Por una Patria Justa, Libre y Soberana

Una Patria Justa, Libre y Soberana - 17 de octubre de 1945 - 17 de octubre de 2015 - Día de la Lealtad - Setenta años

miércoles, 7 de marzo de 2012

Relato y Realidad

Como dice Horacio González la palabra "relato" ha sido usada y abusada y últimamente se ha convertido, por esa degradación, en equivalente a "engaño", "mistificación" o "teatralidad". O, por lo menos, es así como intentan presentarla los medios de comunicación dominantes, desde antes de las elecciones de octubre pasado y han tenido sus intelectuales ideólogos, Beatriz Sarlo, por ejemplo, que le han dado una pretendidamente sólida base argumental a esta denigración del concepto.

Este giro del significado no se ha operado de manera casual, casi nunca lo es en el mundo moderno atravesado por los medios masivos de comunicación, siempre estos cambios obedecen a intereses concretos que los impulsan. En develarlos está la función del análisis político. ¿Qué se refuerza, qué se dice y que se niega, con el cambio de connotación?

Así como hay -simplificando- dos bandos políticamente enfrentados de forma extraordinariamente dura en la arena política, hay también dos relatos, por un lado tenemos a la corporación mediática formada por el multimedia Clarín, La Nación y Perfil con ocasionales aliados los que con distinto estilo y recursos, persiguen un mismo fin que es esmerilar, desgastar al gobierno y restarle el apoyo ciudadano que ha conseguido y por otro, el Gobierno con sus aliados, empeñados en la tarea ciclópea de transformar a un país destruido por el neoliberalismo en una Patria para todos, justa, libre y soberana. (obviamente en esto no pretendo ser imparcial, ni siquiera creo que está virtud, de existir, sea posible de ejercer en este caso).

Se puede rastrear el origen de la carga ideológica adquirida por esta palabra en los coletazos del conflicto por la resolución 125, donde fue el gobierno quien utilizó esta palabra en el sentido de "engaño" o "de construcción de un relato falso", refiriéndose justamente a los medios masivos de comunicación opositores, especialmente al diario Clarín. La expresión más sintética de ello la constituye el "Clarín Miente" lanzado por Néstor Kirchner, síntesis que despertó en las conciencias de muchos la importancia del "relato" en la construcción de la nueva identidad política del proyecto, proceso que finalmente halla uno de sus instrumentos más importantes en la Ley de Medios Audiovisuales aún en lenta y parcial implementación en la realidad.

La utopía que alimentaba esa crítica al "relato" construido por los medios y que tenía sus componentes políticos, filosóficos y semiológicos convocaba en lo político a democratizar la palabra, a multiplicar las voces, a darle voz a los que no tienen voz.

Si se quiere la actual actitud de los medios opositores semeja a una contraofensiva que utiliza los mismos argumentos que con bastante éxito se emplearon contra ellos. Esto por supuesto no los justifica ni disculpa, ni mucho menos les otorga la razón, como veremos.
Señala Horacio González:

"...la política busca ser una urdimbre de hechos y palabras que confluyan hacia un nuevo realismo; un realismo crítico que busque validarse tanto en sus obras como en la imaginación colectiva, no valiendo ambas cosas por separado sino en su dramática interconexión." (completo aquí)

Porque los relatos no son meros caprichos ni teatralizaciones, tienen sin duda su costado impactante, convocante, si no lo tuviesen no constituirían mensajes a la población en gran medida propagandísticos. Esto es cierto pero insuficiente para comprenderlos.

Los relatos, en general y los de este tipo en particular, obedecen a intereses concretos muy variados, políticos, ideológicos, religiosos, éticos y, por supuesto, económicos. Más allá de la forma que adquieren estos relatos en esencia afirman que "el otro" miente. Y la referencia para descubrir la mentira estaría en la realidad.
Los relatos pueden tergiversar los datos duros de la realidad, manipularlos, subvertirlos hasta cierto punto pero se supone -Horacio González- lo hace y tanto la oposición mediática como el gobierno apelan constantemente a ello, que ellos no pueden reemplazarla, que tarde o temprano es posible descubrir el engaño, el artificio, al apelar a ella, a la experiencia individual y colectiva.

Ahora bien los relatos para enamorar deben proponer un futuro deseable y esta propuesta debe estar acompañada en el tiempo por realizaciones concretas que los avalen. Además las exigencias del relato nunca se detienen, cuando empieza a flaquear su anclaje en lo real el enamoramiento pierde fuerza y puede rápidamente transformarse en enojo, hasta en furia.

Lo sabemos bien, ha sucedido. El relato construido por el neoliberalismo all uso nostro que asoló al país desde 1976 tenía por objetivo desguazar al Estado, limitarlo absolutamente al poder represivo y alejarlo de toda otra función incluso de la educación y de la salud. En la argentina de larga tradición contraria, herencia de los gobiernos populistas especialmente del peronismo, la estrategia funcionó a medias, en cambio en el Chile de Pinochet el relato se impuso -hasta ahora- por completo.

