Por una Patria Justa, Libre y Soberana

Una Patria Justa, Libre y Soberana - 17 de octubre de 1945 - 17 de octubre de 2015 - Día de la Lealtad - Setenta años

sábado, 7 de abril de 2012

Viva La Pepa y los modernos maturrangos

Mapa de Sudamérica Unida
La Martín Güemes (chacarera - fragmento)

Chacarera, chacarera
de la libertad,
ya se van los maturrangos
qué gusto me da...

No queremos que nos manden
la reina ni el rey,
somos libres si tenemos
la patria por ley.

Letra: León Benarós
Música: Adolfo Ávalos

Maturrango: (castellano) se dice de un mal jinete (o de un mal caballo) y, por extensión, de un hombre torpe. Era el término despreciativo con el que los criollos se referían a los españoles en los tiempos de las luchas por la independencia en el Río de la Plata.

A los españoles se les daban distintos apodos según las regiones. En México se los llamaba gachupines (del náhuatl cactzopin: el que pica con los zapatos) nombre dado en referencia a las espuelas que usaban los españoles. También se los denominaba chapetones.

A los descendientes puros de los españoles -pero nacidos en América- se los denominaba, en cambio, criollos. 

José de San Martín
Las enseñanzas de la historia:

El 13 de marzo de 1819, San Martín expresa en carta al caudillo oriental José Gervasio de Artigas su preocupación por la guerra civil declarada entre Santa Fe, la Banda Oriental y Buenos Aires:

Me hallaba en Chile acabando de destruir el resto de maturrangos que quedaban como se ha verificado e igualmente aprontando los artículos de guerra necesarios para atacar a Lima, cuando me hallo con noticias de haberse roto las hostilidades por las tropas de usted y de Santa Fe contra las de Buenos Aires. (…) Cada gota de sangre americana que se vierte por nuestros disgustos me llega al corazón. Paisano mío, hagamos un esfuerzo, transemos todo, y dediquémonos únicamente a la destrucción de los enemigos que quieran atacar nuestra libertad. No tengo más pretensiones que la felicidad de la patria. En el momento que ésta se vea libre renunciaré el empleo que obtenga para retirarme; mi sable jamás se sacará de la vaina por opiniones políticas…

El mismo día, 13 de marzo de 1819, también se dirige a Estanislao López, gobernador de Santa Fe, intentando conciliar las desavenencias internas:
Unámonos, paisano mío, para batir a los maturrangos que nos amenazan: divididos seremos esclavos: unidos estoy seguro que los batiremos: hagamos un esfuerzo de patriotismo, depongamos resentimientos particulares y concluyamos nuestra obra con honor. La sangre americana que se vierte es muy preciosa y debía emplearse contra los enemigos que quieren subyugarnos. El verdadero patriotismo, en mi opinión, consiste en hacer sacrificios: hagámoslos, y la patria, sin duda alguna, es libre, de lo contrario seremos amarrados al carro de la esclavitud. Mi sable jamás saldrá de la vaina por opiniones políticas. (…) Transemos nuestras diferencias; unámonos para batir a los maturrangos que nos amenazan y después nos queda tiempo para concluir de cualquier modo nuestros disgustos en los términos que hallemos por convenientes sin que haya un tercero en discordia que nos esclavice”.

Artigas: Protector de los Pueblos Libres
Las revoluciones por la independencia en hispanoamérica fueron repentinas, violentas y universales. Cuando en 1808 España colapsó ante la invasión de Napoleón, dominaba un imperio que se extendía desde California hasta el cabo de Hornos, desde la desembocadura del Orinoco hasta las orillas del Pacífico, el ámbito de cuatro virreinatos, el hogar de diecisiete millones de personas. Solo quince años más tarde España solamente mantenía en su poder Cuba y Puerto Rico, y ya proliferaban las nuevas naciones. La independencia, aunque precipitada por una serie de eventos externos, como veremos fue la culminación de un largo proceso en el cual latinoamérica cobró progresiva independencia de la metrópoli.
Esta creciente conciencia de sí movió, por ejemplo, a Alexander van Humboldt a observar:
"Los criollos prefieren que se les llame americanos; y desde la Paz de Versalles, y especialmente desde 1789, se les oye decir muchas veces con orgullo: ´Yo no soy español; soy americano´, palabras que descubren los síntomas de un antiguo resentimiento".

