"La Argentina, ha sido premiada por sus resultados en la lucha contra el
hambre. No es que solamente hemos tenido un programa alimentario: hemos
tenido un proyecto de país, un modelo de sociedad, más equitativa, más
justa y más igualitaria, que es el mejor antídoto en la lucha contra el
hambre y la pobreza", dijo Cristina luego de recibir en nombre del
pueblo de la Nación el premio de la FAO por los resultados obtenidos en este terreno.
Sin embargo, según Martín Dinatale el escriba del diario La Nación, la
FAO está equivocada, Cristina "vive en un microcosmos que la aísla del país real" y el éxito no es tal. Su única fuente de datos son el Observatorio
de la Deuda Social de la UCA y la Comisión Episcopal de Pastoral Social
(que vienen a ser lo mismo).
Parece que Dinatale -que insiste en un
relato mentiroso rayano en el absurdo- ni siquiera se ha tomado la molestia de leer, por
ejemplo, la nota de Orlando Ferreres sobre la distribución del ingreso,
publicada en el mismo diario, el mismo día, en el que se publica la suya.
bastadeodio
Hola Profe. Un gusto volver a leer un post tuyo.
ResponderEliminarViste cómo son las cosas, no? Doce años que comenzaron con un cipayo Escribano dando un ultimátum, que no fueron más que una sucesión de fracasos, errores y actos de corrupción pero que, sin embargo, permiten que la Presidenta arribe al final de su segundo mandato con un índice de popularidad y aprobación nunca vistos.
Lo más asombroso es que después de tan desastrosa docena que se inició con un país que gozaba del mayor bienestar y culmina con un desastre de ruinas humeantes, los más caracterizados periodistas independientes, políticos y analistas, lleguen a la conclusión de que ni siquiera amontonándose todo-el resto-uno-arriba-del-otro será posible derrotar al FPV. Está claro que al recibir ese premio consuelo de la FAO y después del blindaje que le ofrece el ultra K del Vaticano, esa negrada corre con cierta ventaja.
Creo que José Luis Espert debería hablar con mayor frecuencia para aclarar las mentes de los argentinos y mostrar el futuro venturoso que nos aguarda después del 10 de diciembre si nos decidimos a sacarnos a esta lacra K de encima. Parece mentira, pero ahora ni con nuestros queridos militares podemos contar para retomar nuestra irrenunciable vocación de grandeza.
Abrazo