Por una Patria Justa, Libre y Soberana
Una Patria Justa, Libre y Soberana - 17 de octubre de 1945 - 17 de octubre de 2015 - Día de la Lealtad - Setenta años
jueves, 9 de julio de 2015
LA COHERENCIA POLÍTICA Y EL VOTO CASTIGO
La presentación de ECO en la elección de la CABA es el resultado del carácter coyuntural, local y probablemente efímero de la alianza entre la UCR y el PRO a nivel nacional y, esto es muy importante, de una conveniencia circunstancial del PRO interesado -como siempre- en esquivar la nacionalización de la campaña porteña y la polarización electoral con el FpV eliminándolo de antemano como contrincante de una posible segunda vuelta. Dividir el voto anti PRO o anti Larreta era una forma evidente de lograrlo. La indefinición del candidato de ECO con respecto de cuál era su referente a nivel nacional, su reticencia a ser identificado con Macri tendía a lograr ese objetivo.
La jugada les salió a medias. Es lógico, no juegan solos y todos los involucrados piensan en octubre y en cómo les gustaría quedar parados el día después. En síntesis, en el PRO menospreciaron el descontento del porteño y sobreestimaron la imagen de Larreta, quizás esperaban que ECO frente a una abrumadora diferencia se retirara de una segunda vuelta como hizo Cavallo. Fallaron, pero, y esa es la parte que lograron, si evitaron enfrentar una segunda vuelta con el FpV. Quizás les hubiese convenido olvidar sus temores y tomar el toro por las astas.
Ahora tienen un problema, consecuencia de esa decisión táctica, Larreta no alcanzó la cifra mágica del 48-49% y Lousteau no se baja, y no se baja porque como es conocido hay cuentas pendientes que saldar con el PRO que provienen fundamentalmente de su prepotencia con sus supuestos aliados radicales, a la que se suma la creciente incertidumbre que rodea al hipotético triunfo en octubre de la coalición opositora encabezada por Macri.
En lugar de festejar un triunfo a todo lo ancho, como los números indican, los medios hegemónicos sacaron a relucir los miedos. Lousteau representa un peligro, un obstáculo potencial en el camino a octubre.
El 54,5% de los porteños que no votaron a Larreta están siendo bombardeados para que no lo voten a Lousteau y además presionan a sus apoyos para que lo bajen.
Ese bombardeo mediático revela dos cosas. La primera es que hay un miedo real en los sectores opositores en que la segunda vuelta porteña termine perjudicando las posibilidades de Mauricio Macri. Ese miedo es el que se trata de infundir en los votantes anti K de ECO.
Son dos los factores que pueden perjudicar al ingeniero: el primero es que los obliga a gastar energías y recursos a expensas de la campaña presidencial y la segunda, más grave, es que Larreta gane por estrecho margen e incluso pierda el ballotage, lo que sería catastrófico para las ambiciones de desplazar al peronismo.
La segunda cosa que intenta instalar la campaña mediática es que en esta interna sui géneris, porque lo que se disputa es el gobierno, la elección se dirime entre candidatos de Cambiemos en consecuencia, los votantes del FpV y de otras fuerzas deberían permanecer al margen y votar en blanco. Saben que esto es fácil de decir pero muy difícil de lograr, sobre todo cuando a la gente se la obliga a votar.
La izquierda formalmente ya adoptó este supuesto, lo que no quiere decir que lo hagan sus votantes individualmente. Hay sondeos que indican que la mayoría de ese sector no seguiría la postura de la dirigencia.
Lo más probable es que el FpV deje en libertad a los suyos, lo que se puede interpretar como lo más sensato en su caso.
El que sí adelantó su opinión -a pesar de incluirse en el FpV- es Ibarra y lo hizo por el voto a Lousteau. Su justificación esencialmente es pragmática: todo lo que potencialmente pueda perjudicar a Macri favorece el triunfo de la fórmula del FpV. Además, lo sabemos, Ibarra odia profundamente a Macri y motivos no le faltan.
Entre los simpatizantes del FpV que activan en las redes sociales hay una inocultable agitación entre los partidarios del voto en blanco y del voto a Lousteau (como forma de perjudicar a Macri) una discusión que en ocasiones es demasiado agria teniendo en cuenta la poca relevancia de lo que se debate.
De forma algo maniquea aparecen dos posturas:
1) una "principista" basada en la ética y la coherencia política que afirma que se trata de una disputa interna en el seno del proyecto neoliberal y que cualquier intervención externa solo puede llevar a la confusión del votante y, peor, a perder dos veces, la primera como FpV y la segunda por aparecer apoyando a un perdedor y, encima, totalmente ajeno.
