El Gran Pavo Real proveniente del Perú se pavoneó por la Feria del Libro de Buenos Aires produciendo bastante menos ruido del esperado. En realidad otros se ofrecieron en los días previos a producirlo por él. Allí nos dejo su discurso y la sosa "entrevista" oficial realizada con preguntas pautadas y respuestas previsibles que culminó una presentación que no estuvo acorde en sus contenidos a las expectativas generadas.
Solo se pudo ver algo de su gansa realeza en sus estudiados gestos y desplazamientos y en el excelente manejo de los tonos e intensidades de los graznidos que con gran pompa se dignó dedicarnos. En síntesis mucho ruido y pocas nueces
La rutina prevista continuó en el celebrado meeting de la derecha vernácula realizado en el Hotel Sheraton de Buenos Aires, donde el Gran Pavo le dirigió la palabra a sus pavotes admiradores y se atrevió, mostrando un conocimiento de la audiencia, a llamarles la atención sobre aquello de que rendirse al credo liberal tiene sus privilegios pero también sus obligaciones y una fundamental es permitir que se derrame un poco del maíz de su opípara mesa para que el vulgo no se subleve y comience a culpar al credo y no solo al monje y ponga fin a la fiesta.
Pero a veces incluso al Pavo se le cae su Ropaje Real y queda como lo que es: un simple pavo común y corriente.
Eso fue lo sucedido en la
entrevista que le concedió a Martín Granovsky y Silvina Friera de Página12. Una verdadera entrevista periodística que permite conocer lo que este personaje de verdad es cuando el escenario no está completamente preparado.
bastadeodio
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