A finales del siglo XVIII hispanoamérica ya se había emancipado, de hecho aunque no en lo formal, de su dependencia de España. Desde los comienzos de ese siglo los criollos de las distintas provincias comerciaban activamente entre sí y con otras potencias extranjeras como Gran Bretaña y Francia. Esto tuvo profundas consecuencias en la estructura económica y en la distribución de la riqueza que afectaron tanto a las burguesías criollas como a los intereses de la metrópoli. Entre otras cosas había surgido en las colonias una incipiente industria que sustituía muchas de las manufacturas españolas.

Fue en contra de esta burguesía criolla, en una búsqueda por recuperar el control perdido, que se producen los cambios institucionales y políticos que caracterizan a los finales del siglo XVIII. Las palabras: liberalización, modernización, encubren el verdadero objetivo: Detener esa la primera emancipación, éste era el objetivo del nuevo imperialismo de Carlos III (1759-1788). Es cierto que España estaba preocupada por el equilibrio del poder colonial en las Américas, por la penetración y expansión británica, por la preponderancia de los extranjeros en el comercio hispanoamericano. Pero éstas eran consideraciones secundarias. La nueva legislación que acompañaba al programa de modernización tenía poco que ver con los extranjeros y en cambio mucho que afectaba a los propios súbditos de España. El principal objetivo -aunque no declarado- no era expulsar a los extranjeros sino controlar a los criollos.

La autosuficiencia de las colonias americanas fue percibida como un serio peligro por las autoridades españolas. Claramente identificaban a la dependencia económica como la condición básica de la unión política. Estas opiniones fueron resumidas en 1778 por Gil de Taboada, virrey del Perú, que se congratulaba del crecimiento del comercio y de la baja de los precios que produjeron los cambios comerciales decretados por Carlos III, especialmente el notable ascenso de las importaciones en la colonia y el consiguiente daño para las industrias peruanas. "La seguridad de las Américas -decía- se ha de medir por la dependencia en que se hallan de la metrópoli, y esta dependencia está fundada en los consumos. El día que contengan en sí todo lo necesario, su dependencia sería voluntaria."

Mapa del mundo hispano
No debe ser causar entonces sorpresa que en las colonias las reformas de Carlos III fueran muy resistidas por las burguesías criollas y que, en definitiva, encontrasen muchas dificultades para su implementación. El llamado, en esa época, liberalismo era considerado en nuestras tierras como una amenaza. Las manufacturas y productos americanos que reemplazaban a los similares españoles dejaron de estar protegidos. El entonces virreinato del Río de la Plata era un ejemplo. Los textiles de Tucumán sufrieron un retroceso ante las importaciones españolas que ingresaban a través de Buenos Aires. La industria vinícola de Mendoza se veía perjudicada por una combinación de elevados impuestos y competencia de España. Mendoza se quejaba de las "tiranas gabelas", de su situación de "feudataria de Buenos Aires", y pedía a España que detuviera la exportación de su vino al Rio de la Plata, cosa que obviamente no sucedió.

