Por una Patria Justa, Libre y Soberana

Una Patria Justa, Libre y Soberana - 17 de octubre de 1945 - 17 de octubre de 2015 - Día de la Lealtad - Setenta años

martes, 20 de marzo de 2012

LA MANIOBRA

Hasta su muerte Néstor Kirchner era para algunos el mismísimo demonio encarnado en un dirigente político. No siempre fue así. En los comienzos de su gestión como Presidente, cuando las transformaciones que planeaba impulsar aún no se veían con claridad, el tratamiento que los medios de comunicación le brindaban era otro.

Esta actitud de espera, quizás hasta de benevolencia, se entiende si se mira lo reciente del desastre, del abismo en el que habíamos caído y del que este "pingüino" casi desconocido y con una cuenta electoral que apenas llegaba al 22% nos intentaba sacar.

La situación comenzó a cambiar cuando Lupín -como todavía lo conocían unos pocos allegados- decidió tomar el tema de la Memoria y del Juicio y Castigo a los culpables del genocidio, en serio. No fueron solo gestos -que también los hubo, muy fuertes y bien precisos- fueron acciones concretas. El cambio de los integrantes de la Corte Suprema y la derogación y posterior declaración de inconstitucionalidad de las leyes del olvido, fueron de las más importantes. Las Madres fueron las primeras en comprenderlo.

Pero la obra de Néstor no se limitó a la reivindicación de la memoria y a los juicios a los genocidas. Hizo mucho más.

Le dijo un rotundo no al ALCA y al FMI y a otros organismos internacionales que tradicionalmente habían determinado -en dictadura y en democracia- la política económica del país.
La salida de Lavagna del gobierno equivalió a la remoción de un serio obstáculo para la concreción de una estrategia en la cual la política reemplazaba a los expertos en la conducción de la economía algo que, teniendo en cuenta la historia económica del país, fue y es revolucionario.
Lavagna, que se creía a sí mismo y el establishment lo avalaba, el artífice de la recuperación y de la estrategia económica, intentó sin éxito, por supuesto, transformar ese capital imaginario en un rédito electoral. Y Néstor demostró que el que conducía la economía mediante la reconstrucción del poder del Estado era él, el Presidente de la Nación.

Además -junto con Lula da Silva y otros líderes sudamericanos- se transformó en uno de los artífices de la unidad de la región, algo que ambos estadistas consideraban estratégicamente indispensable para el desarrollo y el crecimiento con equidad social que era y es la meta compartida.

Pero lo que ahora a la distancia se quiere mostrar como la tarea de un hombre fue, en la realidad, la labor de una sociedad conyugal y política que se extiende en el tiempo hacia atrás y hacia adelante de aquel 25 de mayo de 2003, cuando Néstor asumió como presidente.

La gran mayoría de los argentinos lloró su muerte y lamenta aún la pérdida pero, como quedó demostrado en las últimas elecciones, Cristina, la otra mitad de esa sociedad de dos, cuenta con el mismo o mayor respaldo que el alcanzado por Néstor hacia el final de su primer mandato. Nadie en su sano juicio puede dudar de que para Néstor, Cristina Presidenta, era sinónimo y garantía de la continuidad en el tiempo de los ideales que compartían.

Sin embargo, algunos, hoy que Néstor no está y ya no es un peligro, un enemigo a enfrentar, con una inmensa hipocresía comienzan a alabarlo, a distinguirlo de su compañera. No es una maniobra nueva. Con Alberto Fernández, su principal impulsor, la vienen empujando desde hace un buen tiempo solo que ahora se la presenta renovada. Los Asís, los escribas de Magnetto y los Mitre, una multitud de otros mediocres y, entre las adquisiciones más nuevas, Hugo Moyano, que ya ha dado y continúa dando muestras de plegarse a ella.

Es simple y acumulativa. El kirchnerismo, que no era peronismo, ha muerto con Kirchner. Lo que lo sigue es el cristinismo, que no es ni peronismo ni kirchnerismo, pero con un agravante, lo que antes eran políticas reales es, en virtud de la incapacidad de Cristina para gobernar, un mero relato.

"Desde adentro" avalan, la parte que corresponde al peronismo, destacados peronistas como Asís y Bárbaro, ellos supuestamente representan al verdadero peronismo (no importa que solo hablen y no hagan -nada de nada- más), la del kirchnerismo, Alberto Fernández, el ex-vocero de Clarín en el gabinete de Néstor y al que éste obviamente pateó allí en esa parte de su anatomía cuando la relación con su jefe se fue por la alcantarilla, el que fue echado es testigo de que "esto" no es kirchnerismo.
El anuncio del próximo desastre económico lo aportan, los Martín -Redrado y Loustau- y una vieja y desgastada camarilla de "expertos economistas" vaticinadores, que sobrevivió -dicen que las cucarachas tienen esa misma capacidad- a la atómica del 2001.
Hoy la economía ha pasado a ocupar un lugar destacado en su agenda del desgaste...consecuencias de la crisis global. El gobierno, claro, lleva años trabajando en ella con los éxitos que están a la vista. Lo dicho, son como buitres, huelen la carroña y comienzan a revolotear sobre ella, también lo hacen sobre los animales que se les ocurre están enfermos.

