Dice que a Massa los sciolistas lo compraron con guita y la promesa de medios de comunicación y que a la operación -que ella bautizó "todos unidos triunfaremos"- la conducen Alberto Fernández (FR) y Alberto Pérez (FPV) bajo el "monitoreo continuo" del demonio cristinista Carlos Zannini.
Un delirio etílico antiperonista de la ex montonera saltimbanqui
Bullrich que no los ayudará en nada a robarle votos al massismo. Una
maniobra desesperada y de corta vida que de ninguna manera puede
convertirse en un aglutinante de la campaña ya que sugiere justamente lo
contrario de lo que pregona Cambiemos: que son los únicos capaces de
derrotar en las urnas al peronismo.
El problema real de Cambiemos es que ellos bajan o mejor, se desinflan, y Scioli y Massa suben porque -escándalos de corrupción aparte- la campaña del PRO está destartalada, no logra hacer pié y definir una línea de discurso creíble.
Pensaron que podían convertirse de un partido vecinal a uno nacional con el simple recurso de derivar guita para compra de voluntades y publicidad, todo controlado por los gerentes porteños.
Nada funcionó, la evidencia indica que ni los comprados resultaron incondicionales, ni los gerentes de la empresa PRO destinaron toda la guita sucia que pasó por sus manos a los fines empresariales.
Resultado final, el PRO es una empresa a la deriva cuyas segundas y terceras líneas -las más políticas- comienzan a desconfiar del directorio y -especialmente- de su presidente. Empieza a brotar la bronca y las iniciativas inorgánicas.
bastadeodio
El problema real de Cambiemos es que ellos bajan o mejor, se desinflan, y Scioli y Massa suben porque -escándalos de corrupción aparte- la campaña del PRO está destartalada, no logra hacer pié y definir una línea de discurso creíble.
Pensaron que podían convertirse de un partido vecinal a uno nacional con el simple recurso de derivar guita para compra de voluntades y publicidad, todo controlado por los gerentes porteños.
Nada funcionó, la evidencia indica que ni los comprados resultaron incondicionales, ni los gerentes de la empresa PRO destinaron toda la guita sucia que pasó por sus manos a los fines empresariales.
Resultado final, el PRO es una empresa a la deriva cuyas segundas y terceras líneas -las más políticas- comienzan a desconfiar del directorio y -especialmente- de su presidente. Empieza a brotar la bronca y las iniciativas inorgánicas.
bastadeodio
¿Cara de que? Piedra le queda chica,,titanio ,el metal mas duro que se encuentre
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