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lunes, 20 de febrero de 2012

La visión utópica de Zaffaroni (parte 2): La Reforma Constitucional

En un post anterior de similar título (ver aquí) se hacía referencia a una entrevista radial que el Dr Eugenio Raúl Zaffaroni mantuvo con el periodista Eduardo Anguita en Radio Nacional (audio, aquí). Esta entrevista fue desgrabada y se publicó en Miradas al Sur. En su última parte se hace referencia a la conocida posición del Ministro con respecto a la reforma constitucional que, entre otras críticas, le ha valido la absurda acusación de oficialista y la de ser punta de lanza para la campaña por la re re elección de Cristina Kirchner en el 2015. Esta es la parte de la entrevista que hace referencia al tema:

–Usted fue uno de los convencionales en el año 94 cuando se reformó la Constitución. Acá la prensa opositora, como se dice habitualmente, ha tomado algún diálogo que tuvieron personas cercanas a la Presidenta para hablar de la re–re–re. Al respecto, usted tiene una postura que en la Argentina está muy poco tomada que es el papel del parlamentarismo.

–Sí, efectivamente, hace muchos años que vengo sosteniendo eso. Creo que un ejecutivo que sale del Congreso, que sale del Parlamento, es un ejecutivo más fuerte que el presidencialista que está sometido a más controles. Por otra parte, que tiene más visibilidad y que es más estable y que en caso de crisis es posible reemplazarlo de una manera mucho menos traumática que en un sistema presidencialista.

–Y para eso se necesitan partidos políticos más fuertes de los que tenemos, se necesitan medios de comunicación…

–Eso es un poco lo del huevo o la gallina. Partidos más fuertes creo que los crea el propio parlamentarismo por su misma dinámica. Cuando es necesario tener una mayoría para gobernar se facilitan las alianzas y si las alianzas tienen cierta coherencia mínima, ideológica, no pretendo una coherencia dogmática, una radicalización dogmática, pero sí cierta mínima coherencia ideológica, una coalición de centro derecha, una coalición de centro izquierda, eso tiende a ser una fuerza política con el correr de los años. Es decir, creo que el propio sistema parlamentario fortalece a los partidos. Y si vamos a esperar tener partidos fuertes para hacer el sistema parlamentario, no lo vamos a poder hacer nunca. Y lo más grave del caso es que creo que en un sistema presidencialista donde está cruzado el sistema electoral proporcional con el presidencialismo, el sistema electoral proporcional es un sistema propio de los parlamentarismos, creo que ahí hay una incoherencia en el sistema que tiende a debilitar los partidos políticos y tiende a pulverizarlos.

Comentarios: 

Con respecto a la primera pregunta es mi opinión que la experiencia actual de muchos países europeos con sistemas parlamentaristas no avala la tesis de Zaffaroni, las crisis de Grecia e Italia ya sucedidas muestran que no siempre ocurre lo que afirma y que el parlamentarismo, por si solo, no es garantía de estabilidad. En ambos casos los presidentes elegidos fueron traídos de afuera del ámbito parlamentario volviendo con ello a la interpretación de la delegación de la voluntad popular reflejada en las personas de los parlamentarios más flexible y ambigua que nunca.
Lo cierto es que frente a una situación de verdadera crisis, los sistemas democráticos, sean parlamentaristas o presidencialistas hallan una solución o salida medianamente constitucional. Pasó aquí en el 2001, cuando falladas todas las instancias sucesorias se terminó eligiendo presidente a un gobernador, el Dr Duhalde.

En relación a la segunda. La fortaleza de los partidos políticos no proviene de fuera de ellos sino de su historia anterior, de los liderazgos que surjan en su seno, de la adaptabilidad de sus estructuras partidarias y sobre todo, de la forma en que su dirigencia es capaz de captar el sentir, las cambiantes demandas populares, o si se prefiere, de amplias mayorías ciudadanas y presentarles un proyecto auténtico y factible para satisfacerlas y luego, si consigue el poder, cumplir con la promesa electoral. Eso vale para la democracia y la fortalece, independientemente de si el sistema es uno u otro. La condición para que un partido así, realmente sea capaz de captar estas demandas es su arraigo en el seno de la sociedad, esa es la medida de su representatividad. No se me escapa que últimamente se cree que con una buena campaña publicitaria y la protección de los medios dominantes se puede engañar al ciudadano y lograr su apoyo, no a un proyecto, sino a una figura. Yo no creo que sea así y lo considero un insulto hacia nuestro pueblo y su historia. En esto pienso que es aplicable la máxima de que el árbol no te impida ver el bosque.

