Inmigrantes europeos en Buenos Aires a comienzos del s. XX |
"Mientras los mexicanos descendemos de los aztecas, los argentinos descienden de los barcos", afirmó con ironía el escritor mexicano Carlos Fuentes haciéndose eco de una frase común que expresa una fuerte mitología arraigada sobre todo en la ciudad puerto de Buenos Aires. No pocas veces ni por pocas personas se confunden fácilmente la pequeña y relativamente rica Buenos Aires con la extensa y variada geografía y población de nuestro país.
Sin embargo es posible que Fuentes no fuese el primero en afirmarlo, nuestro Borges se dice que solía afirmar, con la misma ironía filosa, que los argentinos descendemos de los barcos, en clara alusión a las corrientes migratorias que en las primeras décadas del siglo XX cruzaron el Atlántico en busca de un destino mejor.
Marcos Aguinis en su libro "El atroz encanto de ser argentinos", le atribuye la frase a Octavio Paz: "los mexicanos descienden de los aztecas, los peruanos de los incas, y los argentinos....de los barcos"...
Como corresponde a un lugar común la frase, con ligeras variaciones, admite diversas fuentes en simultáneo sin que esto sea visto como una contradicción. Lo importante no es quién lo dijo sino lo que dice. Lo importante es el mito.
Ese aluvión inmigratorio dio forma, para bien y para mal, al tan mentado mito del crisol de razas que definiría al ser argentino.
América en general y Argentina en particular, eran vistas como una patria grande en potencia, pero con una historia breve en la que todo estaba por escribirse.
El mito del colonizador y el colonizado dió la espalda al indio, al negro y al mestizo que habitaban estas tierras y miró a Europa como la fuente y medida de todas las cosas materiales y espirituales. Los "cabecitas" no formaban parte de él o si lo hacían era desde el lugar subsidiario de lo pintoresco o lo anecdótico.
Tampoco hay que olvidar que además de un genocidio cultural hubo en nuestro país un verdadero genocidio físico que se derramó sobre los pueblos autóctonos y la población afrodescendiente conduciéndolos hacia su casi total extinción, con el objetivo bien concreto de apropiarse de sus tierras y sus espacios o de su vida, utilizándolos como carne de cañón en las guerras de la independencia y en las luchas intestinas, todo para el mayor despliegue del poder huinca.
Sin embargo, este objetivo de borrar de nuestro mapa todo lo que no fuese europeo no se logró totalmente.
Los Olvidados: Indígenas y Afrodescendientes:
Afrodescentientes no es solo un concepto antropológico |
En 2004 (el anterior censo) se reconocían indígenas una 650 mil personas, la mayor parte correspondiente a las etnias mapuche y colla y que se distribuyen entre Chubut y Neuquén, los primeros y en Jujuy, los segundos. La variación registrada con respecto al último censo no supone necesariamente un auténtico crecimiento demográfico ya que, según los expertos, puede haber aumentado el autoreconocimiento de los censados. Yo pienso que además de esa variable subjetiva se debería tener en cuenta que tal vez buena parte de los indígenas que habitan nuestras tierras no se siente ni quieren sentirse argentinos y es más que comprensible que así sea. Figurar en un censo huinca puede no significar nada para ellos.
La mayor parte de los reconocidos como afrodescendientes viven en el conurbano bonaerense.
Recuperando la identidad robada |
El 92 por ciento de la población autorreconocida como afrodescendiente nació en la Argentina y un 8 por ciento en el extranjero. De éstos últimos, el 84,9 por ciento proviene de América, principalmente de Uruguay (20,8 por ciento), de Paraguay (16,1 por ciento), de Brasil (14,2 por ciento) y de Perú (12,5 por ciento).
Federico Pita –titular de la entidad Diáspora Africana, que nuclea a afrodescendientes– contó que “previo al censo, participamos en una campaña de sensibilización en distintas provincias. No hace más de 20 años que se utiliza el término ‘afrodescendiente’, agregó, y en nuestra recorrida procuramos instalarlo. Se optó por utilizar este término políticamente correcto, que empleamos los activistas y que tiene un alcance político muy fuerte: designa a personas de ascendencia africana, lo cual en la inmensa mayoría de los casos se originó en la esclavitud”.
bastadeodio
SI BASTA DE ODIO.
ResponderEliminarBASTA DEL ZURDAJE MONTONERO QUE NOS GOBIERNA.
http://www.politicamen-t-incorrecto.blogspot.com.ar/
la verdad es que no veo relación alguna entre el comentario y el post, pero como no contiene ningún insulto o agravio elegí publicarlo. No creo que este blog sea un sitio de su agrado, tampoco lo es para mí su visita.
EliminarAtenti Profe, ese muchacho labura en el golden?
ResponderEliminarjajaja, no sé pero podés echarle un vistazo a su blog si no es neonazi le pega en el palo.