En torno a esa secuencia de mentiras, de engaños, de ocultamiento de la realidad, se construye la maniobra de la oposición mediática, la única que hay en los hechos, porque la otra, la oposición política que nunca brilló en todos estos años -con la excepción del 2009 en la cual tuvo el mismo desempeño que uno de esos artefactos que se queman en las navidades, intenso pero breve- aún no se ha recuperado del desastre de octubre pasado. Y los mismos generadores del "nuevo" relato opositor se encargan de remarcarlo, como diciéndonos: Los políticos no son confiables, son unos inútiles, la única esperanza de salir de este "pantano" en el que estamos metidos es a través de "nosotros".

"Nosotros": son esa armada brancaleone -pero nada graciosa- donde se mixturan intelectuales de pacotilla, periodistas obsecuentes, pseudo periodistas de "investigación", patotas sindicales, corruptos, dirigentes de una izquierda inexistente que tiene más minutos en televisión que votos en las elecciones, beneficiarios directos de la dictadura y, lo que es peor, beneficiarios directos del modelo impulsado por Néstor y Cristina, como Hugo Moyano, dirigente de uno de los gremios más favorecido con esas políticas, pero que por cuestiones personales que no quiere enfrentar, ha decidido pasarse al otro bando y prestarse gustoso para contribuir a revivir la maniobra que permanentemente y como una obra teatral que tiene muchos años en cartel y ya aburre, requiere de renovación de figuras. Tienen un solo objetivo sacar a los Kirchner del poder y volver a tomarlo ellos a través de sus mandados, políticos dóciles de cualquier signo, eso es lo de menos.

"Pantano": Es una argentina ficticia, conflictiva y al borde de la catástrofe económica y del conflicto social, muchas veces anunciado pero nunca verificado, en la que como en un cambalache argumental de opereta se mezclan, confundiéndolos deliberadamente, la "inseguridad" con la deificación de los "justicieros" por mano propia, el aborto terapéutico (y legal) en casos de violación con el aborto a secas, la pedofilia probada y condenada de algunos curas, pero ocultada, con la acalorada defensa de la vida de los niños no natos. La militancia juvenil pacífica y hasta fiestera con la guerrilla de los ´70. Utilizan la muerte, la desgracia colectiva, para responsabilizar directamente a Cristina mientras ocultan las responsabilidades directas de los amigos en otras muertes y otras desgracias. No importa que a veces las cosas sean distintas, hasta desde un punto de vista lógico -no ya político- lo que importa es fomentar la sensación de descontento, de una sociedad en descomposición que requiere de urgentes "medidas sanitarias". Ya lo hemos oído, ya hemos vivido sus consecuencias, justamente esta semana lo estamos recordando.

No importa que las cuentas del Estado Nacional y los organismos internacionales digan otra cosa: que el crecimiento acumulado de la argentina es excepcional, uno de los más grandes del mundo y el mayor de la región, que la mejora en los indicadores sociales (índice de Gini) sigue el mismo rumbo que el desarrollo económico, lo que indica que el crecimiento con equidad no es ningún "relato" sino un hecho, un triunfo, de este gobierno, del de Cristina.

Son los hechos que puede mostrar, los logros sociales que puede exhibir este gobierno, el de Néstor y Cristina Kirchner, la prueba más palpable que la discusión sobre si es o no un gobierno peronista es equivalente a discutir cuál es el sexo de los ángeles.

Con esos engaños y esas falsas discusiones pretenden mantener contenta a la tropa propia y aspiran a representar a la oposición. Una oposición rabiosa, sistemática e inclaudicable a la que es la mayor bendición que le pudo ocurrir a una Nación destrozada, que apareciera desde la nada, traído por los fuertes vientos patagónicos, el matrimonio de los Kirchner.

Ganas de destruir, nada más, de aquellos que ven afectados, real o potencialmente, a sus mezquinos intereses.

La crítica interna, para mejorar, es un componente fundamental de cualquier movimiento político vivo, y de la democracia misma, pero confundir a ésta con las maniobras de desgaste y desestabilizadoras y prestarse a ellas es un grave error en el cual no pueden caer aquellos que dicen representar los intereses de los trabajadores.

Esos no se defienden en los despachos, en los programas de TV y demás medios de comunicación de los personeros de aquellos que siempre han estado en contra de sus intereses. El primer deber de un peronista, ya lo dijo el General, está primero con la Patria, después con el Movimiento Nacional y por último vienen los legítimos intereses particulares.

bastadeodio                                                                  

12 comentarios:

  1. Excelente, Profe. Ultimamente estás con todo.
    El tema de las críticas internas me tiene la paciencia más reforzada que nunca. En tanto como bien apuntás se suelen hacer en un estado de confusión medio que preocupante.
    A tal punto es Cristina la garante por excelencia de la continuidad del Proyecto que confío en que una vez terminado su mandato pueda hacer prevalecer su impronta. Pero en serio.