María Julia Alsogaray, Dromi y Menem
A partir del regreso a la democracia, al intento social demócrata con toques populistas de Alfonsín, condenado al fracaso por falta de apoyo interno y externo, le siguió el populismo de Menem el cual se aprovechó de la retórica y el simbolismo del peronismo para vaciarlo de su contenido y reemplazarlo por el relato neoliberal: "Nada de lo que deba pertenecer al Estado, quedará en manos del Estado", fue el furcio discursivo del superministro privatizador Dromi que revelaba los verdaderos objetivos del "modelo" menemista.
Duró mucho, tal vez demasiado, su terrible impacto sobre los sectores menos favorecidos de la sociedad, la secuela de desindustrialización y desempleo, la pérdida de capital social, tecnológico y cultural solo pudo mantenerse -hasta que no dio para más- por el apoyo expreso de los medios de comunicación y de una parte de la clase media y por supuesto, de la clase alta, que se veían favorecidas por la convertibilidad de Cavallo.
Digamos, a modo de resumen, que a la superdestrucción del Estado lo acompañó el mayor superajuste al ingreso de los trabajadores y a la estructura económica hecho en democracia en la historia económica del país. Por ello se suele decir, sin exagerar, que le tocó a Menem concluir con aquello que la dictadura (Martinez de Hoz) no había podido o no se había atrevido a hacer debido a sus propias contradicciones internas.
El relato en tono de comedia del "deme dos" terminó en tono de tragedia con el "que se vayan todos", con el que culminó, en el 2001, el interregno deslucido de la Alianza que apenas pudo construir un relato moralizador que rápidamente chocó con la Banelco de la Reforma Laboral y luego se limitó, herido de muerte, en forma vergonzante y vergonzosa a administrar los restos del naufragio menemista, en especial su nave insignia, la convertibilidad.

Las promesas de modernización, eficiencia y competitividad del relato liberal-menemista no se habían cumplido. En su lugar y en la realidad quedaba un país devastado, roto su tejido social, con la mitad de la población bajo la línea de pobreza, con un desempleo sin precedentes y sobre todo, sin esperanzas de futuro. El relato había terminado de la peor forma, el engaño había quedado al descubierto, la única salida, para pocos, parecía ser Ezeiza.

Los mismos medios que habían sido indispensables en su instalación, en hacerlo creíble, ahora lo execraban pero cínicamente, sin el menor atisbo de autocrítica.

¿Qué enseñanza podemos sacar de todo ello en cuanto a la relación entre relato y realidad?

En primer lugar hay que reconocer el poder del relato, de su embrujo, la capacidad de hacer creíble aquello que muy pocos reconocen como un engaño mientras mantiene su vigencia.

En segundo lugar debemos sacar la conclusión que la realidad termina por imponerse a cualquier forma de relato por más astuto e inspirado que éste sea.

En tercer lugar la crítica por sí sola no constituye un relato, de no ir ésta acompañada por una propuesta constructiva capaz de entusiasmar.

En cuarto lugar los medios de comunicación pueden facilitar o, por el contrario, obstaculizar la instalación de un determinado relato, pero no lo construyen, para hacerlo se necesita de algo que los medios no poseen y que es apoyo social activo, dicho de otra forma, el tener sus patas hundidas en el barro de la realidad donde suceden las cosas, no para meramente relatarlas -lo que constituye la esencia del periodismo- sino para crearlas. En ocasiones parece que sus maniobras mediáticas tienen impacto en la realidad, de hecho, como se trata de organizaciones diversificadas de gran poder económico, su posibilidad de acción ocurre también a niveles corporativos no mediáticos, pudiendo operar cambios en la realidad que condicionan y obligan a respuestas del gobierno.

Finalmente si en algo hay que reivindicar el relato del gobierno kirchnerista desde el 2003 hasta aquí, a pesar de sus errores, es el de acompañar su discurso con realizaciones concretas que le dan esa base social que se pone de manifiesto cada vez que hay elecciones.

Desde el "que se vayan todos" hasta aquí una sola fuerza política ha logrado elaborar un relato y su correlato de políticas concretas que logra entusiasmar, enamorar, a gran parte de la sociedad, y esa fuerza es la creada por Néstor y Cristina en el 2003, partiendo de casi cero, con todo en contra, corrigiendo errores pero siempre apuntando a la reconstrucción, nunca limitándose a administrar lo dado. Algunos se impacientan frente a la lentitud aparente con la que se realizan algunos cambios o reconstrucciones necesarias. A ellos les diría que tienen razón en impacientarse, que no dejen de hacerlo pero que, a la vez, miren hacia atrás de dónde venimos y hasta dónde hemos llegado y que se unan al relato y al proyecto con sus propias voces, incluso disonantes.

