En una de las últimas conversaciones conocidas que sostuvo con ellas, Alberto Nisman les
advirtió a sus hijas -antes de emprender el regreso imprevisto a Buenos
Aires- que "en los próximos días quizás escuchen cosas horribles de mi
persona, no las crean".
Su ex mujer y querellante en representación
de sus hijas, Sandra Arroyo Salgado, presentó de manera teatral y con
sólido apoyo científico -según dijo- una conclusión definitiva: Nisman
fue asesinado. Es más, según sus dichos, el crimen constituye un asesinato político, esto es un magnicidio.
A todo ello se concluye a partir de los datos obtenidos HASTA AHORA por los peritos oficiales pero re interpretados convenientemente por sus peritos de parte.
Sin embargo y en contradicción con lo que indican los buenos procedimientos procesales, la conclusión que la querellante presenta como definitiva se pronuncia antes que los peritajes solicitados por la fiscal Fein se completen. Y lo que es más llamativo, su continuación
misma está puesta en riesgo por la propia Arroyo Salgado quien pidió y obtuvo la suspensión de las pericias luego de haber acordado con la fiscal a cargo su realización.
De forma insólita e
injustificada en términos procesales, la jueza Palmaghini autorizó detener las pericias informáticas yendo en contra de la
decisión de la fiscal Fein.
Arroyo Salgado presentó su categórica
conclusión basada en evidencia incompleta y parcial y en una
interpretación cuestionable de lo que ya se conoce pero, a la vez,
intenta dificultar la incorporación de evidencia nueva y esencial para
completar el cuadro fáctico que eventualmente habilite una salida racional a la
ambigua calificación actual de muerte dudosa.
No es una especulación
excesiva relacionar la advertencia póstuma de Nisman a sus hijas con la
actitud de Arroyo Salgado de impedir que se abra el contenido de los
teléfonos y computadoras del occiso. Especialmente si, como ella
sostiene, la razón que la anima es la de preservar la intimidad familiar y a
sus hijas en particular. Es posible que Arroyo Salgado sepa o sospeche
que en esos contenidos hay información que podría hacer tambalear o caer
su propia estrategia (y la de otros interesados) y, a la vez, dañar la
imagen pública y privada del difunto.
bastadeodio
Esta mujer tiene un cagazo mayor de que salgan a la luz situaciones inconvenientes:
ResponderEliminarservicios, servicios internacionales, embajadas, su ruta...
Esas pericias no se deberian suspender, se deberian realizar y su contenido deberia ser solo de conocimiento para las partes interesadas y no para los medios.
ResponderEliminarCon respecto al finado, estimo que no habrá ninguna información que pudiera hacer tambalear o dañar MÁS su imagen o su memoria, que la de haber actuado siguiendo las instrucciones de una embajada extranjera SIN haber avanzado un ápice en su investigación a lo largo de una década y no mencionemos el criterio con el que dispuso de una enorme cantidad de "dinero del Estado", ese bien tan caro para el mediopelismo hiper-recontra-anti K. El mártir de la democracia para pocos, víctima de la dictadura K, está más sucio que una papa, como dice Aníbal.
ResponderEliminarY a esta mujer, "jueza de la nación" y parece que también de clarín, le importa un bledo protagonizar un melodrama y pasar por encima de cualquier formalidad judicial. Si está en busca de cobrar algún seguro de alguna póliza contratada en el extranjero, of course, si busca seguir embarrando la cancha para perjudicar a ESTE gobierno o si trata de evitar que se descubra algo sobre la intimidad del finado, vaya uno a saberlo.
Mientras tanto, de las reales víctimas tanto de AMIA como de la embajada, que se ocupe magoya, que ahora estamos en la vorágine del magnicidio.
Pero en estos momentos en que vuelve a cobrar actualidad el incendio del galpón de Iron Mountain con sus 10 muertos como daño colateral, los ilícitos multimillonarios de lavado de dinero y evasión fiscal, la complicidad de algunos bancos "serios" de origen extranjero, las más de 4000 cuentas no declaradas del eichesbicí, por decir algo, tener que estar pendientes de la opereta que empezó el suicidado a instancias de quién sabe qué embajadas o qué servicios extranjeros, es una verdadera verguenza.
¿Te parece que una montaña de votos podría desanimar un poquito a toda esta mafia?
Abrazo