Perdón, porque no fuimos capaces de mostrarte otro mundo, perdón por esa oscuridad a la que nuestra indiferencia y falta de interés te ha arrastrado.
Perdón por nuestros niños, porque siguen la senda establecida de la burla. En este mundo de la burla, los gordos, los feos, los fletos, los cojos, los tuertos, las putas, los narigones, las solteronas, los culones, los indios de mierda y los comunistas asquerosos que habitan esta incómoda costumbre chilena de encasillar y despreciar.
Perdón, porque no vivirás para disfrutar de la mano, abrazado a quien hubieses elegido para amar, una tarde de domingo.
Perdón, porque inexplicablemente volveremos a idiotizarnos con el fútbol y la farándula televisiva de turno. Y tu muerte será una cronología más de este Chile de mierda.
Perdón, porque seguiremos nuestra vida a medias, a trancazos, a bofetadas, pero siempre a medias. Y perdón, porque este país que hemos soñado se deshilvana con las ideologías de un Dios sexista, opresor y homofóbico.
Perdón por nuestras leyes obsoletas.
Perdón por nuestros chistes a la diferencia. Por nuestra superficialidad agarrada al consumo diario de tanta televisión.
Perdón por la clase política que tenemos. Una clase política que da vergüenza.
Perdón por tanto perdón, pero es que he intentado entrar en tu socorro profundo y me lo ha impedido la frialdad, el fútbol, los realities, la discriminación, la fe idiota, el sermón anticuado, la hostia recocida, el cura y la monja ignorante, el evangélico espumoso de la Plaza de Armas, el centro comercial, mis tarjetas de crédito, mi cuenta bancaria, mi ideología política y corrupta, mi gobierno fascista de turno, las tetas de la mina de la tele, el gol de Alexis Sánchez, el ovni que vio la Maldonado, la teleserie de la noche… Perdón, pero tengo que terminar de algún modo y no sé por dónde.
Perdón, porque hemos creado un Dios a nuestro antojo y conveniencia.
Perdón a tu madre por no estar en sus internos desgarrándonos con su dolor.
Daniel Zamudio, chileno, 24 años, asesinado por ser |
En el parlamento chileno duerme en los cajones, desde el 2006, un proyecto de ley que considera un agravante de los delitos cuando éstos involucran discriminación por la orientación sexual de la víctima. En este caso homofobia, pero afecta por igual a los casos de ataques a lesbianas, travestis y transexuales.
El partido de gobierno, el conservador Unión Demócrata Independiente (UDI) es el responsable, junto con otras fuerzas de derecha y la propia Iglesia, de que el proyecto no se haya convertido en ley y los asesinos de Daniel se vean por ello beneficiados. La increíble excusa esgrimida es que de aprobar esta ley se abriría la puerta para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La Iglesia, que mantuvo durante todos los días que duró la agonía de Daniel un absoluto silencio, recién ayer se manifestó repudiando el acto de homofobia que lo llevó a la muerte.
La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Navi Pillay, expresó su pesar por la muerte del joven. El portavoz de ACNUDH, Rupert Colville, en rueda de prensa, instó al gobierno de Chile a aprobar la ley que establece que la incitación al odio por razones de orientación sexual e identidad de género puede constituir un agravante en procesos penales, agregó Colville.
Daniel murió por ser fiel a sí mismo, por no ser hipócrita, por no simular lo que no era. Murió por ser auténtico y fue asesinado por la intolerancia, los prejuicios y la indiferencia.
Los gobernantes y los políticos de cualquier partido deben comprender que no gobiernan solo para los que piensan como ellos, gobiernan para todos y todas, para los que piensan igual y para los que piensan diferente, para los que tienen sus gustos y costumbres y para los que adoptan otras.
Que la injusta y aberrante muerte de Daniel sea un impulso para que en Chile y en todos lados este estado de cosas comience a cambiar definitivamente.
bastadeodio
Perdón Daniel! Que se mueran los hijos de puta ignorantes y comemierdas que se creeen los dueños de este mundo creado por el poder y el marketing para que los idiotas se crean con derecho a hacer cualquier cosa
ResponderEliminarBasta de odio, se llama el blog. Comprendo tu impotencia y tu bronca, que no son mayores al espanto que siento yo, pero no es buena idea responder con más agresión.
EliminarCuánto que nos falta cambiar todavía, cuánta injusticia... pero mirás a Chile y te agarran escalofríos, ¡vamos América!, ¡despierta, carajo!
ResponderEliminarLa Iglesia, se mantuvo durante todos los días que duró la agonía de Daniel un absoluto silencio y recién ayer se manifestó porque consideró que Daniel había “pagado su pecado”…
ResponderEliminarEl Dios sabio y todopoderoso le dio esa vida “defectuosa”… “Afortunadamente” los que lo torturaron tienen una vida “decente”…
Cuántos Danieles andan sufriendo en el mundo por el solo hecho de percibir de diferente manera su sexualidad!!!!
Qué impotencia compañeros!!!!!!
grande papi!
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