Un ejemplo contrario de relato sin sustento en los hechos, que logra malamente mantenerse por la protección mediática es el de Macri y su gobierno de la CABA, su relato consiste en la negación de la política y la afirmación de la eficiencia en la gestión. Sin embargo con ese escueto e insuficiente relato quiere convertirse en el líder de la oposición a nivel nacional y en un ejemplo de eficacia administrativa. En la realidad, en cambio, su poder no se extiende más allá de las fronteras de la ciudad y ahora a sus más ricos e inmediatos aledaños y su eficiencia muestra sus crudos límites, por ejemplo, en el tratamiento que recibe la educación pública (como el reciente cierre de 221 divisiones, que amenaza continuar, ver aquí en el blog de Roca Genocida una convocatoria) y en su negativa a hacerse cargo del subterráneo de la ciudad por ser éste un desafío que lo excede en su capacidad.
Macri habla del futuro pero no nos lo describe, no nos dice como sería el futuro en el que el sueña. En cambio nos ofrece un presente de retroceso con algunos retoques cosméticos por aquí y allí. Entre tanto, la fiebre especuladora de la tierra y la industria de la construcción sin control, que es su negocio, provoca el derrumbe frecuente de edificios. Últimamente nos ha  regalado la "misteriosa" desaparición casi total de las palomas que nos han acompañado durante siglos. Seguramente ha decidido que es más sencillo eliminarlas que pagar los gastos de limpieza que ocasionan. Toda una muestra del verdadero relato oculto detrás de sus balbuceos ante los micrófonos.
Sobre el "misterio" de las palomas ver aquí, aquí, aquí y aquí

bastadeodio                                                                

7 comentarios:

  1. Muy bueno, interesante y ágil .
    No pretendas ser imparcial, seguí en la parcialidad correcta, porque sino quedarías deslucido y mediocre.

    Comentario y dudas:
    Es común el cambio de significado de las palabras, de esa manera, el pretendido poder –o el que pretende el poder- se adueña del lenguaje para lograr la manipulación de la población. De acuerdo al blanco elegido será su estilo y su recurso, de ahí la deferencia entre Clarín y La Nación.
    Los relatos obedecen a intereses concretos -la construcción de poder- y son muy estudiados por “equipos de especialistas” para construirlos. Siempre manipulan a la población, a veces pueden seguir haciendo la madeja ya que apelan a toda la batería de recursos para causar “olvido” de las partes del relato donde la realidad los dejó en evidencia…. Por eso tengo una duda ¿Siempre es posible descubrir el engaño? (hablo de la persona común y no de un lector crítico de medios diversos)

    ¿Podrá ser que el relato pinochetista se pudo imponer hasta nuestros días porque la brecha social es más profunda?

    Decís que los medios de comunicación no construyen el relato, que se necesita el apoyo social activo. Pero…. Los medios, ¿son ajenos a la incitación para el apoyo activo?

    No reparé que hay menos palomas (en mi barrio abundan). ¿Será para no limpiar? ¿O “El Niño” piensa que cuando sale del auto para juntar papelitos pueden “marcarlo”? ¿Piensa?

    Abrazo Profe y sigamos construyendo un relato coherente.

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    1. Lo dice Humpy Dumpy el personaje de Alicia: "yo puedo hacer que las palabras signifiquen lo que yo quiero que signifiquen" No le responde Alicia, eso no es posible, si lo es, le dice el gordinflón: "porque yo tengo el poder". El poder en la sociedad está fragmentado no es único, los hay mayores y los hay menores, cada uno construye su relato e intenta para ello resignificar algunas palabras del lenguaje. Sobre todo sancionarlas como buenas o malas, es decir recargarlas de ideología. Revolución, subversión, privatización, estatización y también relato, porque las palabras como todo en la realidad construida por el humano, quizás moderno, occidental, se ponen de moda. Todo relato tiene su correlato con la realidad y también denota su ausencia, estos puntos oscuros se ocultan, se escabullen a la mirada. Lo que yo traté de indicar no es si existe un relato completamente verdadero, porque esto nos llevaría al terrible problema de la verdad, a lo que apunté es al sentido del relato, hacia adónde apunta, esa para mí es la piedra de toque que te permite distinguir y en consecuencia elegir entre los relatos, tiene que ver con la ética, la épica y el sentido humanista de ser mejores, más solidarios, más libres, más justos. De progreso, pero no solo en lo material, si bien este aspecto es imprescindible.

      En cuanto a las palomas por lo que pude escuchar parece que les molestaban mucho a los habitantes de Recoleta, Barrio Norte y similares y que están muy contentos y agradecidos a Macri por haberlos librado de estas cagadoras implacables llenas de piojos y otras pestes.

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  2. Hilda: No me comentaste nada de la decisión que tomó Cristina de enviar un proyecto de ley al Congreso para darle forma de ley a la transferencia del Subte. Abrazo

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    1. Qué te digo??? Que volvió a tomar el toro por las astas????
      Pero.... podrá "El Niño" hacerse cargo "por ley"????
      Lo que sí hizo Cristina es ponerse "de tu lado"
      :-)

      Abrazo

      P.D. no acierto las letrasssssssssss

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  3. ¡Excelente relato, Profe!

    La única verdad es la realidad, por eso les duele tanto este proyecto...

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  4. Tal cual Mancu, tal cual. Lo sabemos, lo saben, pero igual son como el bicho taladro, nunca paran. La verdad es que cansan e irritan. Lo de ayer de La Nación con la manipulación del discurso de Lorenzetti esunescándalo. Abrazo

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