tiende a compensar los efectos negativos de la crisis internacional, sino que generan importantes efectos distributivos, en particular para los sectores más vulnerables.

La cuestión entonces es cómo se financia una estrategia expansiva y distributiva de este tipo en un marco de desaceleración de la actividad, que implica, entre otras cosas, potencialmente una menor recaudación. Necesariamente es en este contexto que debe encararse la discusión sobre los impuestos, por ejemplo, el tema tan actual del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias. No se puede hacer la del avestruz y reclamar ventajas para un sector que de ser concedidas necesariamente le quitan recursos a otro que seguramente lo necesita aún más.

Trasformaciones estructurales:
Pero con esto claramente no basta, es imperativo que el Estado retenga una mayor porción de las rentas oligopólicas, lo que implica ir hacia una modificación estructural, tal y como se hizo en el caso de Repsol-YPF. Son transformaciones de fondo, en consecuencia, muy resistidas y cuya posibilidad está fuertemente condicionada a la correlación de fuerzas existente. El gobierno de Cristina Kirchner está empeñado en concretar esas transformaciones de fondo a pesar de la oposición que pueda encontrar. Justamente esto es lo que temen y le reprochan las fuerzas que se le oponen.

Es que hay condiciones de nuestra estructura económica que vienen de lejos y que incluso se han agravado en las últimas décadas. Una de ellas es la dicotomía existente entre una actividad agropecuaria altamente eficiente sobre la base de excepcionales condiciones naturales y el uso intensivo de tecnología de punta, con un desarrollo industrial que lo es mucho menos. Esta tensión entre un campo eficiente y una industria que no lo es tanto y que requiere de los subsidios provenientes del primero vía la intervención mediadora del Estado, signa los conflictos por la renta que marcaron a nuestro país desde la irrupción del gobierno del general Perón y que expresan dos proyectos distintos de Nación siempre enfrentados.

A esta condición inicial se suma -especialmente desde los ´90- la extranjerización de todas las actividades primarias, industriales y comerciales concretada en la compra de numerosas empresas de capital nacional.

Este esquema de economía de base fundamentalmente primaria -agraria, minera y energética- y extranjerizada no se ha modificado en lo sustancial en la última década.

Por ejemplo, las exportaciones del complejo sojero en 2011 –porotos, aceite y pellets de soja– suman 20.000 millones de dólares, casi un 25% del total de las exportaciones. A su vez, esta situación vuelve al volátil precio de la soja una fuente de posible inestabilidad para nuestra economía, en particular para los ingresos estatales ya que desde 2002 los derechos de exportación representan aproximadamente un 10% de los ingresos tributarios.

Por otra parte, respecto a la extranjerización, basta con señalar que de las 500 empresas más grandes del país, la participación de las de origen extranjero crece de forma constante en la década del ’90, pasando de 44% en 1993 a un 68% en 2002, estabilizándose en 67% para el promedio 2003-2010.
Más significativo aún resulta que, en promedio, las ganancias de las empresas extranjeras son cuatro veces las de las locales, y que las utilidades y dividendos que sacaron del país en 2011 alcanzaron los 8500 millones de dólares, cifra cuatro veces superior al promedio existente durante la convertibilidad.

La alternativa de apoyar, a partir del empresariado local, el desarrollo de una burguesía nacional que impulse un proyecto nacional y popular de crecimiento con inclusión social, tantas veces intentada pero, por causas muy complejas de analizar ahora, sin éxito, resulta ser ahora una alternativa aún menos viable de lo que parecía en las décadas del ´50 y ´60.
En relación a estos cambios de carácter estructural posibles el economista director de FIDE, Héctor Valle remarca que “la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central está claro que afecta al capital concentrado y especulativo, así como también la recuperación de YPF”, y afirma que “no caben dudas de que hay actores interesados en desestabilizar al Gobierno”.

Las Alianzas Regionales y la defensa del modelo:
Este panorama, que se presenta tan difícil para producir las transformaciones de fondo necesarias, puede encontrar una salida si se piensa en dos elementos concurrentes, el primero, las alianzas regionales que pueden dar el marco político externo necesario para el cambio, el que seguramente encontrará, como ya se ha visto, una fuerte oposición interna y externa y en segundo lugar, en la organización y concientización de los sectores populares los que siempre han sido castigados ante el predominio del modelo agroexportador y extractivo pero que aún pueden no ser del todo conscientes de ese hecho o, por lo menos, que el nivel de consciencia existente no se expresa como es necesario en organización. Hay todavía un margen demasiado grande para que pequeños grupos muy activos en su oposición al gobierno, puedan subirse a reclamos ciudadanos -como es el caso de la inseguridad- para provocar ansiedad, temor al futuro y desestabilización.
Asimismo es un llamado a la reflexión por parte de ciertos estamentos gremiales para que al formular sus reclamos tengan en cuenta la compleja situación que atravesamos.

En el aspecto concreto esta vía de rompimiento del status quo supone poner en manos del Estado Nacional, como se hizo parcialmente con el caso de YPF, el control sobre todos los recursos estratégicos. Dicho de otra forma perderle el miedo inculcado de forma deliberada a una palabra: Estatización.

bastadeodio                                                               

2 comentarios:

  1. Estimado:
    Nos llegan correos que pretenden esmerilar al gobierno, y hay mucho idiota que reenvía porque le dicen que lo haga.
    Saqué uno a la luz en:
    Tan pelotudo soy, que no entiendo...
    (Donde cito esta nota como Texto relacionado),
    y me gustaría comente algo, dado que sabe más que yo.
    Luego lo pondré en el Feisbuk donde tengo varios contactos 'derechosos'.
    Saludos y gracias.

    ResponderEliminar
  2. Grande Profe! Decapitando los mitos que fogonean permantemente contra este gobierno!

    ResponderEliminar