La Década Ganada - 1 de marzo de 2013 |
En las guerras modernas la situación en el campo de batalla no ha cambiado en lo esencial, si han cambiado los medios, hoy las colinas han sido reemplazadas por satélites y drones.
Si la guerra no fuese la continuación de la política por otros medios no se entiende el porqué tantos políticos e incluso gerentes de empresa pierden el tiempo leyendo (y releyendo) "El arte de la guerra" del maestro Tsun Su.
Hoy se discute mucho, a mi juicio sin necesidad apremiante y con falta de información adecuada, cuáles son la mejor estrategia y tácticas del FPV de cara a las PASO y a las presidenciales del año que viene.
¿Qué es lo que se llama estrategia?
Si la discusión transitara por el análisis de la situación actual del campo "de batalla" en general y sobre las prospectivas de evolución posibles, basados siempre en información confiable aunque seguramente insuficiente, no habría nada de malo en ello. Es lo que hacemos bien o mal los militantes comprometidos con el proyecto (es decir que compartimos colectivamente objetivos y metas) y que se sienten con la capacidad de hacerlo.
Pero es necesario advertir que cuando no formamos parte de la conducción de ese proyecto estamos -como los soldados o los mandos intermedios- en medio de un conflicto inevitable entre, por un lado, lo que consideramos verdadero y que surge del análisis de una información parcial y limitada y, por el otro, la presión de nuestros deseos o preferencias (incluso ideológicas). Esos dos aspectos en tensión son como las dos manos de una misma avenida. La prudencia como actitud general se impone en los casos de conflicto.
La decisión sobre la estrategia, como resulta obvio, es privativa de la conducción y algunas tácticas sensibles también pueden serlo.
¿Qué es lo que se llama táctica?
Pero cuando el debate se particulariza y desciende a la discusión de los nombres de quienes deberían ocupar las posiciones más representativas, la racionalidad más elemental recomendaría a esos mismos analistas militantes o simplemente militantes a no apresurarse en aplaudir o rechazar públicamente al candidato A o B. Plantear preferencias fundamentadas es legítimo y hace a la democracia partidaria, agredir y descalificar, entre compañeros, eso es inadmisible. Reproducir los más que visibles errores del adversario no es un camino inteligente.
No hay estrategia sin tácticas o, mejor dicho, una estrategia sin éstas es un ejercicio vacío. Pero las tácticas nunca van por delante de la estrategia sino que son hijas de ésta.
Cristina en la apertura de 131º período legislativo |
Si la confianza en la conducción se pierde, hay que sacarse la camiseta -como una vez indicara Perón- más aún cuando se intentan desplegar tácticas que la cuestionan o contribuyen a debilitarla, por ejemplo, pretendiendo restringir su capacidad de movimiento. Nos ha sucedido, han forzado la confrontación y se han tenido que ir.
El conjunto del PJ-FPV es actualmente conducido por la presidenta Cristina y no se de ningún militante de cualquier nivel que no la reconozca como tal y que aún continúe entre nuestras filas. Seguramente seguirá siendo así luego de las elecciones. Los peronistas, lo hemos demostrado varias veces frente a los intentos de traición, somos muy leales a la conducción y en ello radica buena parte de nuestra fuerza. Nada indica que vayamos a cambiar. Lo que nos guía, sin embargo, no es la obediencia debida, es el apotegma: Primero la Patria, luego el Movimiento y por último los nombres.
La Patria es el Otro, dice Cristina, y los militantes responden ante las emergencias cotidianas y especiales acudiendo en ayuda de los más afectados. A la vez, desde el gobierno, del ejecutivo y del legislativo, se impulsan leyes y acciones que transforman en realidades efectivas los objetivos de inclusión y justicia social.
Ganar la calle para dar amor y contagiar esperanza colectiva, en lugar de hacerlo para expresar odio y deseos de revancha individuales. Esa es nuestra camiseta, la otra es la de ellos.
Lo del "pato rengo" y el "fin de ciclo" son, respectivamente, un invento liberal y una expresión de deseos, si se los quieren aplicar a ellos mismos, adelante, tienen derecho. Con nosotros es distinto porque no somos liberales ni queremos serlo, esa es otra camiseta. Si alguien que se dice nuestro defiende las ideas de ellos, mejor que se saque la nuestra y se ponga la de ellos.
imágenes: Télam
bastadeodio
Estamos en sintonía Profe ! Me parece atinadísimo el post y simplemente cambio conducción por dirección y encuentro que hablamos del sentido inequívoco que necesita no solo todo militante sino la persona de a pie que precisa descansar su anhelo y su necesidad misma sobre una certeza de horizonte pero, identificada familiarmente con quien lo integra a la casa común de donde tantas veces fue expulsada y le reclama que es de ella, que es por ella que debe luchar.
ResponderEliminarAbrazo grande!
Y esa palabra denota de dónde vengo, para mí no es problemática, igual la tuya me gusta lo mismo. Yo no pregunto de dónde venís sino a dónde querés ir y ahí si podemos ver si estamos de acuerdo o no.
ResponderEliminarmuy buena...si si...Juli
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