En resumen los sistemas de representación no crean a los partidos políticos y tampoco, como afirma, necesariamente los fortalecen pueden por el contrario debilitarlos por la necesidad de establecer alianzas que vayan en contra de su historia y de su representatividad ya sea para conservar el poder (como en el caso de la socialdemocracia europea frente a las demandas de las instituciones financieras internacionales) o para obtenerlo a espaldas de la voluntad popular.
En cuanto a la contradicción existente entre elegir Presidente/a por voto directo y Diputados por el sistema proporcional Zaffaroni tiene parte de la razón. En este punto, la intención de los Convencionales del ´94 fue asegurar la representación federal e impedir que un pequeño conjunto de provincias muy pobladas, como la de Buenos Aires, se quedasen con la mayoría de los representantes minimizando la representación del resto menos poblado del país. Tiene sus ventajas y también sus inconvenientes, pero se puede convivir con ambos. Quizás hay que revisar el exceso de representatividad que tienen algunas jurisdicciones con respecto a otras, lo que introduce distorsiones, pero eso no justifica ir hacia otro sistema, hay que mejorar la proporcionalidad no tirarla al tacho de las cosas inútiles.

La experiencia reciente en el ámbito parlamentario nacional no permite abrigar muchas esperanzas en que la madurez de los dirigentes y los partidos políticos existentes permitan alcanzar acuerdos de gobernabilidad. El último período de sesiones parlamentarias, el del 2011, fue una buena muestra de ello, un verdadero ejemplo de ineficacia parlamentaria. Me temo que si el sistema que nos hubiese regido fuese el parlamentario y no el presidencialista habríamos tenido serios problemas institucionales para asegurar la gobernabilidad y probablemente, porque esa era su intención, se habría provocado la caída del gobierno, sin poder ofrecerle a la sociedad un reemplazo más estable y consecuentemente habríamos caído en una crisis en espiral difícil de contener. Pero eso es política ficción. O análisis contrafáctico. Pero también Zaffaroni lo hace. En las actuales circunstancias ni el gobierno ni mucho menos la oposición están en condiciones de llamar a una reforma constitucional. Solo un gran acuerdo lo posibilitaría. De modo que por ahora son especulaciones, legítimas, pero especulaciones al fin.

En la actual situación, luego de unas elecciones en las que el oficialismo obtuvo la mayoría absoluta de votos ciudadanos, debido al sistema proporcional de elección de representantes en la cual esa mayoría absoluta no se ve reflejada en la composición de la Cámara de Diputados, que pueda ocurrir lo mismo que en el año 2011 es más difícil pero de ninguna manera imposible.

Finalmente la experiencia parlamentarista es europea, la experiencia histórica de la región Latinoamericana es presidencialista. Tenemos tradiciones, deben ser respetadas, aunque seguramente mejoradas, no estamos en una situación para hacer experimentos con resultados inciertos de este calibre. Con todo respeto por Eugenio Zaffaroni, si de reforma constitucional se trata, yo vería con mucho más agrado que tal reforma contemplase retomar actualizados, aspectos centrales de la Constitución de 1949, sin duda la que mejor establece -al darle estatus constitucional- los derechos del trabajador, es decir de todos (Cap.III, art.37,inc.I); los de la Familia (inc.II) y los de la Ancianidad (inc.III); además de aquellos fundamentales artículos que hacen a la función social de la propiedad y la actividad económico-productiva y a la defensa del patrimonio nacional (Cap.IV, art. 38,39 y 40). (aquí la Constitución Argentina de 1949 en versión pdf)

No se debe olvidar al plantear este tema, que el país desde el 2003 en adelante se encuentra abocado a la dura y difícil tarea de reconstruir un Estado Nacional y Estados Provinciales devastados por la década y media de neoliberalismo y su culminación en una catástrofe social. Todo aquello que pueda contribuir a demorar o detener esta recuperación debe ser considerado con mucho cuidado.

bastadeodio                                                            

7 comentarios:

