Sin duda que frente a la evidente confabulación de los poderes fácticos no cabe otra reacción para cualquier ciudadano y ciudadana consciente que el estupor y la indignación.
Sin embargo en tiempos como éstos se impone la reflexión.
Es evidente que para que el complot desatado por la denuncia de Nisman tuviese cierto éxito esos mismos poderes debían ser impiadosos -cosa que siempre les ha costado nada- y que, en este caso, era necesario que el fiscal Nisman terminara recorriendo el camino del héroe víctima de un gobierno dictatorial, corrupto y nefasto.
Para eso lo necesitaban muerto, porque vivo se les caía irremediablemente. Quizás por eso acabaron soltándole la mano y, tal vez, provocando su cruento final. En este punto detengo a sabiendas la especulación. Hay, no obstante, algunas certezas.
Entre los beneficiados por su muerte no está el gobierno nacional, al que no tan subrepticiamente los medios del monopolio lo hacen responsable, sino que los beneficiados son los medios opositores que se encontraron con una grieta por la cual penetrar y hacerle daño. Y bien que la están aprovechando aunque la ventana de oportunidad de los tiempos mediáticos no dure para siempre.
La oposición política les sigue el juego sin reparos esperando sacar del escándalo una ventaja electoral.
No es que en este combate mediático no haya reglas, las hay, pero éstas no son éticas como clama un verdadero aunque utópico periodismo independiente. Si en una guerra mediático ideológica como la que vivimos desde el 2007, la primera víctima es la verdad, la segunda es naturalmente la ética, ambas son inseparables.
Comparto la indignación del ex músico, militante y periodista Enrique Masllorens manifestada en una nota publicada en Tiempo Argentino de hoy, sábado 31 de enero, aunque discrepo solo en un punto: cuando afirma que el poder golpista considera como enemigo al Estado. (en referencia a la nota "De caranchos y teros", de Enrique Masllorens)
Estos poderes fácticos están en las antípodas de sostener una postura pseudo anarquista. Necesitan del Estado pero de uno debidamente colonizado por ellos. Siempre ha ocurrido así por estas tierras y ocurre cosa parecida en todas las partes del mundo globalizado y hegemonizado por las potencias dominantes.
En nuestro país y en la actualidad lo han logrado con una parte muy importante del poder judicial, pero los desespera que el poder ejecutivo les resulte incontrolable y que lo mismo suceda en buena medida con el poder legislativo. Sin embargo, si bien les preocupa el presente y sobre él accionan al que realmente temen es al futuro.
Estos poderes -que odian tener rostro- reniegan de la política y razones no les faltan, la oposición hasta ahora pierde por goleada y aún cuando en virtud de algunas -más que publicitadas- derrotas electorales del oficialismo sus representantes legislativos supieron tener en el Congreso cierta endeble mayoría (grupo A) no fueron capaces de aprovecharla adecuadamente. Pueden entorpecer, pero a la hora de la verdad no son alternativa. La oposición político partidaria es tan endeble que no les ofrece ninguna seguridad y sus voceros en los medios lo han dejado en claro de forma más que violenta, escatológica.
Las encuestas de opinión revelaban hasta días antes del affaire Nisman que una parte sustantiva de la ciudadanía comparte, a pesar de toda la protección mediática que les brindan, las mismas dudas con respecto a la capacidad de la oposición como alternativa al actual gobierno o a su proyecto político. La imagen positiva de la presidenta que ronda el 50% y la inconmovible base dura del FPV que ronda el 34% los pone muy mal.
Por eso y ante la perspectiva cierta de que en las próximas elecciones pudiese ganar nuevamente el FPV esos poderes en las sombras (y no tanto) se "retiraron" hacia las posiciones en las que realmente son fuertes: la economía y el aparato judicial cooptado. De sus ataques en ambos terrenos, el económico y el judicial, sobran pruebas a lo largo de los dos períodos de gobierno de Cristina.
Los intentos de desestabilización económica terminaron por fracasar -entre otras cosas- por la excelente reacción del poder ejecutivo, que incluso salió fortalecido de su pelea con los buitres externos y los caranchos locales.
Es entrar en el terreno de una especulación controlada, pero se puede sostener que cuando el gobierno nacional decidió meter mano en la ex SIDE lo hizo para cortar el nexo corrupto entre ésta y la justicia cooptada, porque visualizó con razón que allí se encontraba el principal frente de combate presente.
Una de las respuestas de los complotados fue la extemporánea denuncia de Nisman. Todo sugiere que fue resuelta con un notorio apuro y sigilo pero escasa preparación. Se la presentó durante la feria judicial a sabiendas de que su inconsistencia no habilitaría su tratamiento. No obstante, el propio fiscal la difundió ampliamente por los medios opositores y se colocó (¿voluntariamente?) bajo la presión inaudita de Patricia Bullrich y Laura Alonso que planearon sacar rédito político con su presentación ante la comisión legislativa aunque la esperable reacción del bloque oficialista les sumó a todos una presión adicional.
El hecho de su muerte, sin embargo, está bajo actual escrutinio judicial y especular en este momento sobre sus circunstancias es inadecuado, aunque la presión inaudita bajo la que se encontraba Nisman luego de su regreso temporario el 12 de enero a nuestro país al solo efecto de presentar su denuncia contra la presidenta, puede considerarse un hecho de la realidad que aún no se ha concretado debidamente en el expediente.
Hace ya unos meses que Ricardo Recondo, el flamante reelecto presidente de la organización mafiosa de jueces autodenominada asociación de magistrados, planteó con claridad y absoluta falta de respeto por la Constitución, las Leyes vigentes y la sana práctica democrática cuál debería ser la estrategia de un futuro gobierno opositor: derogar mediante decretos de necesidad y urgencia todo el andamiaje legal sancionado por el kirchnerismo. Cirugía mayor sin anestesia, dijo. Así, de un plumazo, sin la menor consideración.
Ese es el mandato que los "poderes fácticos" -de dentro y de fuera- le imponen a la flacucha oposición, aunque sus miembros, por esas cosas de la campaña electoral y sus conveniencias, se preocupen en ocultar.
El gobierno nacional ya ha dado muestras de haber salido del estupor inicial y no solo ha modificado su discurso sino que ha retomado la iniciativa política con dos medidas sumamente importantes, la propuesta de Roberto Carlés para ocupar el sillón vacante que deja la renuncia de Zaffaroni en la CSJN y el Proyecto de Ley que disuelve la SI (ex SIDE) y crea en su lugar la AFI, Agencia Federal de Inteligencia. La oposición sometida ha reaccionado como si fuese víctima de un tic que la obliga a oponerse a todo aún sin darse tiempo para darle siquiera un vistazo, como si los títulos de Clarín bastasen como suficiente argumento.
bastadeodio
lamentablemente estos esperpentos son peores que las cucarachas, permanecen y se autoperpetuan en distintos escondrijos a lo largo del tiempo, la buitre friendly alonso era pasante de felgueras en el pami,no? y el hoy enaltecido por fallecimiento, bulat, era el tesorero del pami que junto a felgueras y larreta e anch'e el cuñado de la meijide le negaron el pago adeudado a la fundacion favaloro que precipitó su decisión, que manga de ...... completar la linea dde puntos a piacere
ResponderEliminarCuando parecía (parecía) que las aguas se habían aquietado significativamente para este fin de año, apareció el zarpazo con todo. Luego el tiempo los va deschavando como lo que son y en función específica de la naturaleza de sus maniobras, pero son agotadores, insaciables, enfermos.
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