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    1. Hermano, nuestra coincidencia es total, ese estado de confusión es deliberadamente provocado ya se sabe, a río revuelto..., lo terrible -como dice el Nano- es que juegan con cosas que no tienen remedio. En el fondo, además de indignación, me da tristeza por MI país. Desde el golpe de Uriburu para aquí parece que no han aprendido a defender sus intereses que no sea de otra forma que entorpeciendo y debilitando el funcionamiento de la democracia.

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  2. Brilante! Así es Profe, están agazapados, son los crápulas, los camaleones de siempre, y los peores son aquellos que se dicen peronistas de Perón y sacan el peronómetro, cuando hasta una planta se da cuenta de que nunca estuvieron para jugar en las grandes ligas sino para "ligar a lo grande".

    Abrazo

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    1. Si Pibe, esos son de lo peor, ya lo dice el dicho que no hay peor astilla que la del mismo palo. Camaleones, buena imagen.
      Abrazo

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  3. Brillante Profe.
    "confundir (la crítica) con las maniobras de desgaste y desestabilizadoras y prestarse a ellas es un grave error en el cual no pueden caer aquellos que dicen representar los intereses de los trabajadores."
    ¿Qué puedo agregar con ese cierre?... En estos días estamos viendo mucho "crítico" y sí uno preguntaría ¿Desde Uriburu para acá no aprendieron nada?... Tal vez contestarían "No lo viví personalmente", con lo cual cierran su propio círculo individualista...
    Un abrazo

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    1. Esos tránsfugas no son los destinatarios de estas palabras, no me hago ninguna ilusión con ellos. Pero hay compañeros que dudan frente al continuo y martilleante ataque de cierta prensa o que todavía creen que ciertos dirigentes como Hugo Moyano o Micheli están del lado de los trabajadores. A ellos están dirigidas, critiquen, es necesario, es oportuno, es conveniente, pero no sirvan a los intereses de aquellos que solo aspiran a volver el reloj 15 años atrás. Un abrazo Hilda

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  4. Profe, excelente: "Es simple y acumulativa. El kirchnerismo, que no era peronismo, ha muerto con Kirchner. Lo que lo sigue es el cristinismo, que no es ni peronismo ni kirchnerismo, pero con un agravante, lo que antes eran políticas reales es, en virtud de la incapacidad de Cristina para gobernar, un mero relato..." es una síntesis perfecta de la ignominia...
    No pasarán.
    abrazo

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  5. Postazo, profe.
    Se me había pasado, así que gracias por la referencia.
    Como decís, hay varios (y muchos) puntos en común en lo que venimos pensando. Realmente es increíble tanta pasión por el odio. Pienso en cuando termine el gobierno Cristina y, sea lo que sea que pase luego, habrán sido 9, 10 años de prensa y políticos opositores rabiosamente en contra, al punto de echar espuma por la boca.

    Un abrazo.

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    1. Es que juegan muchos factores algunos objetivos, que probablemente sean los que más pesan, y son aquellas modificaciones estructurales -actuales y previstas- que cada sector vive como una derrota que querrían revertir (son de todo tipo, económicas, sociales y políticas), juegan también como bien lo señalás factores subjetivos de rechazo al peronismo y al populismo. La certeza es que estos sectores no tienen ninguna certeza (valga la repetición) de que el 2015 sea un límite insuperable para el actual proyecto gobernante, por el contrario saben de la tremenda debilidad de la oposición y no confían en que llegue en condiciones de disputarle el poder. Eso los pone muy nerviosos y ven el panorama con urgencia, de allí y con vistas al 2013 -que no es muy trascendente en sí, porque salvo una catástrofe no se modificará mucho la composición de las cámaras legislativas- buscan generar un clima de incertidumbre y de desgaste en el gobierno que los acerque a provocar una derrota electoral o, en su defecto lograr torcerle el brazo en algunos aspectos. Porque es notable como este gobierno se mantiene firme a pesar de la tremenda campaña en contra. En fin, no debemos esperar que esta sea una tormenta pasajera y que estos sectores se tranquilicen. Las cosas está planteadas así y lo más probable es que sigan comprando personajes allegados al gobierno o al proyecto para crear la imagen de un desgaste de una retirada.

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  6. Bravo, Profe! Mas clarito echale nada. Yo me quedé tildado en el lamentable traidorismo del Alberto Fernandez y los otros, que ensalzan a Néstor con el único e indigno propósito de desmerecer a Cristina, queriendo llegar a la absurda división de kirchneristas y cristinistas. Yo apelaría a un neologismo y nos autodenominaría "crisneristas", qué joder!
    Y disculpe, pero para mí confundir valederas críticas internas con maniobras desestabilizadoras no se trata de caer en un error, sino de cometer una imperdonable hijoputez!
    Nuevamente, bravo, Profe!
    Un abrazo

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    1. Gracias Horacio por pasar y dejar tan agradables conceptos. Un abrazo

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