  1. Brillante tu comentario, bueno, lo que quiero decir es que comparto tu posición y no es casual.
    Sólo difiero en un punto, en que creo que sí, que con una buena campaña se puede engañar al ciudadano. Al menos a este ciudadano de aquí y ahora. Aunque sea un insulto (que lo es) y, se me ocurre, como muestra, el 64% que obtuvo Macri. Ojo, y es en CABA.
    ¿Cómo no engañar al habitante más desprevenido? Con esto no quiero decir que el habitante de otro lugar no esté preparado, por favor no mal interpretes. Sí quiero decir que muchas veces tiene menos posibilidades de informarse, los periódicos no llegan o lo hacen con retraso. No hay luz con lo cual es una utopía el uso de medios electrónicos… El habitante medio, en este momento,
    o necesita creer –sí, creer-
    o dice no interesarle –con lo cual es prioritario que le interese, es decir se hace imprescindible educar. Pero ¿cómo? Con los recursos limitados de que se disponen debido al monopolio informativo???
    Es decir, primero, Cumplimiento efectivo de la ley de medios, segundo, informar… luego se verían los resultados… (ya que no estoy tan segura, es más fácil repetir que pensar y disentir).
    En cuanto a las crisis de los partidos políticos, habría que “barajar y dar de nuevo”. ¿Cómo se hace para limpiar de corruptos? ¿Cómo se hace para que vuelvan a interesarse en el conjunto social? No nos olvidemos que el problema de la corrupción es inherente al sistema y… No quiero decirlo pero… en esta etapa del sistema capitalista, está todo tan corrompido que dudo que pueda haber cambios.
    Cómo me gustaría que los proyectos fuesen más importantes que los hombres!!!
    Me acuerdo, allá muy lejos, cuando recién empezaba en el secundario, que en mis horas de consejería de segundo y tercer año, mandaba a los chicos a buscar plataformas de distintos partidos… las leíamos y conversábamos… claro, era el 74… abril del 74…
    Un abrazo Profe, siempre me propongo ser un poco más concisa pero no me sale ;-)

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    1. No es necesario, ni una virtud ser concis@. Tampoco lo es estar seguro, malo es cuando uno cree estarlo. Lo que apuntás es muy cierto, no se me escapa, lo que creo es que no se puede engañar a todos todo el tiempo. Uno creo y repito cree que se puede ayudar a construir un futuro mejor para todos. no está seguro de que sea así. y además no se puede esperar para construirlo que todos sean "buenos", porque eso nunca sucederá. Fijate que Cristina fue electa con el 54% de los votos pero andan diciendo que el 46% votó en contra y que, poco menos, el gobierno de Cristina es autoritario, se burla del parlamento y de la justicia, etc, etc. Hay personas a las cuales sus deseos, fantasías o intereses les importan más que mil realidades pero no son todos, ni siquiera ese 46% que no la votó. Ese mundo mejor también se hace con ellos, incluso dentro del capitalismo y dentro del mercado. Yo veo que, a pesar de todo, seguimos avanzando. Seguramente no tan rápido como algunos quisieramos, sin embargo para otros vamos demasiado rápido y sobre todo demasiado lejos. Cuando se mira hacia atrás se percibe la distancia recorrida. Lo que resta de camino está fuera de nuestra visión.

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  2. Profe;
    ya conocía esta posición de Zaffaroni y estoy absolutamente de acuerdo con vos (y que nos digan "populistas", ja).

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  3. Muy bueno Profe, ¿vio que el Niño Mauricio quiere sacar con urgencia una reforma electoral en CABA y el voto eletrónico?

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    1. Mientras no la redacten ellos puede ser, habrá que ver, y si lo logran, El artículo primero dirá que la educación privada es el objetivo principal de la acción en materia educativa y la educación pública será subsidiaria y solo dirigida a dar instrucción básica elemental y reducida, en lengua y matemáticas a los niñ@s y jóvenes de los barrios y sectores carenciados. Que para aquellos sectores medios que no puedan pagar la E. Privada habrá créditos del Banco Ciudad a tasa preferencial. LO estoy viendo, igual que en Chile.

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    2. Seguramente también cambiará el calendario de poda de árboles de la vía pública. El viernes pasado, con cerca de 40 grados de temperatura, podaron árboles de mi barrio...
      Qué desastre!!!!
      No respetan fechas de poda, la proporción raíz-copa. La poda consiste, para ellos, en cortar ramas de abajo y dejarles "un jopito" de copa. Mi arbolito estaba cubierto de flores, tenía una copa redondeada que daba una sombra disputable por los "estacionadores callejeros"... Ahora las ramas aún están en la vereda, tiñéndola de ocre, los perros dejan sus marcas y un olor a cementerio con coronas secas invade todo. Saqué fotos y las publiqué en mi face... Una tristeza...
      Ahora pensando con lo que decís de las escuelas, cosa que comparto, pienso "No querrán que se sequen para privatizarlos de alguna manera???" qué se yo, con un impuesto al árbol nuevo, haciendo un registro de árboles... no sé... También está la posibilidad que "la naturaleza" lo ayude, imaginate fuertes vientos... No resistirán, se caerán!!!!
      Eso votó el 64% de los porteños... Playas con arena y agua de inundación en CABA, subtes el 127% más caro pero a los docentes les ofrece el 17%...
      Estoy "desayunando veneno" así que voy a seguir escuchando al Polaco que es un antídoto genial... ahí está "La última curda"... Abrazo a los cumpas "populistas"

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