Política de Estado: Proteger a las familias |
Otro de los indicadores que se encuentra cuestionado es la tasa de crecimiento de la economía, en este caso, a diferencia del anterior, parece jugar en su favor la pérdida objetiva de credibilidad de las estadísticas del INDEC que, por supuesto, es inflada por el oligopolio comunicacional opositor y por sus satélites de la oposición política. Sin embargo, también en este tema existen un conjunto de indicadores de la actividad económica que son independientes de los datos del INDEC que muestran en el primer semestre del corriente año una clara recuperación del crecimiento económico, luego de un cierto estancamiento en el segundo semestre de 2012.
Por eso puede ser preferible -para refutar en este caso las críticas a la AUH- acudir a los datos e investigaciones suministrados por entidades insospechadas de tener simpatías con el gobierno nacional.
Este es el caso del Observatorio de la Deuda Social Argentina dependiente de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA). En su último informe de mayo del 2013, el ODSA se refiere al impacto específico de la AUH y dice:
"Después de los efectos negativos que generó la crisis internacional de 2009 sobre el nivel de actividad, el empleo y los ingresos de los hogares, el país volvió a experimentar una significativa recuperación económica durante 2010 y 2011. Esta reactivación estuvo motivada principalmente por una mayor demanda de empleo, la expansión del gasto público, el aumento del consumo interno, la recuperación parcial de la inversión y una política más distributiva en materia de gasto social. Todo lo cual generó una nueva y significativa reducción de los niveles de indigencia y pobreza."
"...durante 2012 y hasta el presente, la actividad económica y la demanda de empleo volvieron a retraerse,...Aunque, al mismo tiempo, debido probablemente a la particular y creciente penetración de los programas sociales de transferencia de ingresos en los sectores económicamente más vulnerables, el porcentaje de hogares en situación de indigencia no habría experimentado cambios o incluso habría continuado disminuyendo.
...En cualquier caso, pese a la retracción socio-ocupacional experimentada durante 2012, la situación en materia de ingreso per cápita familiar, indigencia y pobreza sigue siendo mejor que la registrada a fines de 2010."
En efecto los datos que acompañan estas afirmaciones y que corresponden al período 2010-2013 en las variables: empleo pleno y precario; desempleo; ingreso per cápita familiar; hogares beneficiarios de planes sociales; hogares en situación de pobreza e indigencia y personas en situación de pobreza e indigencia muestran una mejora clara con respecto a los mismos índices del 2010 (Figura 1.A.1 del informe final citado).
Por ejemplo:
- los hogares beneficiarios de planes sociales pasaron de 18,8 en 2010 a 21,5 en 2012 y 23,5 en 2013 mostrando una clara vocación política del gobierno nacional de transferir recursos a los sectores más desprotegidos de forma independiente de la coyuntura electoral y de reforzar esa tendencia cuando más se necesita.
- los hogares en situación de indigencia descienden de 4,7 a 3,2
- Los hogares en situación de pobreza de 19,0 a 16,9
- En cuanto al empleo pleno y al precario se mantienen en sus valores, lo mismo sucede con el desempleo.
- El ingreso per cápita familiar ha mejorado en más de un 10% durante el mismo período 2010-2013
Para determinar el impacto propio de la AUH y M7H (madres con 7 hijos o más) separándolo del resto de los factores que puedan influir, los investigadores de ODSA-UCA realizaron una compleja simulación cuyos resultados confirman de forma indubitable el impacto favorable en los ingresos de las familias de menores recursos de la AUH-M7H.
Lo que más se destaca de estas simulaciones es que en el período 2011-2012 a pesar de incluir períodos de relativa retracción de la economía, el sostenimiento, ampliación y actualización de los montos percibidos por la AUH-M7H no solo impidió un aumento de los índices de pobreza e indigencia sino que aún en dicho contexto desfavorable estos índices continuaron disminuyendo.
En las conclusiones el informe es categórico:
"De acuerdo con los resultados presentados, las mejoras en el bienestar de los hogares con niños sujetos de asistencia económica por la Asignación Universal por Hijo o la pensión no contributiva a Madre de 7 Hijos, estaría revelando un hecho positivo en sí mismo, que sería la garantía de un ingreso mínimo con el que satisfacer necesidades económicas básicas. Por otra parte, de acuerdo con los ejercicios realizados, se puede constatar una sustancial mejora de los ingresos familiares de los hogares beneficiarios y del efecto de ese proceso sobre la disminución en las tasas de indigencia y pobreza en los últimos tres años."
Por supuesto que no todas son flores, también el informe dice:
"Ahora bien, al mismo tiempo, la ampliación de la cobertura y el importante papel de protección económica que claramente desempeñan los programas AUH-M7H, son también una demostración de la permanencia, si no la consolidación y/o reproducción, de una población excluida sin acceso a un empleo digno y a un sistema de protección más favorable y estable (con asignaciones familiares y jubilaciones contributivas), por lo que la recepción de tales programas sociales de transferencia de ingresos no deja de ser también un indicador del déficit en materia de autonomía económica, equidad distributiva e inclusión social que pesa sobre amplios sectores de la población, en un país con enormes potenciales naturales y recursos económicos."
Aquí el informe comete -a mi juicio- el error de separar las políticas sociales que focaliza, del resto de las políticas gubernamentales que afectan directa o indirectamente a estos y otros sectores sociales, como son la incorporación al sistema educativo, la construcción de más de 1500 nuevas escuelas y de 9 universidades nacionales, del acceso a tecnologías a través de los más de tres millones de netbooks entregadas, del apoyo a la creación de cooperativas y a las pequeñas y medianas empresas y productores, todo ello aplicado con un auténtico alcance federal.
El gobierno no solo trabaja por las mejoras de las condiciones de vida de los sectores más rezagados mediante medidas de emergencia como la AUH -indispensables aún en esta etapa- sino que apunta a la transformación productiva del país, a incorporar valor agregado a la producción nacional y a mejorar y ampliar la calidad y cantidad del empleo nacional, todo ello en un contexto internacional sumamente desfavorable. Justamente por esto último uno de los objetivos más claros y constantes del gobierno apunta al Mercosur y a la unidad subregional, como forma de generar la escala de mercado y la cooperación financiera y tecnológica necesarias.
Significativamente el diario La Nación que puso la mira en el informe de la ODSA sobre las enfermedades crónicas y que publicara una nota de título tremendista afirmando que desde 2011 se habría duplicado en nuestro país el riesgo de contraer una, no le prestó hasta ahora la menor atención a este mucho más relevante estudio de la misma fuente sobre el impacto positivo de la AUH.
bastadeodio
Muy bueno Profe.
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