EliminarEl bendito error porteño repetido hasta el hartazgo.
ResponderEliminarSegún los “porteñocentros” (vale para el GBA)
Argentina = Capital
En Capital hay mayoría descendiente de europeos, entonces Argentina desciende de los barcos.
Cuando se parte de una premisa falsa... Alabado sea Borges.
De ahí al “crisol de razas” un pasito no más.
“Crisol de razas”... Europeas, un poquito asiáticas -necesitábamos tintorerías- y.... BASTA. …
Eso nos decían en la escuela... Claro, ellos elaboraron los programas de estudio, los libros de texto, se ocuparon de invisibilizar al nativo, al negro, al mestizo... Y de inculcarnos su cultura y la nostalgia por la madre patria (en el momento de emigrar nuevamente, los nietxs se fueron a las tierras de sus abuelxs)
“El cabecita” era siempre “el pobre del interior”!
En la capital fueron advenedizos, llegaron con “el aluvión zoológico” y estaban para hacer los trabajos no deseados o considerados degradantes.
“Mis grasitas”... Si nos atenemos -desde una mirada actual- al significado, es bastante despectivo.
La población afrodescendiente (negra, la llamábamos con cierta ternura, total ya no estaban) existió en la colonia. Las negritas vendían empanadas y los negritos velas.
Unos y otros acompañaban a misa a la señora de peinetones... Alguien debía poner la alfombra...
En los actos escolares, nos pintaban con un corcho quemado, nos ponían una pollera roja con lunares blancos y... las niñas, a vender empanadas!!!! los varones??? velas!!!
Jamás nos hablaron de “la guerra del Paraguay” esa que de grandes pudimos agregarle “gran negocio” cuando lo confirmamos con el libro de... ¿León Pomer?
Durante mis años juveniles (hasta ayer) los afrodescendientes eran muy escasos. Hace pocos años que podemos ver nuevamente población de origen africano.
Las etnias mapuche y collas pudieron mostrar al mundo la conservación de las culturas propias a costa del aislamiento ya que literalmente fueron “barridos” del territorio...
Discrepo en esta afirmación “se debería tener en cuenta que tal vez buena parte de los indígenas que habitan nuestras tierras no se siente ni quieren sentirse argentinos “ creo que, simplemente, para ellos es más importante su entorno y lo defienden de esa manera.
(Igualmente que nosotros -porteños, que vinimos en barco jeje- no hace mucho que somos latinoamericanos... el “argentino” ya nos llenaba)
Gracias Profe... Me dio para escribir, un abrazo.
Muy bueno Hilda tu comentario, enriquecedor y comprometido.
EliminarEn cuanto a tu discrepancia pienso que es natural, es una afirmación muy fuerte y no podría justificarla más allá de la impresión que me causa la falta de compromiso que manifiestan algunos grupos -no todos ni mucho menos- con la vida política del país, en particular con la suerte del gobierno ante los ataque de que es objeto. Lo entiendo, aunque me parezca un error, si de algún gobierno pueden esperar que se atienda a sus derechos y reivindicaciones es de éste. De todas formas hay algo que está por encima del gobierno y es la actitud del universo huinca con respecto a esas comunidades, el proceso es lento pero se ha avanzado mucho, hoy hay mucho más visibilidad y es a partir de allí que podrá surgir más claro el sentimiento de pertenencia.
Puffffffffffff Profe!!! te atacan!!!
ResponderEliminarNo es por nada, ¡bendita sea la descendencia de todos y cada uno!. Pero contraponer a los "descendientes del barco" con los "afrodescendientes" (¿?) es un sinsentido... Si son "afros" también descendieron del barco, como los españoles, italianos...
ResponderEliminar"los argentinos descendemos de los barcos". Esta frase que parece tan natural e inocente esconde un prejuicio y una negacion, el prejuicio de pensar que todos nuestros antepasdos son europeos, aunque muchos si lo sean, y la negacion de toda una comunidad originaria que todavia perdura en nuestra cultura : la guarani, la mapuche, la quechua, la wichi, etc...etc...etc...Observemos los afiches que confeccionaron los alumnos de 2*1* y veremos de que manera todavia hoy estamos imbuidos de estas culturas originarias. Este dia de hoy , el de la Diversidad Cultural, es una gran ocasion para reivindicarlos. Nunca esta demas recordar como aquel 12 de octubre de 1492 comenzo la mayor y mas grande catastofre demografica que perduro 500 años y durante los cuales los pueblos originarios sufrieron el mayor genocidio de la historia. Para darles un ejemplo, digamos que la cantidad de habitantes incas antes de la llegada de los españoles era de quince millones para pasar a ser de solo un millon y medio en el termino de una generacion. Por eso y solo por eso hoy no puede ser sólo un dia de recuerdo sino tambien un espacio para la reflexion . Muchas gracias.
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