Sin embargo, en buena medida la política impulsada por los borbones fundó las bases de lo que sería al final la causa de su casi completa derrota en estas tierras. Uno de los elementos fundamentales fue que, acosados por las dificultades económicas, permitieron y estimularon dándoles rango militar la creación de las milicias criollas. Como consecuencia, sus miembros fueron admitidos en el fuero militar, una privilegiada condición que extendía a los criollos los derechos e inmunidades que ya gozaban los militares españoles, especialmente la protección de la ley militar con el consiguiente detrimento de la jurisdicción civil.
Los criollos no sólo adquirieron un nuevo fuero, sino también un sentido de la identidad militar y de confianza, nacidos del conocimiento de que la defensa del lugar de su nacimiento estaba en sus manos.
España contribuyó a modelar una armada que finalmente sería utilizada contra ella. En el Río de la Plata en 1806-1807 un ejército criollo derrotó a los invasores británicos y consolidó las bases de un poder militar local que posteriormente sirvió para derrocar en 1810 al virrey.

Esta parte -comparativamente retrasada- de los dominios españoles experimentó tardíamente su primer desarrollo económico cuando surgió una incipiente actividad ganadera, dispuesta a ampliar la exportación de cueros y otros productos animales a los mercados del mundo.
Desde 1778 las casas mercantiles de Cádiz con el capital y los contactos necesarios se aseguraron un firme control del comercio de Buenos Aires y se interpusieron entre el Río de la Plata y Europa. Pero en la década de 1790 fueron desafiados por comerciantes porteños, que buscaban concesiones de trata de esclavos y a la vez permisos para exportar cueros. Empleaban sus propios barcos y capitales y ofrecían mejores precios por los cueros que los mercaderes de Cádiz, favoreciendo con ello a los estancieros. Estos formaban un tercer grupo de presión, hasta entonces pequeño y poco importante, pero aliado de los comerciantes criollos contra los monopolios españoles.

Esos intereses porteños tenían portavoces como Manuel Belgrano, Hipólito Vieytes y Manuel José de Lavardén.
Lavardén, hijo de un funcionario colonial, hombre de letras, estanciero de éxito, redujo el programa económico de los reformadores porteños a cuatro peticiones básicas: comerciar directamente con todos los países, obteniendo así importaciones de fuentes más baratas; poseer una marina mercante propia e independiente; exportar los productos del país sin restricciones; expansionar la agricultura y la ganadería mediante la distribución de la tierra a condición de que el que la reciba trabaje la concesión.

Pero no resultaba tan sencillo, los intereses económicos en América no eran homogéneos: había conflictos entre las distintas colonias y en el seno de las mismas. Y la emancipación no era simplemente un movimiento por la libertad de comercio. Pero sí existía un consenso, era el deseo de un gobierno que cuidara de los intereses americanos aunque ello se limitara a proteger la libertad y la propiedad. Y los americanos eran cada vez más escépticos sobre la posibilidad de que España se lo pudiera proporcionar.

La realidad era que la riqueza de las burguesías criollas se basaba en la explotación desenfrenada de las clases bajas populares y este era un sistema de opresión que también era puesto en riesgo por las reformas borbónicas. Cuando en 1808 se produce la invasión napoleónica y el colapso de la monarquía española, los criollos no podían permitir que se prolongara el vacío político; actuaron rápidamente para anticiparse a la rebelión popular: tuvieron que escoger la independencia no sólo para tomar el poder de España, sino, sobre todo, para impedir que lo hicieran los pardos (clases bajas o los primigenios "cabecitas").

Simón Bolívar
Simón Bolívar tenía claro el dilema que sobreviviría a la independencia política: "Un inmenso volcán está a nuestros pies. ¿Quién contendrá las clases oprimidas? La esclavitud romperá el fuego: cada color querrá el dominio".

Poder político, orden social: ésas eran las exigencias básicas de los criollos. Al mismo tiempo que los americanos empezaban a negar la nacionalidad española se sentían conscientes de las diferencias entre si mismos, porque incluso en su estado pre nacional las distintas colonias rivalizaban entre si. E incluso este débil sentido de la identidad se limitaba a los criollos. Bolívar lo expresó con mucha claridad:

"[...] no somos europeos, no somos indios, sino una especie media entre los aborígenes y los españoles. Americanos por nacimiento, y europeos por derechos, nos hallamos en el conflicto de disputar a los naturales los títulos de posesión y de mantenernos en el país que nos vio nacer, contra la oposición de los invasores [españoles]; así, nuestro caso es el más extraordinario y complicado."