2) una "pragmática" que es similar en buena medida a la fundamentada por Ibarra y que se inclina por votar a Lousteau a fin de perjudicar la campaña de Macri y -eventualmente- vencer al PRO en su propio reducto.
Todo esto se da en medio de una situación política del campo opositor muy fluida. Nadie puede asegurar, a esta altura, que Lousteau no termine, al fin, bajándose del ballotage, a pesar que ello puede significar su momentánea "muerte" política. Como dije antes, todos los protagonistas hacen sus cálculos de cara al día después de las elecciones de octubre. Entre ellos los apoyos del último emergente "progre con rulos" del colapso como alternativa nacional de la UCR y de todos los experimentos de alquimia que le siguieron.
Curiosamente en esta discusión -aparentemente de principios vs pragmatismo- no se habla del voto castigo, de su legitimidad y de su utilidad como forma de expresar la postura de aquellos que han quedado fuera de la disputa principal pero a los que se los convoca obligadamente a opinar. El voto castigo tiene una larga tradición tanto en democracias consolidadas donde el voto no es obligatorio como en democracias más condicionadas, como la nuestra, donde el voto lo es.
En el voto castigo no se vota a alguien por lo que es o representa sino que se lo hace como forma de votar en contra de otra alternativa que se sabe aún peor. Los cíber militantes pueden "debatir" todo lo que quieran, agredirse mutuamente, romper viejas relaciones, hacer nuevos amigos, "calentar" un poco el ambiente y de paso revitalizar el alicaído ambiente de los blogs. Lo que no podrán hacer es condicionar la conducta de los cientos de miles de porteños que sienten que han perdido la elección, que han quedado fuera pero que, sin embargo, están obligados a ir a votar. Los debates por más acalorados que sean apenas los rozan. Las encuestas que ya comienzan a aparecer parecen indicarlo.
bastadeodio
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Juicio y castigo al Sr Alfredo Manuel Lewkowicz.
ResponderEliminarEn mi carácter de víctima de la ira desenfrenada de algún bloguero K excesivamente efusivo en su militancia al votoblanquismo también conocida como “una sonrisa para Horacio”, un artículo de estos quilates reconforta.
ResponderEliminarNo voto en la CABA, pero estoy sorprendido por el estado de virulencia en favor del voto en blanco, encima de sectores que en la interna del FPV han sido decididamente pragmáticos (lo que no veo para nada mal, aclaro).
Saludos.
Me maravilla la irrefrenable inclinación a desconocer la enorme influencia de la conducción nacional en el derrotero de la ciudad durante los últimos 12 años. De eso, no se habla. Es como si estos 204 Km2 pertenecieran a otra galaxia totalmente separada de la Vía Láctea, del sistema solar, del planeta Tierra, de Sudamérica, de Argentina. Ella se bastó a si misma. Progresó solita, en especial en virtud del colorido futurismo democrático del PRO. Se despegó del resto del país. No tiene nada que ver ni que hacer con él. Así como tampoco le agrada ser invadida por esas malolientes hordas provincianas. Como si se hubiera olvidado que, aunque autónoma, es la Ciudad Capital de Argentina.
ResponderEliminarMientras sigan campeando gobiernos a nivel del país con sesgo popular y nacional, le seguirá la bonanza a la porteña ciudad, junto con esa convicción de exclusivismo, falsa y egoísta.
Esperemos - para el bien de todos - que el progresismo, aún con distintos matices, no sea desbancado por alguno de los tantos fragoteos de la derecha de mierda, con algún golpe blando, con la mano invisible del mercado, ése que nadie conduce ni vota abiertamente, pero que puede llegar a jodernos las vidas a unos cuantos. Ya lo hizo en varias oportunidades, aunque la MEMORIA de unos cuantos desapercibidos lo haya borrado y mire hacia otro lado.
Si llegara ese infausto momento, entonces la independentísima masa ciudadana se reencontrará con la verdad de la milanesa, la que la enchastró a fines del siglo pasado y al comienzo de éste cuando "la crisis causó dos nuevos muertos" después que la represión que NADIE ordenó asesinara a otros 40. Ninguno de ellos era financista, economista o banquero. Es lamentable que esas circunstancias parezcan haber desaparecido del disco rígido del promedio citadino.
Ah... y con respecto al pelotaje del 19, como el FPV no concursa, pues votaré EN BLANCO. Si continúa la fiebre amarilla en la independiente ciudad, la responsabilidad de si será pelada o con rulos no será mía.
Saludos
muy bien Profe, toy de acuerdo en todo, y sabe qué, voy a castigar con mis deditos sobre la máquina esa, a ese pelado pelafustan amarillo que se ríe de nosotros, sólo pa joder no más... abrazo
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