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sábado, 14 de junio de 2014

Fútbol para Todos: la excepción

¿Es un avión, es superman? No, es Van Persie
El fútbol en nuestra américa latina, con diferencias por supuesto, se convirtió muy pronto en el deporte más popular.
Instalaciones mínimas -muchas veces, solo la calle, el potrero o la arena de la playa- y algo que oficiara de pelota bastaban para que surgieran enormes futbolistas potenciales que una vez detectados por los cazadores de talentos pasaban a engrosar las filas de las inferiores o incluso la primera de los clubes que florecían como hongos luego de la lluvia. No todos pero si una buena parte de las estrellas del fútbol de los años 50 hasta fines del siglo 20, provenían de los arrabales de las grandes ciudades y tenían en común necesidades de origen y destreza y alegría en su juego. Todavía el fútbol conservaba ese carácter  y cuanto más bonito, mejor.
No solo era popular por quienes lo practicaban lo era también por quienes asistían a la fiesta.
Los estadios competían por dar cabida a cada vez más espectadores. El Maracaná, O mais grande do Mundo, llegó a albergar casi 200 mil almas. Había tribunas (populares las llamaban) baratas y comparativamente unas pocas plateas que, como siempre, no eran accesibles a todos.
La radio primero y en mucho menor medida la televisión después, contribuyeron a su popularidad y accesibilidad.

En algún punto de finales del siglo pasado, primero en Europa y luego en latino américa, las cosas comenzaron a cambiar y lo que había sido un goteo de pases de talentos -de aquí hacia allí, siempre- se convirtió en torrente, paralelamente los estadios fueron ampliando el sector de plateas y dotándolo de más comodidades y el deporte, el juego, cambió a multimillonario negocio. La FIFA y las federaciones locales apoyaron entusiastas su evolución, incorporando decididamente la televisión, siempre que ésta no compitiese con la asistencia a los estadios.

Con la aparición y la generalización de los servicios de televisión por cable apareció el gran negocio del pay per view, que no era original del fútbol, sino de otros deportes como el básquet, el fútbol "americano" o el béisbol y en los EEUU.
La posibilidad de transmitir señales en HD terminó por consolidarlo.

La misma lógica del pay per view que devoraba los sectores populares en los estadios se imponía en la televisión.

El Maracaná remodelado del 2014, sigue siendo el estadio de mayor capacidad de Brasil, pero solo es capaz de albergar a 80 mil espectadores. Reglas de la FIFA.

En nuestro país la decisión de crear Fútbol para Todos y quitarle el negocio en exclusividad a la TV por cable cambió drásticamente las reglas, yendo como en muchas otras cosas que hizo este gobierno a contracorriente de la tendencia general.
No hay que olvidar nunca que llegamos al ridículo de estar obligados a "ver" los partidos por la tele con las cámaras enfocando obsesivamente unas tribunas que complementaban con sus expresiones lo pobre del relato futbolero. Si querés ver el campo y a los jugadores, pagá, era el claro y unívoco mensaje.
Es más los noticieros no podían, luego de terminados los encuentros, pasar siquiera los goles porque éstos eran "propiedad" de las empresas de cable y sus programas "exclusivos". La privatización del Fútbol al palo.

Sin llegar quizás a esos extremos ridículos, en el mundo las cosas eran y siguen siendo básicamente las mismas. Ninguna televisión abierta trasmite todos los partidos del mundial en forma gratuita. Como mucho, como sucede en España, están obligados a trasmitir los partidos en los que juega la selección nacional.

En nuestro país entre la Televisión Pública y el canal DeporTV de la TDA trasmiten los 64 partidos del mundial Brasil 2014 en vivo y en directo, en HD y de forma gratuita. Un golazo de media cancha.

Los que no criticaron sino que o apoyaron o hicieron la vista gorda frente al abuso de la TV por cable de los años 90s, ahora se atreven a denunciar (Por ejemplo, la "hormiguita" Ocaña, la misma que supo convertir el Ministerio de Salud, en el Ministerio de las Epidemias ) al gobierno nacional por supuesta defraudación en el dinero que gasta en sostener al programa Fútbol para Todos. Para que Todos y Todas podamos disfrutar del juego más popular del mundo. No pueden decir que hay que volver a pagar, que es lo que harán si ganan las elecciones, de modo que solo pueden denunciar desmanejos y/o aprovechamiento político.
Disfrutemos del fútbol mundial ahora que podemos pero sin olvidar el enorme negocio y los enormes privilegios que éste juego actualmente y de forma creciente esconde.

bastadeodio                                                                     

1 comentario:

  1. Así que la Hormiguita ahora es una denunciante crónica. No se quiere quedar atrás del ejemplo de la desquiciada chaqueña, claro. Cualquier cosa menos hacer política eso sí.

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