La variedad geográfica natural reforzó las divisiones impuestas por el hombre. La dificultad de las comunicaciones separaba más a cada colonia de la otra. Los borbones mejoraron los caminos, los servicios postales y las comunicaciones marítimas del imperio, pero los obstáculos naturales, los formidables ríos, llanuras y desiertos, las impenetrables selvas y montañas de América eran demasiado grandes para vencerlas. Los viajes eran largos y lentos. Se tardaba cuatro meses por mar entre Buenos Aires y Acapulco, y el regreso era todavía más lento. El viaje por tierra desde Buenos Aires a Santiago, cruzando pampas y cordilleras, costaba dos agotadores meses. Si alguien era lo bastante temerario para viajar desde Buenos Aires a Cartagena por tierra se enfrentaba con un viaje a caballo, mula, carros y transportes fluviales vía Lima, Quito y Bogotá, que le tomaba nueve meses.

El colapso español y la independencia:

Carlos IV y familia, pintados por Goya
La oportunidad para la completa independencia llegó en 1808, cuando la crisis del gobierno en España deja a las colonias sin metrópoli. El final fue rápido, aunque la agonía precedente, prolongada. Antes de la catástrofe final, España sufrió dos décadas de humillación, cuando el programa de reforma y renacimiento de Carlos III desembocó en un renovado declive y una nueva dependencia. Sorprendida por la Revolución francesa, impotente ante el poder de Francia, España fue cayendo de crisis en crisis. Desde 1796 España fue arrastrada a las guerras de Francia en calidad de satélite, forzada a subvencionar a su imperial vecina y a sacrificar sus intereses propios. Lo peor estaba por llegar. Cuando, en 1807-1808, Napoleón decidió acabar con el simulacro e invadir la península, los borbones no tenían tenían forma de oponerse. En marzo de 1808, Carlos IV abdicó en favor de su hijo, Fernando. Los franceses luego ocuparon Madrid, y Napoleón indujo a Carlos y a Fernando a ir a Bayona para conversar (?). Allí, el 5 de mayo de 1808, forzó a ambos a abdicar y al mes siguiente proclamó a José Bonaparte, su hermano mayor, rey de España y de las Indias Occidentales.

"El 2 de mayo de 1808", también de Goya
En España el pueblo llano empezó a combatir valientemente por su independencia y los liberales, en cambio, a preparar una constitución para controlarlo. Las juntas provinciales organizaron la resistencia a Francia, y en septiembre de 1808 se formó una junta central, invocando el nombre del rey y, desde Sevilla en enero de 1809, ésta promulgó un decreto diciendo que los dominios españoles en América no eran colonias, sino parte integrante de la monarquía española con derechos de representación.
Pero cuando las fuerzas francesas entraron en Andalucía, en enero de 1810, la junta se disolvió, dejando en su lugar a una regencia de cinco personas con mandato para convocar unas cortes donde estuvieran representadas tanto España como América.

Sin embargo, los liberales españoles no eran menos imperialistas que los conservadores. Las Cortes de Cádiz promulgaron la constitución de 1812, que declaraba a España y América una sola nación. Pero, aunque a los americanos se les garantizaba una representación, se les negaba una representación igual que a los peninsulares, y aunque se les prometían reformas se les negaba la libertad de comercio.

Los americanos tuvieron que ocuparse desde entonces de su propio destino. Ya no tenían a los Borbones; no querían a Napoleón y no se fiaban de los liberales. Una vez que se tomaron decisiones autónomas, la independencia cobró impulso, rápidamente. Recorrió el subcontinente en dos grandes movimientos. La revolución del sur fue más rápida, avanzando desde el Río de la Plata, a través de los Andes hasta el Pacífico. La revolución del norte, hostigada más de cerca por España, se desvió desde Venezuela a Nueva Granada y volvió a su lugar de origen. Ambas confluyeron en Perú, la fortaleza de la vieja España en América. Y en el norte, la insurrección mexicana siguió su complejo curso propio: revolución social abortada, prolongada contrarrevolución y victoriosa revolución conservadora. 

La Pepa
La Constitución liberal de 1812 y los maturrangos modelo siglo XXI:

La derecha española está de fiesta -a pesar de la crisis actual que recae sobre las espaldas del pueblo- lo que celebran es el bicentenario de su constitución liberal de 1812, popularmente conocida como "La Pepa", de allí por supuesto, viene la expresión popular Viva la Pepa!. (La Pepa aquí)

Claro que éstos actuales, como aquellos del pasado, usan el término liberalismo con un sentido muy laxo, más vinculado al autoritarismo que al sentido usual del término que está asociado a las libertades y a los derechos individuales económicos y políticos. En fin, lo que proponen -antes y ahora- estos liberales hispanos es: libertad sin restricciones para el gran capital y autoritarismo en lo político con las clases populares. La misma combinación nefasta que practica nuestro "liberalismo" local con el cual guarda parentescos de origen y de prácticas.

El 10 de abril se hace la gran fiesta y, por supuesto, figuran a la cabeza de la celebración el actual gobierno español de Rajoy y el lacayo yanki de José María Aznar -el héroe de Bush- que para no ser menos que los constituyentes de 1812 también posa su mirada crítica y rapaz sobre América Latina, esa que algunos aún siguen llamando Hispanoamérica, como si el tiempo no hubiese pasado y barrido al basurero de la historia su heráldico esplendor.

Así reza la invitación de Aznar a la conmemoración, cito:

Madrid, 28.03.12.- La Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales FAES presenta el informe estratégico ‘América Latina. Una agenda de libertad 2012’ el próximo martes 10 de abril, a las 13:00 horas, en el Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz, coincidiendo con el bicentenario de la Constitución de 1812. En el acto intervendrán el expresidente del Gobierno y presidente de FAES, José María Aznar, que prologa el texto; el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García Margallo; el diputado del Partido Popular y director del informe, Miguel Ángel Cortés, y la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez.

¿De qué se trata el informe?. Continúo citando (no hay pez que por la boca no muera):

‘América Latina. Una agenda de libertad 2012’ es una edición actualizada y ampliada del informe sobre la situación y el futuro de la región publicado por FAES en 2007.

Aquel texto promovía la unión de los afines entorno a ideas comunes y proyectos viables de consolidación de la democracia liberal, respeto a las libertades individuales, vigencia del Estado de Derecho, fortalecimiento institucional y economía abierta. Presentado en dieciocho países, el informe se ha convertido desde entonces en un documento de referencia que ha inspirado programas electorales, ha servido de fuente de consulta y ha alimentado el debate en foros académicos y políticos. Con más de 1000 referencias en Google, el informe se ha consolidado como una marca de reconocida relevancia en América Latina.

OPORTUNIDAD HISTÓRICA
‘América Latina. Una agenda de libertad’ apuntaba en 2007 que la región se hallaba ante el dilema de seguir la senda de la libertad, la democracia y la prosperidad u optar por el populismo y la irrelevancia en la escena internacional”. La tesis principal de la nueva versión es que “las luces predominan hoy sobre las sombras en América Latina, que se encuentra ante una oportunidad histórica para consolidar su desarrollo”. A este respecto, el informe asegura que la región “es ahora más próspera y mayoritariamente democrática”, que se ha consolidado “el traspaso pacífico del poder y la alternancia política”, y que “ha conseguido mantener tasas de crecimiento elevadas en un momento de crisis económica y financiera internacional”.

J.M. Aznar en la UADE (2012)
LIBERTAD vs. AUTORITARISMO
Aznar, para quien América Latina es “parte sustancial de Occidente, una prioridad para España y fundamental para el futuro de la libertad, la democracia y el bienestar en el mundo”, matiza además que “si bien la región ha resistido el embate del populismo, que ha retrocedido, escapan a este panorama la dictadura cubana y sus satélites, refractarios a la adopción de reformas e incompatibles con la idea de sociedad abierta”.

En este sentido, el expresidente del Gobierno señala que “la conculcación de los derechos de propiedad, la inseguridad jurídica y el aumento descontrolado de la oferta monetaria” se encuentran entre los motivos que explican el fracaso del ‘socialismo del siglo XXI’ como modelo y que han contribuido a su desprestigio incluso entre sectores de la izquierda. (fin de la cita)

La propia izquierda española no tardó en responderle de una forma que vale la pena resaltar:

"La coalición Izquierda Unida (IU) instó hoy al gobierno español a rechazar un documento sobre América Latina de la ultraconservadora Fundación FAES, dirigida por el expresidente José María Aznar, por su evidente sumisión a Estados Unidos.

El exhorto está incluido en una interpelación del diputado de IU José Luis Centella al ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, la cual será registrada el próximo lunes 9 de abril en la mesa del Congreso de los Diputados.

En su requerimiento, Centella le pregunta al jefe de la diplomacia española si su cartera asume los postulados que sobre Latinoamérica formula la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES), a través de su informe sobre esta región.

A juicio del dirigente, en ese documento prevalece una retórica antiprogresista e injerencista, con marcada subordinación a la política imperial de la Casa Blanca.

Centella consideró que el trabajo elaborado por la organización que encabeza Aznar, ligada al derechista Partido Popular (PP), ahora en el poder, confunde sus deseos con la realidad.

Presenta una America Latina dividida entre los “malvados” países defensores del socialismo del siglo XXI y aquellos que abrazan el neoliberalismo, cuando el escenario es totalmente diferente, subrayó.

Destacó en ese sentido que la región se encuentra en el momento de mayor integración, acompañado al mismo tiempo de una independencia cada vez más importante respecto a Estados Unidos.

Basta simplemente con ver la lista de visitas de mandatarios latinoamericanos de todos los sectores políticos que visitan a Cuba desde la amistad y de forma especial critican las injerencias norteamericanas en la zona, ilustró.

Como otro ejemplo de ese nuevo escenario, obviado por la FAES, mencionó el reciente cuestionamiento a la exclusión de la isla caribeña de la Cumbre de las Américas, hasta poner en crisis su propia continuidad.

Para el diputado de la tercera fuerza política en votos de España, el informe soslaya el fracaso de las recetas neoliberales que llevaron a la ruina a grandes sectores de la población latinoamericana, políticas que ahora tratan de aplicar en Europa con similares resultados.

En cambio, advirtió, desconoce que ha sido precisamente la integración la que ha permitido a la citada área geográfica afrontar la crisis con menos costes sociales.

Contrastó esa situación con la de la rica Europa, que se ve asolada por el desempleo, la exclusión social y la falta de futuro para millones de jóvenes, fruto de las políticas neoliberales impuestas por el Fondo Monetario Internacional.

Tratar de enfrentar en estos tiempos a las naciones de América Latina no sólo es una torpeza política, sino que puede tener un serio coste para nuestra economía, avisó el político de izquierda en su interpelación, a la cual tuvo acceso Prensa Latina.

Según su criterio, sería un error de la actual administración del PP pensar que las injerencias propuestas por la FAES para Cuba, Venezuela y el resto de países miembros del ALBA no van a tener efectos, cuando como nunca se impone la solidaridad interregional.

Centella lamentó que en todo el informe no exista una sola palabra sobre las consecuencias del prolongado bloqueo de Washington contra La Habana y tampoco se cite la existencia de la base de Guantánamo, convertida en un centro de tortura para vergüenza de la humanidad.

Estimó que los planteamientos de la organización ultraderechista suponen una confrontación con una zona del planeta con la cual España debe mantener relaciones culturales y económicas, por encima de la opinión que sobre su régimen político cada grupo político tenga.

Desde IU entendemos que el nuevo informe de la FAES pretende situar al Gobierno español como instrumento de confrontación en la región, remarcó.

El diputado pregunta al Ejecutivo de Mariano Rajoy si considera que asumiendo esos postulados, podrá garantizar su declarado deseo de reunir a todos los mandatarios en la Cumbre Iberoamericana de Cádiz, programada para noviembre venidero." (fin de la cita)

Es inevitable recordar al leer el informe de la FAES el editorial del diario El País titulado "Por el mal camino" que fuera reproducido aquí por La Nación con el mismo título. Es posible reconocer en ese editorial-diatriba, completamente irrespetuoso con el gobierno y el pueblo argentino, las ideas "liberales" de la FAES de Aznar. Aunque a primera vista solo parezca que se trata de una reacción "natural" ante el conflicto de intereses puramente económicos que se dan en torno a Repsol-YPF.

Lo que esta gente -de allá y de aquí- no soporta es que actuemos como lo que somos: PUEBLOS-NACION soberanos que eligen de manera republicana, libre y democráticamente como y por quien quieren ser gobernados.

Nada de VIVA LA PEPA, ABAJO LA PEPA!! Y LOS INTENTOS ABSURDOS DE REVIVIRLA QUE BIEN MUERTA ESTA, POR LO MENOS POR ESTOS LARES.

Si querés divertirte y aprender más sobre la pepa te recomiendo ver las 18 razones para decir ABAJO LA PEPA!!, que nos da el profesor FELIX RODRIGO MORA

Aunque tal vez huelgue decirlo, hay una unidad de Latinoamérica y España que pasa por la unidad de sus pueblos, por la independencia de toda nueva forma de colonialismo o paternalismo y por una justa distribución de la riqueza con justicia social, que si defiendo a ultranza, pero no acepto que ella tenga que pasar por el filtro y el control ideológico y político de ningún grupo de iluminados que reivindican antiguas formas de dominación y coloniaje y cuyas ideas van absolutamente a contramano de los verdaderos intereses populares y nacionales.

bastadeodio                                                                         

6 comentarios:

  1. El populismo en retroceso?
    Qué populismo? El del Partido Popular, que en cualquier momento va a tener que retroceder rapidito y por la ventana?

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  2. Siiiiii!!!, está buena la respuesta de IU. El pueblo español, equivocado o en lo correcto, dijo: basta de jugar con los suplentes que entren los titulares!!!. El segundo tiempo recién empieza y el final está cantado.

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  3. empepados van a terminar ellos, viva la patria!

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  4. Hola Profe, con el ingreso a la CEE, en su gran mayoría los españoles se “la creyeron” e hicieron oídos sordos al mote con el cual los designan junto a los portugueses, italianos y griegos, pigs (cerdos).
    No dudo de las “buenas intenciones a lo española” de IU y su legislador pero no llega al 7% de los votantes (creo que sólo 11 legisladores consiguieron y con fuertes discrepancias políticas entre ellos -acá, allá... todo grupo de estas características es divisible por 2).
    En este momento, lo representativo es el PP, su ideología y la defensa de la constitución liberal. Además de pro-monárquicos (más del 80% apoya esto).
    Abrazo Profe, muy bueno tu análisis y, hagamos carne “Transemos nuestras diferencias; unámonos para batir a los maturrangos que nos amenazan “

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  5. Es cierto pero los que pagan el ajuste son primero los inmigrantes y luego -entre los españoles- los trabajadores, especialmente, los jóvenes. Y que querés yo no puedo menos que solidarizarme. Comprendo lo que decís de IU, luego de una elección como la última no se puede ser muy optimista, pero bueno, así son las cosas, es lo que hay desde allí hay que ir pa´lante.

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